Demi Lovato- Stone Cold.
Y llegó el tan esperado día.
O tal vez no.
Sinceramente me encontraba nerviosa. Tenía miedo de que este día me fuera mal como con todo lo que me sucedía últimamente, y por cuestiones de la vida mis sentimientos quedaran expuestos.
Tenía el presentimiento de que ella iba a ser capaz de ver a través de mí y darse cuenta que lo que sentía por su novio no era solo hermandad o amistad como lo era por parte de él.
Miles de escenas se me formaban en la cabeza de lo que podría suceder luego de eso mientras subíamos al salón de actos donde nuestros visitantes nos estaban esperando.
En ninguna salía bien parada.
También tenía curiosidad sobre como seria ella. La había visto en algunas fotos que él había subido de ella y créanme, tuve la tentación de entrar a su perfil de Instagram y obtener más información, pero logré contenerme.
Cuando entramos inmediatamente mi mirada intentó comenzar a buscarla pero comencé a hablar con mi mejor amiga para distraerme de todo el asunto, al menos hasta que la hora de tenerla frente a mi llegara.
Tampoco quise mirarlo a él porque sabía que la estaría mirando a ella y no iba a poder soportarlo, no lo haría.
Después de una presentación y de repartir las consignas a realizar cada representante del grupo llamaba a sus ayudantes.
En el momento en que se paró al frente y empezó a llamar a los de su equipo, pude observarla con más claridad. Era alta, y cuando me paré a un lado suyo noté que éramos de la misma altura.
Llevaba el pelo rubio suelto y se notaba con tanta naturalidad ahí, frente a todos, mientras que yo intentaba mantenerme atrás tratando de que no se notara la incomodidad de estar a la vista.
Luego cuando nos sentamos en una mesa para comenzar a trabajar, empezó a leer los apellidos de los integrantes para ver quién era quien. Cuando llegó al mío simplemente sonrió y dijo: —Bueno, a vos ya te conozco.
Y rápidamente bajó la mirada al papel sin siquiera darme tiempo a buscar alguna otra reacción de su parte.
Durante el trabajo ella dictaba y yo era la que copiaba, se mostraba amable ante todos y logró llevarse bien y entablar cualquier clase de conversación con cada uno de los que integrábamos la ronda.
Se veía tan fresca y natural que no pude evitar sentirme nada al lado de ella y comenzar a comprender porque él la había elegido.
Eran tan parecidos en el modo de tratar a las personas, tal vez ella un poco más reservada pero no tenía ningún problema en socializar.
Además era imposible pasarla por alto, ahora entendía perfectamente porque era modelo. Tenía todas las cualidades.
Y luego estaba yo, que siempre estaba escuchando sin participar de una conversación o haciéndolo con monosílabos, intentando arreglarme la media cola que llevaba en el pelo a la cual se le habían salido algunos mechones que me obstaculizaban la visión y subiendo mis lentes por el puente de mi nariz cada cinco minutos.
Realmente no tenía oportunidad alguna.
Pero la peor parte no fue la de la auto destrucción de mi poca autoestima lentamente, fue en el recreo, cuando lo vi con ella.
Estaban sentados uno al lado del otro, lo más cerca posible, reían juntos y la mirabas como siempre soñé que alguna vez me mirarías a mí.
Y fue entonces cuando decidí que aunque doliera como si algo estuviera atravesándome el corazón, si era feliz como en esos momentos…
Yo lo seria por él.