Las Cosas que Nunca Fui

Capítulo 2: Mentirijillas Piadosas

Otra cosa no pero Ruben siempre es puntual tanto para venir como para irse. Sus padres me pagan por darle  clases que yo no necesito el dinero, la verdad, pero mi madre insiste con que hay que ser buenos vecinos y con que nunca se sabe de quién puedes necesitar un favor. Yo accedí  en parte obligada y en parte  porque llevo colada por los huesos de Ruben desde que llegó al barrio. 
Ocho menos cuarto en punto y lo tenía llamando a mi puerta.
-    Hola teacher.
 Tenía una sonrisa perfecta, de esas que dibujan un par de hoyuelos en las mejillas, pero lo mejor eran sus ojos verdes y claros , preciosos , que me tenían completamente hipnotizada. A pesar de las clases particulares no había conseguido que me hiciera de puto caso. Nos seguíamos en Instagram y poco más. Alguna sonrisa en los pasillos de clase pero nunca hablábamos de nada que no tuviera que ver con las mates. Era un fastidio total pero la verdad es que soy muy tímida y no se ligar. Mis amigas siempre me lo dicen que tengo que ir a por lo que quiero porque si no se lo acabaran llevando otras pero, total, para lo que salgo…
-    Estamos con las funciones, ¿verdad?
-    Sep.
Saca su cuaderno, saca su estuche, me limpio la baba, me imagino recorriendo un prado repleto de margaritas con Ruben de la mano…
-    ¿Estás bien?
Batacazo total…
-    Si, si… se me fue un poco la pinza, perdona.
-    Será la ola de calor esa que dicen que viene.
-    Claro…será eso.
Damos nuestra rigurosa hora de clase y no hablamos absolutamente de nada más. Con Ruben intenté todo lo humanamente posible y nada funcionó. En una ocasión me vestí como una puta zorra y me maquillé a tope para darle clase, fue un viernes porque así tenía la excusa de salir después , y me preguntó si iba disfrazada para alguna fiesta… De buen rollo , eso si, que el chaval pensaba que no le habían invitado. Vergüenza total… anulé las dos siguientes clases haciéndome la enferma porque , interiormente , me moría de vergüenza por los resultados tan nefastos d ello que pretendía ser un coqueteo , y no era capaz de mirarle a la cara.
-    Estás mejorando mucho – sonrío como una pava – ya mismo no vas a necesitar mis clase.
-    Ojalá , ojalá…
¿En serio Ruben? ¿Tantas ganas tienes de perderme de vista? Le acompaño a la puerta, aunque tengo cero ganas porque solo me apetece que se caiga de bocas y se rompa un diente, pero se me da muy bien disimular. Cuando se va a marchar se da la vuelta y me dice:
-    Si apruebo, te debo una cena morena.
Muerta en vida. Se me acaban de caer las bragas, de verdad, el chico más maravillo de mi mundo me acaba de “casi invitar a una cena” , me ha guiñado un ojo y me ha llamado morena… qué más se puede pedir.
La tontería me dura poco porque veo a mis padres entrando al garaje y corro , como alma que lleva el diablo, para recoger todas las cosas de la mesa y hacer como que preparo la cena. Eso me dará muchos puntos. 
Organizó la mesa de la cocina, pongo cubiertos, platos, servilletas y esas cosas que uno usa ara cenar y después saco una ensalada preconizada de la nevera , la vierto en una ensaladera y busco algunos extras para añadirle. 
-    Cariño estamos en casa.
La voz de mi padre me llega desde el salón. Conozco su ritual, tiene que quitarse los zapatos, calzarse las pantuflas, dejar su cartera en el despacho y lavarse las manos de vuelta a la cocina para darme un beso. Eso me da tiempo para terminar la ensalada y recoger todo lo que he usado. Mi madre debe de estar ya en su habitación poniéndose cómoda así que , mientras sube y baja, no debo preocuparme por ella. Un poco de vinito para que estén más receptivos y …¡voilá! 
-    No me puedo creer que hayas preparado la cena- Tres besos en la frente y abrazo. Mi padre es de costumbres fijas.
-    Algo querrá Ramón, tu hija no hace nada gratuitamente.
-    Desde luego mamá… que mal pensada eres de verdad. ¿Es que una hija no puede tener detalles con sus padres?
-    Si… si… ¿qué es lo que te quieres comprar?
-    Mariola dale un respiro a la niña mujer- mi padre ocupa su silla mientras mira el su móvil. Estará poniéndose al día con las noticias, seguro, porque tiene descargadas todas las app de periódicos.
-    Tu hermano me ha escrito, está apunto de llegar, voy a sacar un paté riquísimo que traje de esa tiendecita tan cuqui que hay junto a la oficina, es de importación.
Mi madre no puede resistirse a comprar cualquier cosa que sea “de importación”. Increíble la de guarradas que hemos comido por su culpa pero bueno, hoy soy capaz de comerme lo que ella quiera si así es feliz. Que mi hermano venga a cenar es otro factor muy importante porque la pone de buen humor y tengo que aprovechar.
-    Baby saca el queso de la nevera y sírvelo por favor.
