No sé si fue tu sonrisa.
No sé si fueron las personas que vi a tu alrededor.
Pero la sensación de que no nos íbamos a llevar bien me llegó inmediatamente.
Tal vez fue el hecho de que hacía poco tiempo comenzaba a leer esas novelas clichés y te vi como el típico chico que no le importa nada con tal de conseguir lo que quiere.
Y esa clase de chicos no me caen bien. Para nada bien.
Recuerdo que aparté la mirada y entré rápidamente al salón.
Vi como todo tu grupo se reía de algo que uno había comentado.
Y no pude evitar sentir que era por mí. Siempre era así.
Y la sensación se incrementó.
Y mi malestar hacía ti se incrementó.
Y no sabía cuan equivocada iba a estar luego.