LA ULTIMA FLOR DE CEREZO

Hace 20 años

Ciudad Itabashi o Barrio especial Itabashi

Distrito Hitoshi Japón

Urbanización Hiroshi

Dentro de esta urbanización, encontramos una verdadera masacre perpetrada por un grupo de hombres que usan máscaras en forma de dragón. Ambos se las quitan y revelan ser un par de hombres jóvenes de piel blanca, rostro joven y que usan uniforme ninja de color negro.

—Es gratificante no sólo cumplir la misión, también acabar con los enemigos hasta que no queden rastro de ellos—

Dice el más joven que tienen el cabello largo suelto ojos verdes y su rostro es suave. Pero a la vez perversa, lasciva y llena de maldad.

—¿Acaso no sientes compasión por tus enemigos?

Dice el mayor de los dos que tiene el cabello largo recogido con un lazo, su rostro es más grueso y cuadrado, sus ojos son negros, nariz respingada.

—Oh vamos Ryuji no lo tomes enserio ya has matado gente antes—

Dice otro ninja que se quita la máscara de dragón, revela tener el cabello marró que está recogido con una cola de caballo, ojos cafés y rostro alargado.

—Pero no a mujeres y niños.

—Era necesario si queríamos ganar el favor de la Yakuza, si no lo hacíamos ellos nos exterminarían.

—No es eso sabía que era necesario, pero fuimos muy lejos. Nos comportamos como unos verdaderos sádicos.

—Y te sientes mal por ello.

Replica otro ninja que quita su máscara revelando tener un rostro joven, nariz pequeña, ojos y cabello rojo.

—La filosofía de nuestro clan es preservar la vida a cualquier precio.

—Pero también es parte de nuestra filosofía que el fuerte es el que sobrevive para impartir justicia al siguiente día. Si queremos alcanzar nuestro objetivo y sin importar si son mujeres o niños debemos eliminar a todos los enemigos que se interpongan en nuestro camino.

—Si tranquilízate, deberías alegrarte porque ganaremos su favor y estaremos a un paso de lograr nuestros ideales.

Ryuji se acerca y le da una trompada en la cara que lo derriba

—Hey qué te sucede porqué me pegas.

—Eso es lo que se merece un asesino desalmado.

—Cómo te atreves.

Pero Ryu se interpone entre ambos.

—Sugiero que nos vayamos antes que la policía llegue, Ryuma reúne a los hombres y tu Soryu ve por tu hermano y preparen todo para irnos de aquí y en cuanto a ustedes dos: Somos aliados y tenemos un fin en común. No podemos permitir que nuestros sentimientos personales se interpongan en nuestro deber.

—Entiendo y lo siento.

—No es suficiente, exijo una satisfacción.

—Ya es suficiente, no quiero darle malas noticias al: "Gran Dragón" de que dos de sus hijos se pelearon.

—De acuerdo, lo pasaré por esta única vez, pero te lo advierto si se cruzas una vez más en mi camino no tendrá la misma suerte.

—Lo tendré en cuenta.

—Y te sugiero que te tranquilices, el Gran Dragón te aprecia, no querrás decepcionarlo.

—Porsupuesto que no.

Y Ryu y Ryuma se alejan dejando a Ryuji solo.

Aquí es cuando oye el ruido que hace un bebé y se acerca a una de las habitaciones, es una pequeña niña de piel blanca como la nieve y su cabello es de color cerezo que llora porque ha perdido a sus padres. Ryuji agarra al bebé, le da un beso y se retira del lugar sin pronunciar palabra alguna. Más tarde esa noche, Ryuji llega a la alcoba del Gran Dragón. Se presenta ante un hombre imponente que cubre su cuerpo con unas mantas color negro y carmesí y cubre su rostro con una máscara horrible de Dragón, le muestra a la bebé que encontró en la urbanización y pide clemencia por su vida.

—Padre vine aquí pidiéndote una audiencia porque quiero que salves la vida de este bebé. Es verdad que nació y pertenece al clan Hiroshi nuestros antiguos enemigos. Pero es solo un bebé y tiene mucho porqué vivir.

Pero Ryuma que aparece repentinamente en la alcoba interrumpe bruscamente la discusión mostrando su malestar ante su Padre pidiendo que no considere los ruegos de Ryuji y que le de muerte al bebé.

—Pero es el enemigo y debe ser eliminada. Por años fueron nuestros competidores y si no actuábamos primero ellos nos habrían eliminado. Debemos desaparecer todo rastro de ellos por eso propongo que nos deshagamos de ella antes que sea un problema para nosotros.

—Estás loco es solo un bebé. Te recuerdo que nuestro deber es preservar la vida.

—Pero no especifica cuál.

—Eres un maldito.

—¡Basta!, tomando consideración de ambas partes he tomado la siguiente decisión: La vida de esa bebé será preservada. Sin embargo, estará bajo mi tutela de acuerdo. Es mi decisión final y no se atrevan a contradecirme o lo lamentarán entendido.

-Sí señor-

Dicen los dos al mismo tiempo.

—Los dos pueden retirarse.

Ryuji y Ryuma se retiran y ambos continúan la discusión.

—Esto no quedará así Ryuji, juro que me vengaré.

—No te preocupes por eso Ryuma. Estaré atento a tus ataques.

Y ambos se dirigen por lados opuestos del corredor siguiendo su propio camino.

—No permitiré que te burles de mí algún día me vengaré de tí y de ese bebé lo juro.

—“Así que deseas vengarte de tu hermano”-

—¿Quién dijo eso?

—“Puedo hacer que tu deseo se haga realidad, pero harás todo lo que te diga”.

¡Puedes hacerlo!, si es así te entrego mi alma a tu servicio.

—No es necesario que me la entregues: "Tu alma ya es mía".

La tela del espacio se corta y del agujero que se forma sale un bufón que cubre su rostro con máscara de payaso y con su oz ataca a Ryuma por la espalda. A continuación, se oye un grito, pero nadie acude a auxiliarlo.

FIN