Veintiocho: El Trabajo Exhaustivo.

Desde la partida de Christian, Melek se siente muy sola. Azra no le habla y no tiene intención de perdonarla, cuando nunca tuvo tales pensamientos. Los días en el Consejo Intergaláctico son largos, el príncipe Dameron la invita a reuniones para el proceder de la investigación. No se ha encontrado evidencias de los criminales y su investigación ha estado estancada, lo positivo es que pudo encontrarse a sí misma. En ayuna hace en su mat de yoga unos ejercicios para su cuerpo, al mediodía va junto a Dameron a esas aburridas reuniones, que solamente le exigen avances en la investigación; después del almuerzo entrenaba con sus dagas que nunca usó y fue un regalo de Mitzrael, en esos días antes de la batalla con Abaddon o lo hace al revés sus rutinas, lo sigue haciendo en los próximos días y siempre acompañada por Badra e Irem, ellas también entrenan. Y comienza a entrenar con esas dagas, primero el trabajo cuerpo a cuerpo con maniobras, después se dispuso a practicar con su pistola; esto le hace recordar sus días de estudiante de la academia.

ᨏᨐᨓ Año 2015 ᨓᨐᨏ

Melek sale de sus clases teóricas y tiene que dirigirse al salón de entrenamiento para mejorar su resistencia física, ya que no siempre fue una gran deportista. En su camino están un grupo de chicos que la miran con desprecio y envidia, a pesar de ello no le importa esas miradas, su interés más próximo es ayudar a su mentor el gran detective Benjamín Domínguez que la adoptó desde que la conoció  y la humilló en su clase por decir algo que desde su perspectiva era lógico, eso lo recuerda tan vívidamente, es comparado cuando Klaus le dió una bofetada en su rostro. Al final de la clase el detective la llama a su oficina y ella va junto a Azra:

    —Me llamó, detective Domínguez — dice ella algo tímida.

    —Sí, señorita Hoffmann — la mira.— Tomé asiento.

    —¿Para qué me llamó? — pregunta confundida.

    —Quiero que vea esto e invité a su amiga la señorita Mataraci que está esperándola afuera — dice el detective.

    —¿Cómo lo sabe? — pregunta sorprendida.

    —Solo haga que entré, señorita Hoffmann — dice impaciente.

    —Está bien.

La muchacha sale de la oficina va en busca de su amiga, a los pocos minutos entra la chica y ambas se sientan:

    —Está aquí, profesor.

    —Perfecto.

El hombre enjuto le entrega una copia de su investigación, Melek y Azra se miran confundidas. El detective hace un gesto con sus manos para que lean el contenido de las carpetas; lo que vieron fue algo chocante era algo sacado de las películas de terror, eran varias mujeres que están horriblemente mutiladas, imágenes que no sé borrará de su mente. Se tomaron su tiempo para leerlo completamente y asimilar las impactantes imágenes, en la mente de Melek no hay cabida tales actos poco dignos ella terminan todos los informes, el profesor las mira con curiosidad:

    —¿Con quién asocia este caso? —pregunta.

    —Con la de "Jack el Destripador" ¹,  ¿tal vez un imitador? ¿O un fans? — es lo primero que dice Melek y Azra sigue.

    —Argumente por favor, joven Hoffmann.

    —El caso de "Jack el Destripador" se puede catalogar como el primer asesino serial como tal en la terminología policíaca como concepto, hay que tomar en cuenta que nunca fue atrapado y no mató a más personas — interrumpe y mira a Melek.—Aunque..

    —Eso nunca se supo, porque en realidad el conjunto de asesinatos de 1888 y los posteriores se le atribuyeron a "Jack el Destripador" — dice.— Hay que tomar en cuenta que en Scotland Yard o la policía en general no hizo un buen trabajo, no contaba con una gran reputación y posiblemente dejaron escapar al asesino.

    —Es más o menos correcto — dice el profesor.— Le diré que sus trazos no son de alguien torpe, sino son precisos.

    —Es solo para sacar algo en específico — deduce Azra.

    —Sí, pero esa  insección debe ser más grande para su mano y su vista — deduce Melek.— Pregunta, profesor ¿Él sacó algún órgano?

     —¿Cómo lo sabe? — la mira con sorpresa.

    —Por lo que me enseñó los libros es observar y puedo ver que el órgano debe ser algo significativo para el asesino o un patrón a raíz de un trauma infantil — deduce Melek y el hombre enjuto la observa con interés.— Según estudios los asesinos seriales existen  a raíz de traumas infantiles generadas por una mala crianza o deficiente, maltrato, abuso físicos o sexuales que  puede generar patrones comunes o también por poder, en algún momento de su vida o infancia se sintió vulnerable y necesitan tener poder sobre su víctima, someterla y asesinarla para conseguir ese poder a través del miedo.

    —¿Cómo sabes eso? — pregunta el hombre asombrado.

    —Leyendo estudios — lo dice seria.— No pregunte el motivo y le digo algo más, profesor.

    —La escuchó.

    —Él va a volver a atacar nuevamente y puedo decir que es un médico, a lo mejor me equivoque — dice con seguridad.

A la semana siguiente cerca de un río encuentra a una chica de veinticinco años que sus ojos fueron sacados de sus cuencas y fue muy macabro la escena del crimen; el detective se dio cuenta que Melek predijo con exactitud su actuar y la víctima es mayor al patrón etario de las víctimas. No quita el hecho que es un asesino serial y que es médico, pero no encuentra un patrón en común en sus asesinatos.

ᨏᨐᨓ En la actualidad ᨓᨐᨏ

El príncipe Dameron le lleva un nuevo caso que es bastante interesante y es digno para sus capacidades, al llegar a su lugar de entrenamiento Melek casi lo apuñala en el hombro y él la detiene:

    —Tranquila — sonríe.

    —¿Qué ocurre, príncipe? — pregunta seria.

    —Vine a traerte trabajo de tu área — sonríe y le entrega una montaña de casos de adolescentes secuestradas para ser vendidas como esclavas.— Y creo que te puede interesar.