Las Crónicas de Nauzet: Nuevo Orden Europeo

Capítulo 2. Hadler Rosenthal

Aquel hombre rubio con la barba de tres días, que le hacía aún más atractivo, posó sus ojos azul cielo en los papeles, ya insignificantes, que tenía en la mesa y seguidamente se llevó las manos a la cabeza, como gesto de cansancio tras aquel día agotador. Y aún quedaban un par de horas antes de poder descansar.

Se levantó del escritorio y apagó la pantalla de su ordenador. Paseó por su despacho, admirando algunas de las fotos que había colocado en la pared y que captaban momentos importantísimos para él y su carrera y se desabrochó un botón más de la camisa blanca. Se quitó la maldita corbata que tantos apuros le hacía pasar. Con las manos en los bolsillos y la cabeza mirando al techo escuchó la llamada a su puerta.

—Adelante.

La puerta del despacho se abrió y tras ella apareció una joven de pelo rizado de color castaño claro. Vestía una camisa y una falta alta que casi le llegaba al pecho pero que dejaba ver sus piernas y sus tacones bajos. En la mano llevaba una carpeta con una gran cantidad de papeles.

—Hierach Rosenthal, el equipo de gobierno espera.

—Gracias señorita Frank. Déjeme cinco minutos.

Rápidamente se dirigió al baño de su despacho para asearse un poco y retocarse el pelo así como ponerse de nuevo el impecable traje, de cara a la reunión tan importante que se aproximaba.

Había llegado el gran momento. Todo, toda su vida se jugaba en aquella noche que iba cayendo sobre el cielo de Berlín. Y es que por más que le daba vueltas a la cabeza no conseguía comprender la magnitud de todo aquello. Su plan, o el plan programado desde hacía décadas, se estaba cumpliendo, al fin los deseos y aspiraciones de tantas generaciones alemanas se iban a ver cumplidas, esta vez sí. Desde pequeño, desde la triste habitación del orfanato había soñado con lo que había ocurrido y lo que estaba por suceder.

Hadler Rosenthal había llegado al Partido Liberal Alemán como uno de otros tantos, pero fue su carácter de líder, fuerte y espontáneo lo que le hizo escalar posiciones hasta colocarse como Secretario General del partido y fue erigido Canciller de la Alemania sostenedora de la Unión Europea a mediados de 2031. Eso sí, ayudado por la fuerte crisis financiera que azotaba al capitalismo mundial y a su revolucionario programa electoral, tan discutido, debatido y criticado tanto por miembros de su partido como de la oposición, tachándolo de imposible y demagogo. ¿Cómo podría subir el salario máximo a esa cantidad de dinero? ¿Cómo podría realizar todo aquello que había prometido…? Para Rosenthal la respuesta estaba en la Historia y más concretamente en la reciente historia alemana.

No consiguió la mayoría absoluta pero pudo formar gobierno y dedicarse a su país y a sus habitantes. Y todo, absolutamente todo lo que el programa electoral dictaba lo llevó a la práctica. Él era un político de verdad, que no creía en la democracia pero que la usaba perfectamente para el beneficio de todos los alemanes.

Su objetivo, al principio era conseguir la mayoría absoluta en las próximas elecciones, aunque el panorama internacional había dado un giro y las metas habían cambiado.

Hadler aprovechó las duras condiciones de Alemania cuando llegó al poder: una alta tasa de desempleo, hambre, inmigración, la decadencia política etc. Por todo ello los panfletos, carteles, anuncios y demás del Partido Liberal causaban furor y una alternativa para el gobierno, tras la remodelación del partido con gente joven, ambiciosa y de buen ver.

Se remodeló también la economía por completo: expropió terrenos a las grandes empresas y grandes propietarios. Eran millones de hectáreas de tierra que fueron vendidas a un precio asequible a obreros y trabajadores, formando así un sector primario basado en pequeñas explotaciones que aumentaban la productividad y bajaban a la vez la tasa de paro.

Bajó los impuestos e intervino en las empresas y la economía, controlando precios y salarios. Recaudó millones de euros de las clases más altas, mediante una ley que aún es Secreto de Estado, no se sabe cómo consiguió realizar esto y llevar adelante esta medida, robarles a los más ricos para arreglar Alemania. Estaba claro que Rosenthal no se andaba con rodeos e iba a por todas cosa que glorificó al Canciller en toda Europa.

Con esta gran inyección de dinero renovó y promovió la construcción de nuevas carreteras, ferrocarriles y aeropuertos, así como el arreglo de las que no estaban en condiciones. Todo punto de Alemania tenía que estar lo mejor comunicado posible. Creó una nueva policía que actuaba al margen de la “Polizei”, la llamada Wiederstand-Waffen, con secciones especiales para delitos fiscales que ayudaron más a la economía del país. Construyó incluso una sanidad pública y gratuita y la inmigración irregular fue controlada.

Pero la reforma estrella vino en el campo de la defensa: apostó por la investigación y el desarrollo de nuevas armas, aviones de guerra, técnicas de asalto, formación, equipación etc. Reforzó el ejército con miles de puestos más. ¿Se estaba preparando para una guerra? Quizá. La situación internacional estaba tensa y podría surgir un conflicto armado y para ello había de estar preparado. Pero lo que Rosenthal consiguió con todo esto fue bajar el desempleo, subir los sueldos a todos los alemanes y activar el capitalismo basado en un consumismo continuo. Poquito a poco fue haciéndose cada vez más popular y la población alemana estallaba en júbilo con Hadler Rosenthal y el Partido Liberal, el populacho lo nombró Hierach Rosenthal, el jerarca del pueblo. Lo habían hecho. Toda Alemania ahora era liberal. Habían cumplido un objetivo.




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