Las dos caras de Amelia

Capitulo 13

 - ¿Que haces Rafael?, Pregunto extrañada

 - Ni yo mismo logro entender que hago aquí 
Tenía su frente apoyada en la de ella.- Moría de celos cuando te vi irte con él, ¡Ni siquiera sabía que tenías novio!. 
Sandra no respondió, solo lo escuchaba..., Colocó sus manos acunando  el rostro de ella quedando tan  cerca que  la punta de su nariz rosaba con la de ella.

 - vete Rafael, le pidió, ¡Por favor!, habló jadeante, su pecho subía y bajaba al compás de su ritmo cardíaco, su cercanía la tenía nerviosa.

 - ¿Quieres que me valla?, Pregunto increpandola, ella  guardo silencio. ¿Te hice una pregunta?, Inquirio, ¡Contesta!, la acecho insistente ante su silencio.

 Pensativa e indecisa respondió

- Sí, me siento confundida. Dudó, no sabía como reaccionar.
Rafael acercó su boca a la de ella, hablo haciéndola estremecer.

  - yo soy culpable de tu confusión, mordió su labio inferior succionando lentamente, su boca era apetitosa y despiertaba pasión en él. ¡Entonces me iré Sandra!, Dijo derrepente, le da un beso en la frente. ¡Adiós!. Se despidió alejándose...

Quedó de pie, frunció sus labios pensando entre sí, "¿Porqué siento esto en mi pecho, que es lo que me esta pasando?". Suspiró...

 - Espera.

Rafael se detuvo al escuchar su voz, cerró la puerta con una sonrisa de ganador, giró para verla de frente...  Ambos se miraban fijamente, ella lo miraba tímida y él con su mirada la quería devorar.

 - Tengo que terminar lo que empezé Sandra. Dijo en tono en un tono de voz hostil, se acercó  a ella y la  tomo  entre sus brazos, acercó su boca a su oído y susurró. - Vamos a ducharnos, sugirió demandante dejándola sorprendida y llena de curiosidad... 



                                     * 

Amelia se sorprendió al ver que su hermano a la nada de estar de pie en la entrada del apartamento, él abrío la puerta

 - ¿Que paso allá fuera?, La acechó 

Amelia negó

 - ¡Pues nada hermano!, solo un borracho que estaba fastidioso con una vecina. 

Con recelo preguntó

 - ¿Estás segura Amelia? ¿Segura que no era contigo? 

 - ¡Claro que no!, Lo toma de la mano para ayudarlo a sentarse, ¡Puedes estar tranquilo!, no permitiré que nadien me falte es respeto. Le dio un beso en la frente, te haré algo comer. 

 Sonrío más calmado 

- ¡Cuéntame!, ¿Como fue tu primer día?. 

 - ¡Muy bien!, ¡Si supieras que mis compañeros son geniales! Se llaman Sandra  y Rafael.  

David notó la alegría en ella. 

-  ¿Rafael?

- Si, así mismo me sentí cuando se presentó, recordé a ese. Se cohibio en decirlo, ¡En fin!, Imagínate que ellos...

 Le contó todo lo que había pasado en su primer día de trabajo incluyendo la atracción que notó  entre ellos... 



                                            * 

Joel caminaba junto a su jefe, se dirigían hacia la empresa textil, percibió cierta indiferencia. Jhon estaba distraído con  preguntas, inquietudes,  saber que pasó con los dos trabajadores, no era su día.

Inesperadamente se detuvo 

 - Joel quiero hacerte un par de preguntas.

  - Digame señor.

  - hace días perdí a dos de mis trabajadores... ¡Supongo que están muertos!. Dijo casi convenvido

 - ¿Porque lo supone?, Lo acechó, puede ser una posibilidad. Inquirio

  - Eras muy cercano a Diego, ¿no sabes nada, de él no has tenido contacto con él?, Dijo increpandolo 

  - le seré sincero señor. Me preocupa Diego pero desde que estamos aquí, no he sabido de él, trago en seco, sentía punzadas en su pecho. 

John se inquieto, desde niño tiene  a Joel y enterarse de la posibilidad de que pueda ser su hijo lo atormentaba.

 - Te seré sincero Joel. Mandé a investigar a Diego. Varios de los muchachos lo veían irse de madrugada a escondidas cuidandose de que no lo vieran, ¡Sabes que es imposible! Tengo cámaras por todas partes, Joel escuchaba atentamente sin demostrar aflicción. - El hombre que viste hace unos días lo estaba siguiendo, algo descubrió y debe ser muy grave porque también desapareció. Era frío al hablar.

No mostraba importancia a lo que su jefe  decía, pero si le afectaba  su confesión, pues ya lo presentía.

 - El señor Diego fue una persona muy importante para mí, pero  siempre fue reservado. Desde que estoy aquí solo alcanzo a mencionar que tuvo dos hijos.

Jhon no esperaba escuchar eso, quedó sorprendido, no dudo en preguntar 

 - ¿Sólo te dijo eso?, Dijo intrigado

 - si señor, no hablaba nada de su vida personal. Respondio neutral, Joel ataba cabos, analizaba su reacción, confirmó. Solo eso señor,  no le gustaba hablar nada de su vida personal.

Pensativo por las aclaraciones de Joel siguió hacia delante diriendose hacia la recepcionista. 

 - ¡Buenos días!, No estoy para nadien. Dijo malhumorado.

 - Si señor como ordene. Contesto rápidamente un tanto sorprendida aunque ya era normal que su jefe fuera gruñón e insociable.

Jhon se detuvo antes de entrar al ascensor, Joel lo seguía. 

- Dile a la Srta que te enseñe los documentos de las cuentas que se necesitan cancelar en el Banco. Ordenó

El asiente algo extrañado pues no esperaba hacer ese tipo de diligencias. Se acerca a la señorita repitiendo las palabras de su jefe, lo cual ella asiente explicándole con detalles...



Entró a su oficina con cierta incertidumbre, quería saber que pasó y que fue lo que descubrió Rafael uno de sus hombres de confianza. Sacó del bolsillo de su pantalón su celular para hacer una llamada.

 Al escuchar la voz en la otra linea dijo de inmediato

 - Necesito darte instrucciones, tenemos que vernos ven ahora mismo a mi empresa. Demandó como era su costumbre, colgó la llamada.

La persona a la que había llamado se encontraba en un bar tomando. Era un hombre alto que intimidaba con tatuajes, en específico dos alas de angel en su cuello. Entre otros. Una mirada perturbadora, su aspecto y su ser era frío, canceló su cuenta, se pone de pie y se marcha del lugar para dirigirse hacia la textilería de John.

  

                                         * 

Mientras Joel llegaba al Banco sacó su celular del bolsillo de su chaqueta para  llamar a sus hermanos y saludarlos 

David escuchó su celular  Sónar, lo miró y se alegró.

 - Es Joel Amelia 

 - ¡Enserio!, ¡Ponlo en alta voz anda!. Dijo sentándose a su lado con dos vasos de refresco 

 - ¡Joel hermano! ¿cómo estás? 
 




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