39 - En 1944

Diego enciende el reloj y ellos se trasladan al planeta Tierra, pero en el año 1944 en la  Europa de la Segunda Guerra Mundial, los tres héroes llegan en un campo de batalla en Francia,  en donde había una ciudad con soldados alemanes, franceses y los aliados; también gente civil asustada que están corriendo para colocarse a salvo y Melek mira todo los edificios que están destruidos por los constantes bombardeos a las ciudades y hay gente muerta en las calles..

—¿Dónde estamos? — pregunta Melek conmocionada ante tal destrucción — ¡Diego!.

—Estamos en la Tierra, pero en la Segunda Guerra  — exclama Diego — Mundial.. ¡Melek!.

—El horror que vivimos — exclama Hanna en voz baja — es duro la verdad, tuvimos que sobrevivir en el mismo infierno, pero eso es interpretación personal; los infiernos son diferentes dependiendo de la persona y como los vive.

—¿Por qué en este lugar, específicamente? — pregunta Melek — no lo entiendo.

—Te quiero enseñar algo muy importante es una simple lección de vida — exclama Diego — solamente observa y piensa tu decisión final, puede traer consecuencias tanto buenas y malas, al final del día es su decisión.

—A veces la guerra es inevitable joven Hoffmann — exclama Hanna mientras caminan por la ciudad en ruinas — y va a ver situaciones así y muchas más que nos causará dolor.

—A nosotros nos obligaron en estar en esta guerra, muchas veces no podemos huir del destino; no importa de las formas, pero siempre al fin llega — dice Diego — de forma inevitable, a todos la guerra nos llevó y no podíamos estar ausentes.

—Tuvimos tantas posibilidades de morir y a veces lo deseamos morir para que se acabe la tortura — exclama Hanna con una lágrima en los ojos, Melek los mira y comienza a tomar conciencia de lo que le había dicho a Dameron hace unos momentos.

—Deseamos morir para que el dolor desaparezca, pero no fue así y por algo es, el destino lo quiso  — dice Diego y su discurso fue interrumpido por aviones americanas en conjunto con la RAF contra la Luftwaffe, que dejan un mar de  destrucción a su paso, cuando ellos intentan de  derribar aviones enemigos. Y se cubren en un edificio, cuando el bombardeo paso vuelven a salir después de una hora de combate aéreo, la destrucción es mayor con un fuego abrasador

—Esto es horrible — dice  Melek en donde ve la destrucción y los gritos de las personas que se queman dentro de  los edificios, puede sentir sus carnes cómo se asan; esto le hace recordar cuando sus padres murieron en ese accidente, todavía recuerda cuando estaba semi consciente escucha las voces de las personas que están ayudando a su alrededor sus ojos ven llamas que emanan de un auto accidentado los vidrios se derretía lentamente como plasticina, sentía el olor de la carne quemada, es muy similar a lo que está viendo ahora, el olor que emana de la escena en ese momento y las llamas que se levantan cada vez más hasta hacer desaparecer el pequeño auto con las dos personas que están todavía ahí. Después de eso no recuerda más solo hay oscuridad, nunca había tanto miedo en su vida. Y en ese momento vio a un grupo de soldados que los rodean, ellos levantan las manos, eran aliados y uno de ellos se acerca a ellos:

—¡Alto ahí! — dice de repente un  soldado los tres se giran para ver a un muchacho que no supera los dieciocho años.

—Somos espías americanos — dice Hanna muestra su placa de soldado y Diego también lo hace, el soldado se acerca a Melek que se dió cuenta que no era un soldado, aún así no dejaba de mirarla.

—¿Y ella? — le apunta a Melek, ella miraba al muchacho.

—Ella es una exiliada de la política española — dice Hanna — y nos está ayudando.

—De la guerra Civil española — dice Diego — es una gran rastreadora y estamos buscando a alguien de interés.

—Ahora señores necesitamos entregar el reporte de hoy y seguir con la búsqueda — exclama Hanna y los soldados los dejan pasar, pero su capitán tiene severas sospechas sobre los muchachos, pero siguen adelante. Ellos dan un suspiro y continúan con su recorrido.

—Melek, tenemos que salvar el  planeta de Ko y también el universo, es algo inherente — habla Diego después de unos minutos de silencio — hay muchas cosas en juego, lo entiendes ahora.

—Es que yo.. no  — se calla por algunos momentos — no sé sí pueda realmente.

—Toda la galaxia cuenta con nosotros aunque no queramos tú crees que deseamos esto — exclama Hanna — pero tenemos que hacerlo es nuestra responsabilidad todo esto y se lo debemos a todos ellos.

—Mi hermana tiene razón — exclama Diego con tristeza — o quieres que pase lo mismo que ahora en esta ciudad de Francia.

Mientras en el planeta Ko el príncipe Dameron se dirige a la habitación de sus padres y cuando llega,  llama a la habitación de su padre y entra de forma impetuosa:

—¡Padre! — lo llama y esté se despierta inmediatamente al ver Dameron en los pies de la cama.

—¿Qué ocurre, hijo? — pregunta somnoliento y su madre también despierta.

—Los enemigos han invadido el castillo — informa Dameron — esto fue durante la noche.

—¿QUÉ?, ¿CÓMO? — grita el rey que se levanta inmediatamente de su cama y camina hacia su hijo — ¿Cómo ocurrió esto?, ¿Y qué querían?

—Matar a Melek para poseer el talismán de la mente, es algo muy evidente.. rey  — exclama Dameron mientras camina con su padre en el trono del rey.

—Por supuesto así nos  tendrían en sus manos — dice el rey — infeliz ¿Y cómo está ella?.

—Otra mala noticia Melek se ha ido a su planeta o eso creo — exclama Dameron apenado.

—¿Esto no debe ser cierto? — se toca su rostro y se toca una sien — debe ser una broma de pésimo gusto.

—¿Qué haremos padre, sí ella no vuelve? — pregunta Dameron desesperado y también muy preocupado — además mañana se celebra el primer Consejo intergaláctico y todos van a querer verla a ella.

—Espero que la joven Melek se arrepienta de su decisión — exclama el rey — y pueda estar de vuelta con nosotros.