49 - Los Temores de Melek

Melek se retira a su  habitación después que se fue a comer Gaith y Dameron, dentro de la habitación se acerca a una ventana de la nave que mira de forma fija, en ese momento Dameron entra a su habitación con una taza de té para que pudiera dormir algunas horas, cuando se acerca a ella deja la taza de té en su velador y sin que ella se diera cuenta  y ve que su mirada perdida en sus pensamientos más profundos, sus manos están cerca de sus labios como buscando respuestas a sus preguntas:

—¡Melek! — la llama Dameron que Melek se asusta.

—Por el amor de dios, Dameron — dice Melek muy asustada — Me asustaste, ¿Qué quieres?.

—Vine a dejarte un té para que te relajes un rato — dice Dameron.

—Está bien — dice Melek y se acerca a donde Dameron dejó la taza de té y toma un sorbo — muchas gracias por el té está muy exquisito.

En ese momento se quedan mirando un rato y Melek con su taza de té, vuelve a mirar fijamente la ventana en busca de algo que siente que le falta, pero no sabe con certeza y Dameron le dice:

—¿En qué piensas Melek? — pregunta Dameron  queriendo saber lo que piensa ella. —No.. no estoy pensando en nada importante en realidad — evade a Dameron, para no responder la pregunta de él le hace.

—No me mientas por favor — dice Dameron como si pudiera saber lo que piensa Melek — no me apartes de ti, amiga mía.

—Pienso que estas personas o sea  las personas que están en esta nave y en las otras se están arriesgando la vida y su integridad física y en todas las personas o seres que protegemos — dice Melek y piensa en los demás héroes y la gente de la nave — y no sabemos el precio que pagaremos todos nosotros, algunos van a vivir y otros van a morir; eso no me deja en paz..

—Lo sé — dice Dameron mirando por la ventana — es algo difícil, pero es para  que el bien siempre triunfe al final del camino, jamás pediría a alguien que se sacrifique su vida por nada.

—Tal vez vamos a morir todos o no — inquiere Melek tomando un sorbo de té para mojar sus labios  — pero aún así.

—Es solo una de las posibilidades — dice Dameron — esto es como una ruleta algunos morirán otros van a vivir o todos vamos a morir.

—No me gustaría que mueran  todos — se lamenta Melek, mientras que toma un sorbo del té.

—El mal no sabe de compasión, joven Hoffmann — dice Dameron dejando la taza de té de Melek en el escritorio — solo hace el mal y todos reaccionamos ante ello.

—Eso lo entiendo Dameron y me queda muy claro — exclama Melek con tristeza — no tienen que morir personas inocentes, por guerras injustas.

—La compasión es una virtud que es muy poco vista sobretodo en estos días de tanta oscuridad — reflexiona Dameron con una sonrisa — pero la guerra es así.

—¿Por qué tiene que ser así? — lo mira fijamente.

—Mi bisabuelo me contaba historias tan fantásticas de hombres valientes que sacrificaron sus vidas, para que millones pudieran vivir — recuerda a su bisabuelo — y dentro de eso aprendí la palabra amor al prójimo, y la compasión y el sacrificio.

—Que genial debió ser, esas historias — sonreía Melek con ternura y también recuerda los murales de la profecía, pero el rey Hashim es muy diferente — escuchar esas historias.

—Sí — exclama el joven príncipe — Sabes ¿Cuál fue su última predicción antes de morir? — la mira con una sonrisa..

—No — con sorpresa y pensando algo — no lo creo.

—Le dijo a mi abuelo que iba a tener un bisnieto pelirrojo que iba a ser tan valiente que él mismo podría salvar al universo, junto con una chica a la.. — se detiene Dameron y sonríe — y que tenía que ayudarla.

—Entiendo —  sonríe Melek comprendiendo que Dameron jamás le dirá la caverna y los murales de las predicciones.

—Tal vez.. —exclama dameron sin terminar de conectar la idea — ¿Estás preparada para lo que viene? — le pregunta.

—Para muchas cosas si, pero para la guerra no.. jamás vamos a estar preparado para la guerra —  exclama Melek tomando un lápiz y jugando con el objeto —hay que hacerlo para tener un mañana o por lo menos un futuro.. — en ese momento llega Diego y se acerca a Melek y Dameron.

—Falta poco Melek — exclama Diego muy serio..

—Entiendo — se mira las manos y toma su escudo de tipo espartano, con su espada en la cintura; era de tipo otomana larga y muy pesada por lo además, se sube a su motocicleta que era construidos por Dennis. A su llegada al planeta Melek se sube en su motocicleta, en conjunto a los demás héroes, el joven príncipe Dameron y el príncipe Dennis, los demás se están reuniendo al lado de ella, dejan claro su liderazgo y también los demás soldados en sus motocicletas listos para bajar a la batalla, entre ellos están los trillizos Lovelace. En ese momento ya llegan al planeta, era un páramo desértico; en donde comercializan contrabando, y tráfico de personas o seres vivos para fines no muy virtuosos, vienen seres de toda la galaxia. Así que Melek y el ejército descienden detrás de los cerros, esperan detrás de ella; el ejército era liderado por el príncipe Dameron, que en ese momento sube al cerro más empinado y se esconde con un binocular en donde puede mirar el horizonte y los demás héroes se acercan, para mirar al igual que Melek y Dameron dice:

—¡Melek! — exclama Dameron acercándose a ella con cautela.

—Silencio Dameron — dice Melek en voz baja comienza a mirar de nuevo — estoy viendo.. — se detiene.

—¿Qué ocurre? — dice Dameron.

—Mira esto Dameron — le entrega los binoculares a Dameron para que esté mire.

—No están — dice Dameron desconcertado.  — Espera un momento hay algo muy extraño, algo no está.. — se detiene y lo dice con mucha seguridad y tocándose la barbilla, vuelve a mirar. Sin percatarse que Diego llegó hacía ellos:

—Es posible que sea una trampa — dice diego mirando con sus binoculares — es perfecta la situación para una vil trampa así que.. — dice Diego..

—¿Es posible eso? —exclama Halime llegando recién y escuchando lo que Diego dijo — ¿Pero cómo ellos lo iban a saber?.