Las Cosas que Nunca Fui

CAPITULO 8: Noches de resaca , mañanas de ibuprofeno.

 

-    Vamos bellas durmientes arriba
La madre de Cassy corre las cortinas de la buhardilla lo que me provoca un profundo malestar en los ojos. Creo que me he convertido en vampiro y no tolero La Luz del sol porque me duelen los ojos y siento una terrible punzada en mi cabeza.
-    Dios…
-    ¡Mama apaga la puta luz no seas cabrona!
-    ¿Pero qué os bebisteis anoche …?- pregunta mientras recoge toda la ropa que hemos dejado esparcidas por el suelo.- bajad a desayunar que os he preparado tortitas. Es infalible para la resaca.
Realmente dudo bastante que sean infalibles porque a mi con solo escuchar nombrarlas me entran arcadas. Me incorporo como buenamente puedo mientras localizo mis zapatillas. Martina está haciendo lo mismo que yo pero Casandra sigue tapada bajo la colcha.
La única manera de levantarla en estos casos es sencilla. Le vertemos agua por encima , mientras intenta inhalar una bocanada de aire, de manera que casi se ahoga. S levanta como alma que lleva el diablo y nos persigue con los ojos enmarañados en lagañas y el pelo empapado gritándonos todos los improperios que se le van pasando por la cabeza. Es la única manera de ponerla en pie para poder bajar a hacer un intento de desayunar.
-    Soyas unas hijas de puta y me pienso vengar que lo sepáis.- dice mientras entramos en la cocina.
La madre de Casandra ha preparado un plato repleto de tortitas para cada una y más variedad de sirope del que he visto en mi vida; caramelo, chocolate, miel, sirope de arce, dulce de leche… ha preparado zumo de naranja y café para que nos sirvamos al gusto. La verdad es que es todo un placer.
-    Tenéis un ibuprofeno cada una en vuestro plato. Tomadlos que os hará bien. Haced caso a una que sabe.
-    Gracias mama.
-    Gracias Melania.- decimos Martina y yo al unísono.
-    Que chicas más educadas. Ya podían aprender de vosotros estos vecinos guarros que tenemos. No tienen otra cosa que dejar que sus perros se meen en mis setos . Más guarros no pueden ser…
Casandra y yo miramos a Martina instintivamente. La pobre se ha puesto más roja que un tomate y con lo blanca que es parece que se hubiera achicharrado bajo el sol. Empiezo a recordar un poco lo que sucedió la noche anterior… como se hizo pis en los egos porque Cassy llevaba intentando abrir la puerta de casa quince minutos con las llaves de la vespa. Recuerdo vagamente que yo me abracé a una farola a la que le grite que estaba enamorada. Creo que algún que otro vecino acabó asomándose por la ventana de su casa para ver quién se atrevía a armar semejante alboroto.
-    La gente es muy incívica- fue lo primero que se me ocurrió decir. 
A Casandra le dio la risa tonta con tan mala suerte que el zumo acabo saliéndole por la nariz. 
-    ¡joder cómo escuece!
-    Niña quieres dejar de hacer tonterías con la comida.
-    ¿Pero qué tonterías? Voy a escupir el zumo por la nariz a conciencia o qué… qué cosas tienes mama …
-    Tengo que marcharme ya al estudio que tenemos rodaje y papa me espera allí. Os dejo dinero para que pidáis unas pizzas si os apetece.nosotros volveremos para la cena.
-    Vale mama.
Melania da un beso en la cabeza a su hija y sale por el garaje para coger el mercedes y salir a la oficina. Me quedo pensando que si mi madre nos hubiera pillado borrachas probablemente nos hubiera bañado en agua fría y , tras mandar a cada una a su casa, me hubiera llevado directa a la clínica de desintoxicación donde seguramente ya tendría reservada una habitación por si las moscas… Es increíble lo diferente que son nuestros padres. El día y la noche diría yo. Pero a pesar de ser demasiado intolerantes los quiero mucho.  
-    ¿Alguien más ve buena idea ducharnos?
Martina levanta la mano.
-    Yo me duche anoche así que me tumbo un ratito más.
-    Como quieras. Vamos nosotras Marti.
Mis amigas se meten en el baño de Cassy, juntas , para quitarse el olor a alcohol que las impregna. Yo tengo una manía y es que soy incapaz de desnudarme delante de nadie, ni si quiera de ellas, así que siempre rehuso esas duchas grupales que les dan por hacer.
