Conocí unos ojos hermosos, simplemente maravillosos.
Un corazón herido encontré, cansado y cortado te mire.
Nos amamos casi al instante, y no te saque de mi mente.
Te vi en el suelo, aquella tarde de consuelo.
Soñabas con despertar, pero solo te volviste a cortar.
Te encontré destrozado, sollozando en el piso de aquel salón.
Con los ojos cansados, al terminar nos adoramos.
Cuando estuvo cerca el final, ese aroma primaveral;
Se marchó y con ello esa primavera ya no se sentía tan eterna.