Llaman a la puerta, mi hermano nunca quiere usar sus llaves desde que se fue, y es mi padre quien se levanta para abrir. Los oigo desde la cocina, a él y a su mujer, kate. 
Kate es irlandesa pero conoció a mi hermano mientras estaba de Erasmus en Madrid. Según tengo entendido fue amor a primera vista y, la verdad, es que desde que se conocieron no volvieron a separarse. Al principio le tenía un poquito de tirria pero es que era joven y ella venia para monopolizar a mi hermano y , claro, esas cosas cuesta digerirlas. Pero con el tiempo me acostumbré y conseguir ver lo que los demás su simpatía y su amabilidad, se nota que es guiri , y nos hicimos amiguis. Se casaron hace un año y se llevó a mi hermano de la casa lo que fue un poco duro para nosotros porque digamos que él era la alegria de la huerta y se nota muchísimo su ausencia.
-    enana, ¿no le das un beso a tu hermano o qué?
Me abalanzó sobre el hombre de mi vida, mi padre cree que es él pero es mi hermano, y me engancho a su cuello como un mono de feria. 
-    Hola Kate.
-    Holi Babi. 
Lo de holi ya es una coña nuestra, mis amigas y yo siempre nos saludamos igual y a ella le hace gracia. La tía controla el idioma que no veas, y tiene mérito , porque todo lo que sabe lo ha aprendido aquí ella solita, no como yo que controlo el ingles porque voy a un bilingüe desde que tengo uso de razón. Mi madre es tan flipada de los idiomas que nos puso una au paír inglesa por las mañanas y una francesa por las tardes. 
-    Sentaros chicos que tu hermana ha tenido el placer de deleitarnos con la cena.
-    ¿Ah si? ¿Qué pasa que has untado tu el paté ?- Se burla.
-    ¿Qui pisi qui is intidi ti il piti…? No tonto, he preparado la ensalada para tu información. 
-    Ohhhh pues voy a comérmela solo por eso, y mira que yo no soy de verde , ¿eh?
-    Está muy rica Babi, me encanta la cesar.- Kate se lía aun con algunos artículos.
-    Gracias. ¿Papa te gusta?
Mi padre es el débil de la familia así que pienso atacarle a él primero.me guiña un ojo mientras se llena la boca de lechuga y yo le sonrío con ojos de corderillo. Mi madre me observa , con el ceño fruncido, porque es más lista que todas las cosas. No entiendo por qué no se dedica a hablar con su hijo querido que solo viene una vez por semana. Lo raro es que aun no le haya pasado inspección el orden es el siguiente, ¿cómo va el trabajo?, ¿Qué tal la casa?, ¿los niños para cuándo?
-    Hijo , ¿cómo va el trabajo?- ahí la tenemos…
-    Bien mamá, con nuestras cosillas y eso pero mucho más tranquilo que antes.
-    El departamento de tu hijo está creando un fármaco nuevo contra la alopecia.- dice Kate orgullosa de su maridito.
-    ¿En serio? ¿Has oido Ramon? A tu hijo, ya mismo, lo vemos en Houston. 
-    Ya será menos mamá- contesta con modestia restándole importancia al asunto.
-    ¿Y tu Kate?- pregunta mi padre- ¿Estáis trabajando en algo vosotros?
-    Seguimos probando los nuevos ansioliticos en placebos.
-    Que pena de mi animales , de verdad- protesta mi madre, la activista que luego no me deja tener un perro- deberíais probarlo en personas que por lo menos se pueden quejar.
-    Kate te va a repetir lo mismo de siempre madre. No es lo mismo que se te muera un ratón que una persona, aunque tu digas que si, y ya lo sé… los dos son seres vivos pero no lo decidimos nosotros.
Todas las cenas lo mismo, mi madre se queja siempre y mi padre le deja que le de por culo a mi hermano porque así le deja a él un rato tranquilo. Pero yo necesito a mi madre relajada así que le sirvo otra cosita de vino. Ella parece no darse cuenta y se la bebe despreocupadamente mientras sigue renegando con mi hermano. Cada vez que la copa le baja lo más mínimo yo se la relleno porque nadie se está fijando en mi. Kate, que teme a mama, la mira con anterior y asiente a todo lo que ella dice , mi hermano le discute por los dos y mi padre sigue con su teléfono móvil. 
-    Ramón, ¿tu no dices nada o qué?
-    A mi dejadme que estoy muy tranquilo.
-    Tu siempre igual, para que me vas a apoyar en nada.
Como ya la conocemos la dejamos hablar consigo misma mientras recoge la mesa. Concita es la mujer que nos cocina y nos recoge la casa, qué haríamos sin ella, porque mis padres no están en todo el día y yo aun menos. Si no fuera por Conchita me moría de hambre porque mama no aparece ni para comer y no es de las que me dejan algo preparado , dice que ya soy mayorcita y que tengo edad de aprender a cocinar. Yo le contesto que en qué quedamos… si mi obligación es solo estudiar o no. Total, que los jueves es el día libre de Conchita porque como viene mi hermano mamá se quiere pegar el pegote de que hace algo. 