Me tumbo en la cama de mi amiga y vuelvo a meterme en insta. Casandra subió nuestra foto antes de la fiesta. Salimos perfectas, se nota que le ha metido mano a los filtros, y sonreímos conscientes de que iba a ser una buena noche. Le doy like y hago un comentario “BFF”. Ha subido otra foto hace quince minutos. Esta vez salimos en el reservado de la disco , con Matías al que ya ha etiquetado, brindando con unos chupitos de tequila. Martina lleva una pajita en la oreja imitando un micrófono. Es increíble el cambio que pega mi amiga cuando está un poquito contentilla. A veces pienso que es demasiado comedida pero porque ella misma se obliga a serlo. Creo que en el fondo le apetece desmelenarse un poco pero que siempre necesita un excusa para ello. La siguiente foto es de Rubén en el jardín de su casa mientras toma el sol. Al pie de foto ha escrito “Hoy brilla el sol y solo pienso en ti” Siento un cosquilleo en el estómago, algo muy habitual desde nuestro acercamiento, y voy directa al baño para pedir la opinión de mis amigas.
-    Emergencia chicas.
-    Coño Babi que estamos en bolas, ¿no puedes esperar?
-    He dicho emergencia Cassy. Mirad la última publicación de Rubén.
Martina coge mi móvil y lee en voz alta mientras espero ansiosa alguna opinión al respecto.
-    Cuanto amor… ¿no?
-    ¡Bah! Un bien queda es lo que es. ¿Habéis hablado algo desde anoche?
-    Casi nada…
-    Y sin embargo suelta eso por la cara… solo busca follower es obvio.
-    Tía pero no le quites la ilusión a Babi.
-    No, lo que no quiero es que se las haga, ¿entendéis? Que yo conozco a esta clase de tíos.
-    Bueno pero hay formas y formas de decirlo.
-    Da igual Martina prefiero escuchar la verdad. Entonces ¿creéis que solo juega conmigo?
-    Yo no…- contesta Martina mientras se recoge el pelo en una coleta.
-    Yo… no sé… me faltan datos. A ver, escríbele y proponle veros esta noche.
-    Pero hoy estoy con vosotras y no es plan.- contesto con poca seguridad.
-    No te preocupes porque tengo que hacer cosas después de cenar- contesta Casandra saliendo del baño.
-    ¿Cosas? ¿Qué cosas?- pregunta Martina intrigada- ¡oye no te escapes ven aquí!
Casandra ya ha bajado hasta el salón y se ha acomodado con el mando en la mano. Conecta Netflix en menos de un segundo y busca nuestra serie favoritas , pequeñas mentirosas, llevamos semanas viéndola juntas y no permitimos que ninguna sea adelante sin las demás. Es una manía que tenemos desde hace mucho tiempo compartir series que vemos exclusivamente juntas.
-    Le doy al play  prohibido hablar desde ya.
Martina hace el amago de quejarse pero Casandra la manda callar con un gesto y esta obedece a regañadientes. Ella tenía razón nuestra amiga se escabulle demasiado y no suelta prenda. Pienso que quizás haya conocido a algún chico que le guste un poco más de lo normal y no quiere gafarlo. Casandra no se ha echado novio jamás. Ha tenido muchísimos líos y ha conquistado muchos corazones pero nadie le ha llenado lo suficiente ni mucho menos le han tocado el corazón. Además es de las que lo cuentan todo. Sin filtros ni tapujos no hay secretos entre nosotras pero siempre pensé que el día que encontrara el amor, el de verdad, lo llevaría muy en secreto hasta que la cosa tirara para adelante.
Nos pasamos la tarde viendo capítulos de Pequeñas Mentirosas. Estamos obsesionadas con sus protagonistas y siempre discutimos sobre a quien nos parecemos más. A mi me comparan con Aria, aunque físicamente me parezco más a Hanna, pero dicen que Aria es igual de ingenua que yo y ambas somos muy enamoradizas. Todas coincidimos en que Martina es Spencer porque es super lista, siempre va con la lógica por delante y es la voz de todas nuestras conciencias. Casandra es una mezcla entre Alison y Hanna porque es muy calculadora, no tiene pelos en la lengua y es una enemiga muy peligrosa. Le he escrito a Max varios mensajes durante el día pero no he obtenido ninguna respuesta. Debe estar molesto porque no le avise para lo de la fiesta y porque he estado bastante en mi mundo los últimos días así que le entiendo pero como no me gusta estar enfadada con él iré a verle en cuanto vuelva a casa. Recuerdo que no le mandé el mensaje a Rubén preguntándole por sus planes esta noche así que cojo el móvil y busco su numero.




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