Las cosas que nunca le dije (y probablemente no le dire)

XLVII

Nos encontrábamos preparando todo para hacer el trabajo.

Por supuesto que primero me había mirado en el espejo unas veinte veces, pero después recordé “¿para qué?” y lo dejé pasar.

Aunque la tentación por hacerlo una vez más era demasiada.

Mi mamá estaba en la cocina, que por mala suerte significaba que estábamos en el mismo lugar porque no había una división entre cocina y comedor.

Su interrogatorio había comenzado apenas había salido de su pieza.

Y por supuesto que te daba de lleno a vos, más especialmente a tu vida amorosa.

Cada tanto no podía dejar pasar el hecho de tratar de cargarte sobre ello, y mis amigas no se quedaban atrás.

Yo era la única que salía en tu defensa.

Tomando el papel de hermana/amiga que me habías dado.

Aun así fue una tarde divertida.



#23305 en Otros
#6973 en Relatos cortos
#36226 en Novela romántica

En el texto hay: tristeza, amor, amor adolescente

Editado: 20.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.