Después de la cena la tradición manda pasar al salón a tomar un carajillo, una infusión , un descafeinado o lo que cada uno quiera. Aprovecho que mi madre se lleva a Kate al piso de arriba, ara enseñarle no se qué cosa, y me pego a mi padre remoloneando para sacarle el tema.
-    ¿Qué tal llevas el piano enana?
-    Lo llevo…
-    ¿Y las clases bien ?
-    Notazas- contesta mi padre orgulloso. 
-    Qué remedio papa… tengo el listón muy alto.
-    Ya os queda nada para terminar, ¿verdad?
-    Un par de días y nos dan las notas.
-    No te lo vas a creer ni tu cuando te veas sin nada que hacer. ¿Tienes algún plan para las vacaciones?
Esta es la mía.
-    En realidad si. Papa, ¿recuerdas ese campamento del que estuvimos hablando? Ya me han mandado el formulario y tienes que rellenármelo y pagar la inscripción. 
-    ¿Nosotros hemos hablado de un campamento?
-    Claro hombre, Hace unas semanas, acuérdate.
-    Creo que me lo comentasteis.
Se que mi hermano me quiere echar un cable porque el no sabe nada de nada pero me conoce bien y sabe que me estoy trabajando a papá mientras mi madre no mira. Las tácticas se heredan.
-    ¿Y ya lo hemos hablado con tu madre?
-    PUES CARO. ¿Acaso hay algo que no se hable con mama?
Mi padre ojea el papel desde detrás de sus gafas con detenimiento. Pobre… siempre me aprovecho de él.
-    ¿Y qué vale la broma?- pregunta mi hermano.
-    3500 euros. 
-    Joder…
-    Pero son cuarenta días y todo incluido. Además he seleccionado habitación compartida, que es mas caro, porque la otra opción es dormir en una comuna y me niego.
-    Ni lo jures hermanita. Pues cuarenta días son muchos días… ¿y qué actividades incluye?
-    Ciencia, literatura, teatro… actividades que enriquecerán mi cerebro.
-    Los que se enriquecen son ellos con los precios pero si es el que te gusta , y tu madre ha dicho que si, por mi bien. El folleto parece correcto no veo nada fuera de lo normal. Pero hija… ¿cuarenta días? ¿Tu te lo has pensado bien ? Es mucho tiempo y no estás acostumbrada a estar tanto fuera de casa.
-    Pues por eso papa, así me acostumbro para la universidad.
Mmi hermano me guiña un ojo y se que me esta dando su aprobación por buena alumna. Lo de camelarse a papá nació con él, yo solo aprendí del mejor . Mi padre me está rellenando el papel cuando la oportuna de mama aparece por la puerta. Lleva un fular de plumas porque , por lo visito ha estado enseñándole sus nuevas adquisiciones a la pobre Kate a la que estoy segura que no le van nada los gustos de su suegra.
-    ¿Qué es eso Ramón ?
Mi madre y su vista de águila , es increíble , todo lo ve, todo lo oye y todo lo sabe.
-    Lo de la niña Mariola. Qué cabeza tienes mujer.
-    ¿Lo de la niña de qué?
-    Lo del campamento aquel que nos dijo .
-    Ay no me acuerdo Ramón… ¿Tu hablaste conmigo de eso?- pregunta mientras se vuelve para mirarme.
-    Pues claro mamá si lo elegiste tu. Acuérdate que estábamos entre dos y te gustó más este.
-    El vinito mamá… que no estás acostumbrada y mira – se burla mi hermano.
-    Bueno, bueno no os metáis conmigo . Hija tráeme el iPad que mire la pagina web y haga memoria.
Yo conozco a la madre que me parió y sé que tiene fajamientos con mirar las paginas de todo lo que quiere hacer, ver o comprar. Por eso yo he sido mas lista y ya le he guardado la pagina en favoritos para hacerlo todo mas real. 
-    Dásela a tu hermano que no llevo las gafas.
-    Mama hija, si la tienes en favoritos y todo y dices que no te acuerdas.
-    Porque tenéis loca entre unos y otros y ya no me aclaro. A ver que la vea.- echa un vistazo a la pantalla del iPad y yo se que está fingiendo porque sin las gafas ve cero y encima con las cositas de más que le he ido sirviendo que y tiene hasta hipo- pues tiene buena pinta, ya me voy acordando , es verdad…
-    ¿Te acuerdas no…? Claro, si es que …- le digo con guasa. 
-    Ramon pues que no se te pase pagarlo, encárgate tu que a mi se me pasa.
-    Menos mal que lo admites- contesta mi padre riendo.
-    Si queréis me encargo yo de todo , que se como va, y así vosotros no tenéis que preocuparos.
-    Ay mi niña que vale oro.
Mi padre me da sus tres besos  en la frente, nunca me da uno solo y vuelve a su teléfono móvil. He dejado a mama hablando con mi hermano y su mujer y me he ido a mi habitación con la excusa de terminar un par de ejercicios e irme a la cama pero la realidad es que estoy loca por contarle a Max que nuestro estudiado plan ha salido como esperábamos y por ver el Instagram de mi amado Ruben.
  




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.