Poco a poco nos fuimos acercando más.
Cualquier trabajo lo hacíamos juntos.
Nos sentábamos casi pegados.
Hablaba más contigo.
Bueno, no mucho. Pero al menos lo intentaba. Tenes que reconocer eso.
Si, vos básicamente tenías que sacarme las palabras de la boca... Pero bueno.
Y siempre voy a apreciar eso. Que siguieras insistiendo y no me dejaras.
Por eso, en esos momentos estaba muy feliz de poder considerarte mi amigo.