Las Crónicas de Elizabeth Artemis

Capítulo 1: Mi aventura

 

En un mundo mágico todo puede pasar, en un mundo de fantasía siempre te sorprenderá. Al norte del reino de Firecastle está un pueblito llamado Sova, está entre las montañas y un bosque muy rico en recursos, pero gracias a su lejanía con la ciudad más cerca, este pueblo no es muy conocido y rara vez tiene visitantes de fuera de su territorio.

Aquí es donde empieza la historia de una pequeña niña común y corriente, su nombre es Elizabeth Artemis, es una niña alegre, valiente, inteligente, audaz, a veces poco bondadosa, además gracias a su hermana es muy habilidosa.

Como toda niña siente curiosidad por el mundo a su alrededor, cada día se imagina el cómo será el mundo más allá de las montañas. Y así es como empezara la asombrosa aventura de esta pequeña niña…

… Elizabeth Artemis está muy pensativa, mueve sus manos de un lado a otro, mira sus palmas, observa sus dedos y hace salir una pequeña llama de ellos como si fuera un cerillo quemándose.

– Deja de ver tus manos, Beth, sé que es fabuloso que puedas hacer eso con magia. Concéntrate en dominar la espada. Escucha en unos días empezará la primavera y habrá un verdadero cambio.

La pequeña está en un largo y riguroso entrenamiento para aprender habilidades en combate y manejo de la espada, su hermana mayor Sofia Artemis la estaba instruyendo en ello.

Artemis llevaba realizado la mitad de ese estricto entrenamiento. Sofia como premio por su esfuerzo le cumple uno de sus deseos, el cual consistía en salir de aventuras, ya que Artemis no conocía mucho del exterior solo alrededor del pueblo Sova en donde viven y ese pueblo no es muy grande que digamos.

- Beth, ¡escucha!, como premio por tu esfuerzo dejare que vayas de aventuras.

- De verdad, ¡hermana!

Sofia es una muchacha muy amable y bondadosa, al igual de poderosa y hermosa, que no duda en llevar a la pequeña Artemis a que conozca más allá del bello horizonte.

- ¿Beth?, el lugar que vas a conocer es un bosque muy hermoso.

- ¿Un bosque hermana? ¡Increíble!

- Si, pero hay una condición.

- ¿Qué cosa hermana?

- Estarás en ese bosque tu sola sin mí, un mes.

- ¡Que!, un mes sola.

- Si, quiero ver si eres capaz de enfrentar este lugar tu sola.

- ¡Aaaaah!, pero si estoy sola, ¿no me va a pasar nada?

- Tú vas a saber si en verdad ese lugar es peligrosos o no, sabes, en ocasiones es malo guiarse por cosas que dicen los demás.

- ¡Entiendo hermana!

- Pero, es verdad que una persona normal como los del pueblo no pueden sobrevivir en ese bosque, al menos que sean aventureros o caballeros muy fuertes, talvez así sobrevivan en ese bosque, pero tu Beth, aunque parezcas una niña normal, eres muy especial no dudo que te vayas a divertir ahí, además te entrene yo y nunca dejaría que te pase algo malo.

- Si hermana, yo tampoco dejare que nada te pase a ti, siempre te protegeré con todas mis fuerzas.

- Por supuesto pequeña, cuento contigo… Ahora vamos al bosque Yperfysikós.

- ¿Yper… qué?

- ¡Yperfysikós!, así se llama el bosque al que vamos, y Beth no olvides la espada. 

… Al llegar al bosque Yperfysikós este da una impresión mística y abismal de energía con mucha vida, a pesar de que se ve como un bosque normal, tiene enormes y gigantes arboles de muchos tipos, además de que hay una increíble flora silvestre.

Sofia observa que la pequeña Artemis está muy sorprendida y maravillada con el bosque a su alrededor.

- Te encanto el bosque, ¡verdad, Beth!

- Es inmenso, y es hermoso. Respondía muy feliz.

- No te da miedo o si, quedarte sola un mes. Preguntaba muy perspicaz su hermana Sofía.

- Que dices hermana, ¡estaré bien!

- Hum, de verdad… ¡Así! ¡toma esto!

- ¿Qué es hermana?

Sofia le entrega una bolsa de tela.

- Esta bolsa es increíble, además tiene una poción para curar tu salud.

- ¿Cómo? Murmuraba la pequeña confundida.

- Escucha, es el último recurso que deberás utilizar si en verdad tu vida está en peligro, ¿entiendes Beth?

- ¡Claro, hermana!

- No eres como yo, tú si la necesitas.

- Hermana, espero ser alguien como tú algún día. Le decía muy orgullosa a su hermana Sofia mientras la abrazaba.

- Aaah, ya veo. Miraba dulcemente y cariñosa a Artemis. – ¡Cuídate Beth! ¡Nos vemos!

Y de pronto Sofia desaparece del lugar dejando sola a Artemis en el inmenso y oscuro bosque.

- A… ¡Adiós, hermana!

A pesar que era esto lo que más quería la pequeña Artemis, empieza a llorar por un rato, pues la soledad era algo que le costaba enfrentar, al darse cuenta que era algo que quería, se limpia las lágrimas, se calma un poco y grita muy feliz en el verde e inmenso bosque.



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En el texto hay: batallas, magia, amistad

Editado: 18.08.2022

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