Conocí a un chico nuevo.
Bueno, si es que se le puede llamar conocer al mirarlo de lejos y no conocer siquiera su nombre.
Empecé clases de piano (para que sepas) y fui a practicar, entonces estaba él tocando el preciado instrumento que decidí comenzar a conocer y solamente sucedió: quedé totalmente embobada mirándolo y escuchando como le daba vida con toda la gracia posible a las teclas blancas y negras.
Siendo franca, no tengo idea de porque estoy escribiendo esto acá.
Creo que es porque encontré un reemplazo para ti, aunque esa idea no me guste. No porque no quiera superarte, sino, porque no quiero utilizar a nadie para olvidar a otro.
Sin embargo, no es como si vaya a suceder algo.
Podría estar saliendo de algo malo para meterme en algo peor.
Pero si de algo estoy segura, es que la mayoría de mis pensamientos ahora, le pertenecen a él y ya no tanto a ti.