Una carta para mi

Sinopsis:

"Una carta para mí" es un viaje íntimo al pasado y al presente de una misma. Entre recuerdos, lágrimas y silencios, habla de dolor, valentía y sanación. Es la voz que se da la mano a sí misma, que reconoce cicatrices y celebra la fuerza de seguir adelante. Una carta escrita con el alma, para recordarnos que sobrevivir y amarse es el acto más profundo de libertad.

Te escribo porque te sigo sintiendo en algunos rincones de mí memoria. Porque, aunque ya estoy bien, todavía me duele imaginarte sola, creyendo que no vales nada.

Te veo en esos pasillos de secundaria, callada, intentando encajar en un grupo que nunca te miro del todo. Te escondías detrás de sonrisas tímidas, deseando hablar, pero con la garganta hecha un nudo. Y aunque pensabas que nadie te notaba, hoy quiero que sepas que tu silencio también hablaba, que incluso en tu quietud había una belleza que no supiste ver.

Te pasaste años sintiéndote fuera de lugar, creyendo que la rareza era un defecto. Tenías miedo de descubir quien eras, miedo de lo que el mundo podía decir si lo hacías. Guardaste preguntas que nadie respondió, y te castigaste por sentir distinto, por no entender del todo. Pero no era confucion, era búsqueda. Y eso también es valentia, aunque no lo pareciera entonces.

Se que hubo días más oscuros que otros.

Días en los que no querías despertar, días en los que el dolor se volvió rutina, y tus propias manos se convirtieron en un grito que nadie escuchaba. Querías soltar todo, dejar de sentir, desaparecer. Y, sin embargo, seguías ahí. Respirando entre lágrimas, aferrándote a lo poco que quedaba: una canción, una charla, una sonrisa.

Después vino ese 4to año, ¿Te acordás? Las cosas cambiaron un poco. El grupo, la gente, vos misma. Empezaste a reír con más libertad, a sentirte parte. Y sin darte cuenta, la vida volvió a tener luz. Era pequeña, temblorosa, pero era tuya.

Hoy, desde este presente donde ya no duele tanto, quiero decirte gracias. Gracias por no rendirte cuando era lo más fácil, gracias por aguantar cada noche creyendo que nadie iba a entenderte, porque al final aprendiste a entenderte vos. Gracias por no haberte ido.

No sos la chica rota que fuiste. Sos la que sobrevivió a su propio silencio. Sos la que aprendió que amarse no es soberbia, que descubrirse no es miedo, que estar viva es un acto de coraje. Y si alguna vez el pasado vuelve y te pregunta si valió la pena quedarte.

Decile que si.

Porque aunque el camino dolió, hoy podes mirar al cielo sin esconder las manos. Y eso, ya es una forma de libertad. Y también quiero que sepas algo más... La sanación no fue instantánea, sino un viaje. Que dolió y costó, pero valió cada lágrima. Porque cada vez que elegiste seguir, aunque sea arrastrándote, hiciste algo sagrado: te elegiste.

Hoy caminas distinta. Tus pasos no tiemblan tanto. Ya no necesitas esconder tus cicatrices, porque entendiste que no son manchas, sino mapas. Mapas que te trajeron hasta acá, donde podes hablar sin miedo, donde la risa suena limpia y tu voz ya no tiembla. Te mereces la paz que ahora sentís, te mereces las amistades sinceras, las risas sin culpa, Los abrazos que no duelen. Te mereces mirarte al espejo y decir "estoy bien" sin sentir que mentis. Y si alguna sombra intenta volver, recorda: ya aprendiste a entender tu propia luz.

No sos lo que te hicieron ni lo que te paso. Sos la versión que floreció después de todo eso. Sos la que abrazo su identidad, la que ya no tiene miedo de sentir, de amar, de buscar. La que mira al futuro sin bajar la cabeza. A veces vas a seguir tropezando, y está bien. Porque sanar no es olvidar el dolor, sino aprender a bailar con el sin que te derrumbe. Y vos, More, bailas con una fuerza que el mundo necesita ver.

Así que si alguna vez dudas de vos, relee está carta. Volvé a ella cuando sientas que te falta algo, y récorda: ya fuiste tu propio refugio una vez. Podes hacerlo siempre. Porque la chica del pasado lloro para que vos puedas sonreír. Y ahora te toca vivir por las dos. Con amor, con ternura, con esa luz suave que solo nace de quién a conocido la oscuridad y decidió no quedarse ahí.