Sangre, Fortuna y dinero.
Un camino donde todo lo Vale.
El "Demoledor aullante" surcaba las dimensiones con un silbido siseante, una especie de vendaval aullaba en la espesura de la corriente dimensional, las velas de piel de Yack oscilaban en aquella zona, y se movían de izquierda a derecha como si el viento fuera en direcciones desordenadas, si el impulsor de energía del "Demoledor Aullante" no estuviera activo la nave hubiera terminado en una dimensión desconocida; sin embargo, gracias al propulsor de protones y neutrones el viaje dimensional era posible. Los tripulantes del navío conocían muy bien su oficio, conocían los riesgos que suponía el viaje interdimensional. Hace muchos años los viajes dimensionales eran imposibles, pero ahora lo eran. No por un milagro mágico, sino por un milagro científico.
Los ciudadanos del País de BlackWine habían creado un propulsor de energía cuántica que era capaz de envolver la forma y dividir la materia en fractales o frecuencia, y que permitía el salto interdimensional, de modo que un viaje que podía durar 50 días. Podía durar 1 hora o 10 minutos, dependiendo de la distancia y el lugar donde se viajara.
El "Demoledor Aullante" era un navío imponente, casi una ciudadela, tenía mecanismos sofisticados, incluso podía volar y surcar los cielos, tenía un globo de aire comprimido para que el barco pudiera flotar por los cielos como si de un Zeppelin se tratara. El mecanismo del navío estaba envuelto de una aleación llamada Horgon, un acero tan fuerte como el mismísimo universo; otro metal se demolería en cuestión de segundos, pero el Horgon era tan resistente que podía soportar las ráfagas de energía eterica que viajaban e impactaban en el navío.
Haskir, daba órdenes a su tripulación, haciendo que cambiasen la fricción de la nave, el metal fundido de la nave se asemejaba a las escamas de un pescado, y tenía la forma de un cocodrilo en la parte de la popa, donde los vientos etericos impactaban con más potencia; como si la presencia de aquella nave fuera una herejía o un sacrilegio para el mundo etéreo. Las escamas de la nave cambiaron de forma y se metamorfosearon sellando cada apertura y grieta del navío que pudiera poner el riesgo a los esclavos o a la tripulación, haciendo que el peligro fuera menor.
Haskir, quien era el señor y el capitán de la nave, empezaba a dar órdenes a su tripulación; se hallaba de pie en la proa del "Demoledor Aullante" y contemplaba el espacio dimensional que se alzaba ante él. Las corrientes etéreas rugían incesantes, intentando destruirlo, pero no lograban nada, cada vez que una corriente de energía intentaba atravesar el muro de iones solo terminaba rebotando, para que al final sea expulsado al confín de las dimensiones. El Malai se sonrió, como siempre solía hacerlo cuando los planes le salían bien, luego frunció el ceño y puso una mueca de desagrado cuando escucho los gemidos de una mujer. Seguramente una esclava siendo violada por sus tripulantes, sus oídos agudos le permitieron incluso escuchar los susurros entre oídos de tripulante entre tripulante.
Y entre los susurros y conspiraciones, se permitió sonreír.
"Este es el sabor de la victoria". Pensó, al tiempo que la sonrisa se mantenía en su rostro, era una sonrisa carente de alegría, carente de esencia.
Entonces sin que lo advirtiera el espacio dimensional se dobló, girando y volteándose de manera inicua. Fugases ascuas de energía se removieron de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo, ases fugases de energía atacaron el navío, pero eso no tenía importancia.
— Prepárense para la transposición; abran los rotuladores de energía. — Indico a sus tripulantes, que corrían alarmantes, como hormigas asustadas; — comiencen a inflar el globo flotante, que los esclavos enciendan la caldera, y quiero que les den una paliza de muerte a los cabrones que están violando a una de mis esclavas; no les he dado autorización, ni permiso. Señorita Adelia, Maestre Vaner, — las dos figuras se voltearon para ver a su capitán — quiero que el resto de esclavos empiecen a pedalear, para que el globo nos mantenga en el cielo; estoy más que seguro que acabaremos en medio de la nada.
— Si mi Señor.
Adelia y Vaner asintieron.
Vaner, el maestre de la flota asintió y se retiró del mismo modo hacia la proa de la nave.
De manera inmediata, el espacio etéreo se distorsiono, como miles de amalgamas que se aglutinaban abriendo un agujero que termino en medio de la nada; era evidente que la nave terminaría en medio del cielo, donde se encontraban las nubes y el firmamento. Como si de una explosión se tratara la nave se dobló contorsionándose y temblando como una gelatina, el espacio a su alrededor creo ondas que se perdieron en el espacio disforme, y el "Demoledor Aullante" había llegado a los cielos del País de Malash. Detrás de la nave, la gran boca negra que los había expulsado estaba cerrándose y el espacio a su alrededor estaba tomando forma en el espacio real.
Haskir sacó del cinturón una prenda cuidadosamente envuelta, se la acercó a los labios y aspiró el embriagador perfume que emanaba de su esclava. Olía a sangre y agua salada, cosa que aguzó sus sentidos.