La oscuridad estaba comiéndose su hogar cuando despertó. Miró la agenda y vio el compromiso importante: entrevista a Wattson.
Anduvo a tientas por la habitación buscando la ropa adecuada y partió a afinar los detalles del día. Ya no tenía ganas de dormir. Saber que pronto estaría ante ella y su grabadora la figura más importante e inaccesible de aquel momento a nivel mundial le había quitado el sueño de la mañana.
Todo debía ser perfecto y lo tenía más que claro. Desde su cabello hasta los dedos de sus pies brillaban el orden y la limpieza. Una gran combinación entre profesionalismo y belleza. Sonrió frente al espejo, guiñó un ojo, levantó una ceja y comprobó que no se había convertido en un maniquí. Prefirió no maquillarse mayormente para conservar el aspecto de humanidad necesario para el encuentro.
Miró la despensa y decidió hacerse el desayuno típico: yogurt, pan tostado con mantequilla y un café cortado. Lo comió tratando de disfrutarlo, pero la idea de estar frente al gran genio underground que estaba remeciendo la realidad le copaba la cabeza. Poco le importaba si tenía una audiencia con el científico en persona o si iría un representante de Wattson a aclararlo todo.
Leyó el cuaderno con las anotaciones de Javier sobre las ideas del hombre de ciencias y se estremeció al pensar un poco en la cantidad de cosas que este hombre postulaba en la Deep web; no creía en la existencia de Wattson hasta que este desapareció sin dejar rastros de su trabajo.
El arduo trabajo de Javier —pirata informático de alto nivel y jerarca de la parte cibernética de la corporación— en conjunto con el suyo le consiguió una audiencia.
«Javier dijo que fue demasiado fácil» pensó mientras echaba el revólver y el gas pimienta en el bolso «mejor voy con naturalidad y cuidado» dijo cambiando el bolso por una cartera.
Leyó una página del principio que marcó con especial decoro.
El hombre es un tipo demasiado genial. Sus conocimientos sobrepasan todo lo que he visto en el lado más indescifrable de la red. Es muy astuto y ha logrado burlar cada sistema informático de alta seguridad que ha deseado. Es un científico con un conocimiento técnico increíble y maestro de la robótica; ha hablado de un modelo matemático para el espacio-tiempo y de una posible segmentación de éste. Me llama la atención haberlo encontrado tan fácilmente por un post descuidado; espero que haya sido un descuido y no un impostor. A pesar de que arregló el fallo apenas pude ubicarlo, existe la posibilidad de que sea un falso Wattson y eso nos complicaría demasiado las cosas. Esto puede ser el primer paso al mayor hito científico, periodístico, político e informático de la historia conocida. Si lo que cazamos es el verdadero Wattson, hay que cuidarlo a toda costa.
«Da un poco de miedo saber que el hombre al que ayudaré es así de genial. Tal vez sea una trampa de alguna secta, un grupo terrorista o algo por el estilo, pero valdrá la pena documentar esto» dijo guardando la cámara de mano, la batería adicional y la grabadora.
Se fue de casa puntualmente y lo esperó serena en la sala de espera del salón de reuniones durante cinco fugaces minutos. Un hombre de estatura media, tez casi dorado oscuro y cejas descuidadas la saludó.
De partida la situación se iba haciendo neutral: la estatura los mantenía en el mismo nivel.
—¿Es usted Wattson?
—Wattson es mi nombre en la Deep web y por el que me conocerá hoy, señorita.
—¿Le molestaría decirme su nombre real?
—No tiene caso. No existe ningún registro que pueda corroborar quién soy. Existe una aproximación, pero hace veinte años que no se ha renovado, por lo que perdió toda validez.
—¿Y la huella digital?
—Me las borré en un accidente. Uso parches de piel para tomar las cosas.
—¿Retina?