Las dos caras de Amelia

Capítulo 5

Diego no podía conciliar el sueño, miraba la hora cada vez que podía, esperaba el momento  para poder salir sin ser visto por los otros compañeros. Pasado un largo rato vuelve y mira la hora. 

– Las 2:00 de la madrugada. Susurró, se levanta con cuidado y mira a Joel dormir 

El niño siente los pasos de Diego y se levanta de inmediato 

 – ¿Ya te vas?

 Diego frunce el ceño y se detiene en la puerta. 

 – ¡Carajo!, gruñó – Pensé que dormías. 

– No puedo dormir no es mi casa. Respondió

– Si como sea, y sí, ya me voy, recuerda lo que te dije, si no he regresado al amanecer y te llegan a preguntar por mí diles alguna mentira que sea creíble ¿Entiendes?. Trataré de venir temprano 

  Joel asiente 

– Sí, ya me lo ha dicho un poco de veces, no soy retrasado. Diego frunció el entrecejo – Podría decirle a mis hermanos que los amo. 

– Eso también lo has dicho un poco de veces. 

Joel somrio. 

Diego asiente y sale con mucho cuidado hasta estar fuera de la casa...

Hace pare en una gasolinera que funciona las 24 horas y compra todo lo que los niños pueden necesitar mira su reloj y se da cuenta que ya son las 3:00 am de la mañana  aún le falta camino..., Después de un rato, vuelve y mira la hora, "las 3: 10", sonrió a medias, pues él tiempo le jugó bueno o su alta velocidad al conducir fue la apropiedad ya que de la mansión hasta este lugar estaba bastante retirado. 

Llegó  a la casa donde estos niños vivían, bajo del auto y abrió la puerta, reparó toda la casa con la mirada,  se acercó a una mesa donde está un portarretrato, la familia completa. Su rostro se apagó. 

– Me imagino lo feliz eran. Dijo en voz baja. ♥️♥️♥️♥️

Lo tomó en sus manos, dió pasos por toda la casa,  entra a la cocina, abre todos los gabinetes hasta encontrar bolsas, decide llevar cosas para el uso de los niños, abre el refrigerador toma todo lo que puede...

 Recorre la casa hasta encontrar las habitaciones de los niños, teniendo en cuenta que no tienen nada de ropa, entra a la que cree que pertenece a David sacando su propia  conclucion por las fotografias que ve en la puerta del closet, toma las cosas de él las guarda en las bolsas, sale mirando la habitación del frente, al entrar nota la decoración llamativa, notoriamente era la habitación de Amelia, se acerca a la cama y toma una muñeca de trapo la mira entristecido.

 - pobre niña, susurró, no debió vivir esa experiencia tan trágica.

Guarda la muñeca, una manta que está tendida en la cama, registra el clóset de la niña y  guarda ropa  en las bolsas, mira la hora nuevamente 4:00am 

 - tengo que apresurarme.  

Sale rápidamente enciende el auto y acelera lo más rápido que puede, tiene que llegar a tiempo donde están los niños aparte de que debe llegar a su puesto de trabajo a más tarde 7 de la mañana... 

Pasado unos minutos  conduciendo llega a la cabaña donde dejó a los niños, bajo rápido y los llamó tocando la puerta, ellos se espantaron, Amelia toma la mano de David fuerte. 

- niños soy Diego, abran rápido 

Al escuchar la voz y el nombre corren abrír la puerta 

 - ¿se asutaron? Preguntó, les regala una sonrisa.

 Amelia lo abraza 

- si señor, respondió con una tierna voz

 - tranquilos aquí están seguros, no pasará nada, niño ayudame a bajar las bolsas que están en el auto, niña arreglemos y desenpolvemos este lugar, ordenó.

Ella asiente, ambos limpian el lugar mientras David desempaca las bolsas y acomoda los alimentos en un refrigerador pequeño, toma la última bolsa y se fija que son pertenencias de ellos. Sorprendido le pregunta

 - ¿llegó a nuestra casa señor?. 

 - sí, espero y no se molesten, me tomé el atrevimiento, ustedes no tienen  ropa solo la que llevan puesta. 

Amelia sonríe pero aún su carita sigue triste 

 - ¡mira Amelia!, tu muñeca, dice David entusiasmado 

Ella la recibe alegre, tiene algo con que jugar, David saca por último el portarretrato.

  - nos trajo una fotografía familiar, dijo en voz baja 

Amelia la miró, no podía controlar el movimiento que hace su pie derecho, Diego nota que la pierna de la niña que hace movimientos incontrolables. Preocupado le dice

  - acércate ¿Te duele tu pierna? 

  - no señor 

Solo la miró pensativo,  por lo que ve en ella obviamente es un tic nervioso desarrollado por la experiencia que tuvo al ver morir a sus padres en su presencia. Diego  mira la hora 5:48 am 

  - escúchenme niños, Tendré que irme nuevamente 

 Entristecidos solo bajan sus miradas, el nota esa tristeza 

 - no se preocupen yo regresare y los cuidaré a los tres apartir de hoy son mis hijos, no permitiré que nada les pase. Es hora de marcharme, ellos lo abrazan para despedirlo. Se va rápidamente a toda velocidad preocupado por la hora... 

 

Tocan la puerta varias veces, Joel adormitado abre. 

 - ¿ Niño donde está Diego? Pregunta un hombre

 - estaba aquí hace un momento 

El extraño asiente

 - ok niño sigue durmiendo 

 Joel cierra la puerta, pero se preocupa por la hora no sabe qué habrá pasado, se lanza como costal en la cama esperando que Diego no demore en regresar

Mira la hora mientras conduce 7:25 

 - llegue a tiempo 

Baja del auto, se saca la camisa, se Alborota su cabello para aparentar estar recién levantado por si lo llegasen a ver,  se echa un poco de agua en el rostro, logra entrar a la casa teniendo  precauciones,  llega a la habitación y  al entrar Joel se espanta. 

 - Buenos días niño 

 - Buenos días ¿Te vieron?

 - habla bajito, Desordenando su cabello en forma de cariño, no me vieron, eso creo 

 - ¿Mis hermanos? 

 - Están bien, les dejé alimentos por unos largos días, ¡También hice algo!

 - ¡algo!  ¿Como Qué? 

 - llegue a tu casa 

Abrió sus ojos al mismo tiempo que su boca expresando asombro 

- ¿De verdad?  ¿Que hiciste ahí?, Dijo un tanto molesto




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