Los días pasaban y todo empeoraba.
Eras vos y a la vez no.
Definitivamente habías cambiado y eso no me gustaba.
Mi corazón se ganó una nueva fisura para el día del amigo.
¿Friendzone? Pfff. Yo me encontraba a otro nivel.
De los cuatro años que te conocía, dos fueron en los cuales nos saludamos.
Dos en los que, como no, yo te saludé primero.
Sin embargo, unos minutos luego de haber comenzado el 20 de julio, me llega tu mensaje.
Fue una de las primeras veces en las que me nombraste como tu hermanita.
A eso me refería con “otro nivel”
En ese instante tuve una mezcla de emociones.
Felicidad, porque por primera vez fuiste el primero en mandar el mensaje, y tristeza.
Porque eso significaba que ahora estabas seguro de que papel jugaba yo en tu vida.