Una mañana (bueno, todo transcurría en este momento del día) estabas charlando con dos… podría decirse amigas. En su momento lo fueron pero por circunstancias de la vida nos fuimos separando, aunque seguimos en buenos términos. Larga historia.
Volviendo al tema.
Siempre creí que una de ellas, más específicamente O, gustaba de vos. Tal vez estaba siendo muy paranoica, tal vez no. Pero las molestias, los intentos de llamado de atención, el tonto movimiento de pelo cada que estabas cerca… todo me llevaba a creer eso.
No les estaba prestando mucha atención, estaba concentrada intentando ganar al Uno.
Pero una pregunta por parte de ella hizo que todos mis sentidos se pusieran alerta.
“¿Con quién entrás en la graduación?”
Tu respuesta fue inmediata.
“Entro solo”
No te miré, no quise hacerlo por miedo a que vieras lo dolida que eso me había dejado.
Aunque con vos nunca se sabe si bromeas o decís la verdad.
Pero en lo más hondo, siento que es la segunda.