Las crónicas de Necros

Capítulo 24

          Brenda corría por la planta baja de la casa, tratando de buscar una salida, estaba horrorizada después de ver a Ricardo ser partido por la mitad y arrojado al suelo como un muñeco de trapo, corrió lo más rápido que pudo escaleras abajo tratando de salir de la casa. – Debe haber… Forma de… - Decía desesperada y asustada mientras corría horrorizada. La puerta principal no habría, gracias a las runas que Necros puso en esta y alrededor de toda la casa, tampoco las ventanas ni la puerta trasera, ni siquiera la de los perros. La niñera corría tan rápido como “Esa tonta falda”, como hace poco le había llamado, se lo permitía.

          De pronto una voz detuvo toda acción de la niñera. - Detente mujer. – Una figura alta se posó frente a Brenda. - ¿A dónde crees que vas? – Le preguntó.  Efectivamente era Necros, quien se encontraba frente a esta mujer. Ella se puso pálida al ver al hombre frente a ella, todos los demás se encontraban detrás de él. – Anda, responde. – Dijo él con las manos cruzadas al pecho.

          - Y… ¿Yo? – Preguntó con la voz temblorosa.

          El hombre la vio, ella no pudo sostenerle la mirada. - Si, tu. – Respondió Necros quien ni se inmutaba ante la mujer, hasta llegaba a poner a Brenda un tanto nerviosa.

          Le temblaba la voz, trataba de mantener la compostura, le resultaba un poco difícil con esos ojos negros penetrando su alma a través de sus propios ojos. - Yo a ninguna parte. – Se le dificultaba hablar sin que su voz temblara. - ¿Por qué? – Preguntó la mujer asustada.

          - Porque tú me vas a ayudar. – Le dijo él mientras la llevaba de vuelta a las escaleras. La tomó fuerte de la muñeca y tiró de ella arrastrando a la gorda mujer contra su voluntad. Los niños y Gloria solo veían la escena inmóviles.

          La mujer luchaba por soltarse de las manos de aquel hombre. - ¿Cómo te puedo ayudar? – Preguntó la niñera, sus intentos por liberarse eran inútiles. – Yo no sé nada de demonios ni de eso. – Decía viendo al hombre. No sabía ni que pensar, estaba espantada. No se recuperaba de lo que acababa de ver. Luchaba contra la fuerza física de Necros, intentando liberarse. – Aquí el que les conoce bien eres tú. – Intentaba inútilmente soltarse de la mano del exorcista.

          - No creo que sea de mucha ayuda, está muy asustada. ¿Estás seguro de esto? – Le preguntó David quien solo los veía junto con Gloria y su hermana desde atrás del hombre cómo la niñera luchaba para evitar se arrastrada contra su voluntad de vuelta a la habitación de la pequeña.

          Necros no hacía esfuerzo alguno por forcejear con Brenda. - Así es. – Dijo él. - Tal vez yo pueda conocer bien a los demonios. – Hizo una pausa de suspenso. - Pero aquí la única que conoce a la niña, eres tú. – Dijo él a la niñera, ambos se detuvieron. – Entonces dime. Alguna debilidad ha de tener. – Necros estaba convencido de, que la niñera conocía el secreto para ganarle al demonio. Alguna debilidad, algún punto susceptible. Algo que pudiera hacerla debilitarse.

          Gloria desesperada se interpuso entre ellos. – ¿Cómo podría esta mujer ayudarte? – Le preguntó a Necros. Estaba muy ansiosa de volver arriba, sabía que debían terminar el trabajo y ella terminar con la tarea que el conclave le había encomendado.

          La niñera lo pensó por un par de segundos, rebotando su índice en el labio inferior. Entonces, y casi de repente, tuvo una idea. - ¡Así es! – Dijo ella, ni siquiera prestó atención a las palabras de Gloria. – Le gusta que le cuenten cuentos por las noches. – Brenda entonces recordó. – El señor Javier suele contarle cuentos antes de dormir. A la niña le gusta mucho. Cuando él no puede contarle algún cuento suelo hacerlo yo, aunque no soy tan buena como él para contar cuentos. – Seguía intentando inútilmente soltarse de la mano de Necros.

          Necros abrió la boca sorprendido. - Esa es la respuesta. – Dijo él señalando a la niñera con su índice libre.

          - ¿De qué hablas? – Preguntó la niñera asustada.



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En el texto hay: angeles, exorcismo, demonios

Editado: 24.04.2019

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