Las Crónicas de Melek Hoffmann Iii: Misterio en Giantville

2.2 (Segunda parte)

Mientras tanto a esa hora de las 10: 30 A.M en la mansión, despertaba Vanessa, con su cabellera castaño y rizado todo desordenado, se levanta para ducharse y cambiarse de ropa; se detuvo un minuto para verse a sí misma, Vanessa tenía la misma edad de Alexander, a diferencia que ella aparentaba menos edad; con su piel blanca perfecto, con labios carnosos y sensuales, con senos medianos, y de cabellera rizada y de color castaño oscuro, con una estatura mediana destacaba por su gran atractivo físico y era llamada constantemente por compañías de publicidad, para ser modelo de revista, ella era de Nueva York vivió junto con su madre, hasta que empezó a salir con Alexander Sterling hace unos tres años atrás, ella estudiaba artes en la Universidad de Harvard,ella amaba locamente a Alexander, pero la destruía la eminentemente indiferencia que sentía su novio por ella; ayer en la noche quedó impactada con la belleza del hermano de Alexander, tenía una extraña inocente, y con ese físico de hombre guapo; con esos ojos azules y esa cabellera rizada y muy rebelde, a Vanessa le excitaba la simple idea de llegar con el pobre joven y a su vez se martiriza con esos tipos de pensamientos con respecto a Benito. Bajo hasta la cocina en donde estaba Simone Sterling haciendo los preparativos para el almuerzo, ella era una mujer muy discreta y amable, siente un tremendo amor hacia sus hijos, que por lo además es admirable por parte de ella, a Vanessa le hizo recordar a su madre que de personalidad es igual; al principio no le ve por estar concentrada en la comida y Vanessa dice:

-          Buenos días - saludó con una alegre sonrisa

-            Ahhh niña me asustaste- expresó sobresaltada Simone - Buenos días - con una sincera y amable sonrisa

-       ¿Cómo está usted? - preguntó Vanessa curiosa

-          Muy bien ¿Y tú Cómo pasaste la noche en Giantville?- preguntó Simone

-           Ahhh bueno es muy diferente a Nueva York, pero es muy bonito el lugar- inquirió Vanessa

-        No te preocupes me ocurrió lo mismo cuando llegamos de la natal Francia - confesó Simone con tono confidencial

-       ¿Enserio? - preguntó sorprendida

-        Es verdad, antes en Giantville era más rural - inquirió

-          Ohhh y ahora que se ve más moderno - replicó la joven más curiosa aún

-        Desde que mi esposo abrió la empresa cambio mucho la ciudad-  intentando de resumir toda la historia de Giantville

-        Ohhh - cada vez más curiosa 
En ese instante entra a la cocina, Benito con todavía su pijama puesto un poco perdido, para la joven fue un impacto verlo con sus ojos que son iguales a su madre, pero estos son más limpios y transparentes, con su cabellera rizada y muy desordenada, con ese rostro perfecto e inocente, el joven movía sus manos muy rápidamente como un poco alterado por algo; y tocándose su cuello desesperadamente e intentando de articular palabra alguna y que al parecer no salían de su boca:

-          Mmaa - intentando de decir la palabra - mmaadreee - soltó finalmente

-        Si hijo - se da vuelta Simone y le presta atención, le toca el hombro

-         ¿Dóóóndeeee eestáá AAleexxx? - preguntó Benito un poco alterado

-          Hijo tu hermano fue a trabajar con su padre-  intentando de explicar

-  ¿Vaa aa voolveerrr mii heeermmaaanoo? - preguntó Benito más alterado

-         Si hijo - inquirió la madre - hijo ¿Te tomaste las pastillas? - preguntó preocupada

-          SSiii maaddrree - respondió con calma - mmmaaadrreee puueedees deeciirleee aa AAleexx qquee veenngaa deespúúess aa laaa haaabiitaaciiióónn

-         Bueno hijo anda a tu habitación  - le besó en la frente a Benito con ternura y este se marchó con toda tranquilidad a su habitación, su madre siguió cocinando tranquila y Vanessa miraba hacia el pasillo con deseos de ir a la habitación de Benito Sterling, para verlo estuvo unos minutos mirando la rutina que en realidad no le interesaba; intentó de salir de forma simulada, pero la mirada penetrante de Simone la perseguía:

-         Señora quiero ir a la habitación - inquirió Vanessa

-         Puedes ir querida - exclamó Simone

-          Voy..... a buscar - inquirió la joven

-           Anda a buscar lo que necesites - exclamó Simone tranquila

Esta fue caminando por el pasillo, estaba oscuro excepto la habitación de Benito que era la más iluminada; el ambiente de esa mansión era oscuro con su arquitectura, de principio de siglo pasado con sus candelabros, sus pisos de dos colores negro y blanco que da la impresión de ajedrez y que todos los integrantes fueran peones en el mítico juego, su impresión de las paredes de mármol es de los mayores sufrimientos, su largo y tenebroso pasillo que emanaba los mayores miedos escondidos en los corazones de la especie humana; su fría temperatura parece que espíritus de ultratumba emanaban en ese pasillo personificaba el miedo, Vanessa pasó rápidamente para no volver a pasar por esa extraña sensación; fue a la habitación de Benito de manera sutil como una gacela vio la puerta abierta y entró, en ese momento no estaba el joven; contempló una gran habitación, llena de libros de cualquier eje temático, tenía un pequeño desorden era normal y en ese momento salió del baño con una toalla enrollada en la cintura, Vanessa no pudo contener su impresión; el chico era demasiado atractivo, con su anatomía equilibrada era de hombros anchos, con una piel pálido y su cabellera larga y rizada, sus brazos son fuentes era el hombre deseado, pero lo que destacaba más es su eminente inocencia, en ese momento Benito te alteró bastante y con vergüenza

-         ¿QQuuéé haaaceesss aaqquuíí? - preguntó alternado el joven

-          Perdón me equivoque de habitación - ella estaba un poco avergonzada

-          LLaa haabiitaaciióónn dee AAlleexx esstáá aall llaaddoo -  replicó el joven

-           Si perdón, te pido una sincera disculpa - exclamó  Vanessa con sus mejillas rojas de la vergüenza, salió inmediatamente de la habitación; lo hizo con intención, pero se impresionó ante ese chico; él era mil veces más atractivo que Alexander, su cuerpo y ser todo lo de él; tenía la esperanza de seducir al joven, como era muy inocente nunca salía de su casa es más fácil de utilizar sus armas de seducción.



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En el texto hay: misterio, misterio y crimen, misterio suspenso

Editado: 25.06.2020

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