Las cosas que nunca le dije (y probablemente no le dire)

LXXV

A pesar de mis sentimientos confusos de odio y amor hacia tu persona, seguimos como siempre.

Ni mucha charla, ni mucho alejamiento.

Para intentar probar el punto de que quizás era hora de elegir un bando u otro, decidí molestarte como solía hacerlo.

Teníamos hora libre y de una hoja que había usado anteriormente, formé todos bollitos de papel que empecé a lanzarte.

Con los primeros ni te inmutabas, ya luego me miraste pero nada más. Volviste a lo tuyo: mensajes con tu novia.

Ya a lo último me rendí y dejé de hacerlo. Pero P quiso ayudarme y te movió la mochila en donde tenías apoyada la cabeza.

Vos, como respuesta, te levantaste y enojado mientras murmurabas por lo bajo, te fuiste a otra parte.

Y desde ese momento no me dirigiste más la mirada, ni volviste a hablarme.

Por primera vez te habías enojado conmigo.



#1914 en Otros
#469 en Relatos cortos
#4882 en Novela romántica

En el texto hay: tristeza, amor, amor adolescente

Editado: 20.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.