La primera parte del trabajo consistía en decidir sobre qué íbamos a hablar.
Debíamos elegir un invento.
La profesora nos dejó la hora para charlarlo en el grupo, por lo que nos reunimos en una ronda.
Nos sentamos uno al lado del otro.
Sin embargo, yo di vuelta un poco la silla para poder colocar una de mis piernas encima de la tuya, una costumbre que se me había pegado irónicamente desde que decidí que sería lo que vos me consideraras.
Y no parecía molestarte, es más parecías cómodo así.
Mis amigas me lanzaban miradas significativas que ignoraba.
Luego de un rato, tiraste la idea de hablar de Barbie, si lo dijiste en broma o no, no importó… porque todas estuvimos de acuerdo.
Eso te pasaba por ponerte en un grupo con todas mujeres… y sabía que iba a ser realmente divertido.