Las Claves Del Indio

LXXII. PERDIDO

Berlín... Dublín... Cádiz... No doy más... Otra vez Berlín.

¿Qué decía la tercera parte de la puta profecía?... Números... Letras... Los números y las letras bailan alrededor de mi cabeza... Un hueco... Un hueco oscuro donde esconderme... Sentarme... Pensar... Hay mucha niebla, humedad, rocío... me voy a terminar engripando, no sé si no tengo fiebre...La nieta del Chiquito Cabello, que es también la sobrina tonta de la dueña de La Tonina de Mar del Plata, gira totalmente la cabeza, como Linda Blair en “El Exorcista”, mientras repite con cada vuelta: seis, seis, seis, el número que cifra a la Bestia... Pero ahora se convierte en Federica, que está desnuda delante de mí y atrás de ella está mi ex suegro, mirándole el culo, y yo reparo en que tiene tres tetas, que sumadas a los tres pezones, hacen de nuevo seis... Y de la pantalla de la PC de Graciela, emergen JUANO y el CORSARIO y comienzan a perseguirme con boleadoras, al grito de ¡Huikka!... El más oculto de los secretos, traduce circunspecto el arquitecto, mientras descubre un busto que representa al diablo, con un bonetito en la cabeza igual al de ELCOVE... Por suerte, llega mamá a rescatarme y me agarra fuerte de la mano y me arrastra... Pero se detiene justo al borde del pozo de la Galería Cadu, y me suelta y dibuja la v de la victoria con ambas manos, y yo le pregunto a mamá si ella era peronista, y mamá me contesta no puedo creer que no te des cuenta... Entonces enojada agita los dedos tres veces en el aire, y me dice más enojada todavía, tenía razón tu padre al encerrarte en la caverna... y después me empuja y caigo al pozo de la galería CADU...

Berlín... Dublín... Cádiz... Otra vez Berlín. Me despierto sobresaltado justo cuando oigo pasar un auto que no puede ser otro que el Chevrolet rojo. Sigue de largo. Parece que, después de todo, Kóoch me protegió y fui a caer en lo que parece ser un pozo del gas o del agua, de esos tantos que hay sin tapar en Buenos Aires. No demasiado profundo, pero sí acuoso y barroso, con toda la lluvia que hubo estos días, de manera que emerjo con los huesos sanos, pero totalmente empapado y embarrado. Sí, tengo fiebre, estoy seguro.

Ahora me parece entender lo que intentaba explicarme mamá en el sueño. Dos ve forman una doble ve, y repetida tres veces es doble ve, doble ve, doble ve. O sea, un sitio de Internet. ¿Cómo podía saber De Agostini en el '53 que iba a existir la web? Ni siquiera el Viejo, en el '69, en la hipótesis que él haya escrito las profecías. Cada vez más me inclino por la creencia de ELCOVE en el don adivinatorio del fraile. Entonces, letra que se repite tres veces, la tengo. Escribir con los dedos, se refiere al teclado, sin duda. Escribir con el teclado en la web el nombre del Indio, que es el último descendiente... ¿y qué resultaría de eso? ¿Aparecería El Club de JUANO? Pero todo el procedimiento se supone que está destinado a seguir el rastro del poseedor del tercero, que vendría a ser yo, no JUANO. Aunque en el sitio del Indio se publicó la tapa de las crucecitas... Encajaría. Salvo lo del rectángulo libre de marco, que me queda colgado. El buscador de la web tiene forma de rectángulo sí... pero ¿libre de marco?... Libre... Federica Libre, Mercado Li... ¡Un anagrama, claro! ¡De marco se convierte en Mercado! ¡Escribiendo el nombre del Indio en Mercado Libre aparecieron tanto SOADORA como ELCOVE, cuyos rastros condujeron a mí, poseedor del tercero! Todo, absolutamente todo cierra, así como encajan a la perfección aquellas piezas del rompecabezas que desesperanzados, creíamos que no iban en ninguna parte... Aunque a lo mejor me siento más lúcido que nunca, y en realidad es la fiebre que me hace delirar. Quizá encuentre una farmacia de turno para comprar aspirinas.

¿Cómo salir de este laberinto de calles, que siguen oscuras en la alta noche? Sé que hay una diagonal, una avenida, que atraviesa el Parque Chas, con nombre de general chileno, aunque no estoy seguro de que sea chileno o que sea un general, puede ser que sea el nombre de una ciudad chilena, lo importante es encontrar ese atajo y salir a calles normales, y tomar un taxi para ir... ¿Adónde? Ya la casona de San Telmo no es un lugar seguro, deben haber llegado hasta ahí, entrado al cuarto de servicio, y en el primer lugar que revisaron, abajo de la camastro, encontrado la caja con los libros del Viejo y la dos de Andanzas. Que estúpido fui, tendría que haber comparado al menos la fotocopia con el original, para ver si los ejemplares eran iguales, si las crucecitas estaban en el mismo lugar, si las cuevas resultaban idénticas... La cueva del milodón, recuerdo ahora esa palabra que nos causaba gracia cuando lo pronunciaba un profesor de la secundaria que tenía barbita en punta. Yo vi un milodón en el Museo de La Plata. O la piel, no recuerdo bien. Pero la cueva no se situaba en La Plata, era una cueva donde había restos de dinosaurios, como tantas otras en la Patagonia. No Patagonia, no, corregiría OQUEDA... ¿Qué pito toca OQUEDA en todo esto?... Ese es el nombre que le dio Magallanes... Tehuelchonia, sería lo correcto...



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En el texto hay: comic, coleccionista, historietas

Editado: 24.07.2019

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