Odié todo el proceso de aceptación de un corazón roto.
Al parecer al saber que yo era consciente de que tenías una novia, de alguna extraña manera te sentiste liberado y volviste a ser el de antes.
Y yo no quería que volvieras a ser el de antes.
Pero no solo volviste a ser el de antes, fue como si un plus se hubiera añadido y comenzaste a ser más cercano de lo que ya eras.
Odié todo aún más cuando me di cuenta.
Porque si bien (no lo voy a negar) agradecía que no me dejaras tan de lado y volvieras a notar que yo seguía existiendo al lado tuyo…
Tus nuevas y mejoradas acciones solo me hacían enamorarme aún más.
Y por ende, romper un poquito más mi corazón.