Las cosas que nunca le dije (y probablemente no le dire)

LXXXIX

Nunca fui fan de mi pelo en general.

Por eso, cuando apenas tuve la oportunidad de cortarlo, lo hice, y mucho. Antes pasaba la mitad de mi espalda, ahora estaba un poco más arriba de mis hombros.

La cuestión pasó cuando al día siguiente aparecí en la escuela con mi “nuevo look”. Soportar que me pregunten si me corté el pelo no fue fácil, porque, o sea, era obvio.

Igualmente, en una de esas te encontré mirándome y cuando te diste cuenta de que te había agarrado, me preguntaste divertido: “¿Te cortaste el pelo?” A sabiendas de que me molestaba.

Mi parabatai no perdió la ocasión y acercándose un poco hasta vos, te preguntó: “Le queda lindo, ¿no?”.  Haciendo que vos respondas con una sonrisa “Sí” y volvieras a lo tuyo.

Yo por mi parte sonreí, sintiendo esa sensación dentro mío cada vez que hacías algo como aquello.

Sin embargo, no fue lo mismo que antes.



#1880 en Otros
#456 en Relatos cortos
#4801 en Novela romántica

En el texto hay: tristeza, amor, amor adolescente

Editado: 20.11.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.