Las crónicas de Grea (en proceso)

CAPITULO X

ESTE ES TU PASADO, VAMOS, ÁBRELA

Desde la llegada de Grea a la cueva de las gorgonas, el tiempo había pasado velozmente como las nubes en el cielo, su adaptación y su avance en las sesiones de clase habían sido muy fructíferas, pues todas las lecciones las captaba como si anteriormente ya había llevado o como si hubiese nacido aquí y no en el mundo de Las Dos Patas. Además, en el plano teórico estaba aprendiendo velozmente los conjuros, muchas decían lo que se hereda no se hurta pues su madre doña Juana Grea Colbris, fue una de las mejores brujas de su generación, la única sobreviviente tanto en el mundo mágico como en el mundo de Las Dos Patas. Y aquí estaba su hija haciendo de las suyas.

El tiempo había pasado,  las prácticas sobre la cabalgata, el  uso de la flecha, las espadas fue un poco complicado, sin embargo logré sobresalir en todas las materias. Mi tiempo competitivo se había incrementado, llegando así al lugar donde estaban los mejores, Armagedón, Brisi y otras criaturas. Las miradas de Armageddon muchas veces me incomoda por el modo en que lo hacía o sus guiños que dirigen a un no sé qué, por su parte Brisi haciendome mala cara. 

—Chicos, chicos, saben lo que ocurrió —dice Asmis, sí, ella también logró estar en el grupo de los mejores. 

 

Todos nos acercamos —Pues dicen que hace algunas noches, nuevamente volvieron a atacar a nuestra aldea y a perseguir a las hermandades…

—Habla—dice Armagedón de mal humor.

—Que habían apresado a la nieta de una de las ancianas de aquí a Abi, la niña se había perdido en el bosque cuando buscaban hierbas, cuando justo estaban por matarla, un joven cazador lo impidió.

—¿Y eso significa? —pregunto confundida. 

—Ajj que tonta eres novata, significa que no mataron a Abi, gracias a ese chico, y también significa que no todos son malos los cazadores —finaliza con ínfulas de tener la razón.

—Ahora la tonta eres tú, Brisi —acota Armageddon con enfado—todos son nuestros enemigos, todos son malos —eso es la verdad.

—No lo mataron —digo incrédula. 

—No, pero todos son malos, debemos eliminarlos porque representan un verdadero peligro para nuestra comunidad —responde Armageddon —Además, ellos han acabado con mucho de nosotros y, sobre todo, con las hermandades, tú no sabes nada porque desde que llegaste has representado admiración y lástima, no puedes recordar tu pasado, ni de tu madre ni de tu vida en el mundo de Las Dos Patas —luego de un silencio incómodo —de seguro no sabes ni como llegaste aquí, ni cómo conociste a Jorich, pues déjame decirte querida salvadora, aquí el mundo mágico es otro, aquí nadie llora por que lo abandona el papá o la mamá, aquí nos hacemos fuertes… aquí no somos com tú, debil y llorona —gritó.

—Ya basta, Armageddon —gritó del otro lado, la madre de éste, doña Asméresis —deberías controlar esa boca —dice muy molesta —vete inmediatamente—ordena.

—Es la verdad —le increpa marchándose. 

—No le hagas caso, siempre quiso la atención solo para él, es muy engreído —me dice palmeándome el hombro —todos, ya es momento de que se vayan, terminó todo por hoy—diciendo eso se aleja. 

—Pienso que Armagedon, anda bien pero bien interesado en ti, uy, el amor—dice Asmis con picardía —sino porque tanta maldad…mmm aunque quizá sea envidia no supera que seas la mejor. 

Simplemente me alejo, sus palabras hicieron que mi yo interna se ofusque. Ignoro a Asmis, necesito acurrucarme y procesar en todo lo que dijo, aunque en cierta parte tenía mucha razón, no recuerdo a mis padres, ni siquiera la casa donde viví antes. Inmediatamente, me dirijo a mi habitación y Brownies me espera con mi postre favorito.

—Amita, hoy salió más temprano del entrenamiento —habla con duda.

No respondo, me siento en la ventana que da al abismo. 

—¿Le sucede algo?  —insiste —o le duele algo.

—Necesito irme de este lugar, siento que no pertenezco, ni siquiera sé quién soy.

—Eres la hija de Juana Grea Colbris, eres la hija de ella.

—Pero ni siquiera la recuerdo con claridad ni sé dónde está.

—Esooo…—se quedó en silencio —es solo por tu bien, es por tu bien —finalizó ,mirándose las manos. 

—No, eso no es suficiente, Brownies, no sabes lo que me tortura, me quema no recordar mi pasado —bufé de impotencia —aquí todos creen tener la razón en cuánto a mí, seguro que ni siquiera soy su salvadora o como le llaman…estoy perdida, necesito saber de mi origen, como era de bebé, quién es mi padre, dónde viví…

Brownies desaparece y me deja maldiciendo sola. Luego, de un segundo me trae un libro, el mismo libro de la biblioteca de hace unos días, el mismo libro que hace tiempo atrás hallé en la cabaña de Jorich, sí el mismo libro que brotaba sangre del medio, como una cascada. 

—Toma, esto es tu pasado, vamos ábrela —me señaló y este seguía emanando salpicones de sangre, como si su batalla era interminable..

Lo tomé, la sangre dejó de fluir y se convirtió en un álbum de fotos. Lo abrí con timidez, ahí en la primera portada tenía las siguientes inscripciones “Esta es tu vida pasada, Grea”. Continúe levantando las páginas y me encontré con la primera foto de cuando era bebé.

—Esa eres tú, quien te sostiene es tu padre, ese señor pertenece al mundo de Las Dos Patas, es un simple mortal, que ni siquiera tuvo la capacidad de cuidar de ti y de tu madre —acotó, Brownies —bueno, sirvió en algo, las mantuvo a salvo con su presencia sofocante, ningún ser podía hacerte daño, tampoco, ningún ser  mágico soporta la presencia de un humano, son tan aburridos.

Continué observando, cuando los flashback de los recuerdos se apoderaron de mí. Volví al escenario de mi origen, mi madre sonriendo, mi padre serio pero amable, las actuaciones extrañas de mamá, las discusiones… Eso era mi origen, eso era mi yo del pasado…El colegio, los autos, las calles asfaltadas que más parecían caminos ásperos.




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