Las dos caras de Amelia

Capítulo 34

Amelia asintio en respuesta, se miraron fijamente por unos segundos...

Su corazón saltaba cada minuto más, esa mirada de deseo la intimidaba, Jhon abrió sus piernas adentrándose a ella, paseo sus manos por  sus muslos delineando  toda la silueta de su cuerpo, la tomo del cuello acercandola más él, se apropió de su boca con ansias...

La cargo entre sus brazos llevándola hasta su habitación, bajo la cremallera de su vestido dejándola casi desnuda, Amelia estaba agitada, su pecho subía, bajaba, olvidó el motivo por el cual estaba con él... 


Su enemigo la estaba haciendo sentir débil, sus pupilas estaban dilatadas, su cuerpo ya estaba sintiendo un cosquilleo extraño nunca antes sentido, y más al sentir su lengua húmeda en su pecho, su cuello hasta llegar nuevamente a su boca, Montenegro sabía perfectamente como despertar pasión en una mujer... 
Quito su sostén dejando libre lo que para el eran sus hermosos senos, sonrió, mordió leve su pezón, Amelia cerró sus ojos jadeo un poco, era demasiado para ella sólo se dejaba llevar, la acostó en su enorme cama con su dedo índice acarició  su rostro bajando lento hasta llegar a su pelvis, sonrió pícaro al ver sus ojos cerrados y sus mejillas rojas, quería que esa mujer sintiera por primera vez lo excitante que era estar con un hombre...
Quitaba cada botón de su camisa observando la mirada llena de temor dulzura y malicia eso veía en el rostro de Amelia...
Solo quedó en su pantalón se subió encima de ella inmovilizo sus brazos a la altura de su cabeza

– Abre tu boca Luciana,  dijo en su oído mordiendo el lóbulo de su oreja, trago en seco y accedió al pedido placentero de su enemigo...

Abrió su boca pensando que la iba a besar cuando sintió un poco de vino que se derramó callendo sobre su cuello y pecho, fue entonces cuando Jhon la beso, limpio el vino regado con su lengua, Amelia jadeo, su cuerpo estaba conociendo los placeres del sexo, noto y sintió la dureza de su miembro, se alzó un poco por la sensación que sentía, Jhon quito con sus dientes sus bragas besaba todas sus piernas hasta sus dedos, aprovechó para desnudarse completo, tocó su triángulo sintiendo la humedad, se rozó una y otra vez con su vagina escuchando un gemido que salió de su garganta, quedó fascinado al oírla...

La penetro lentamente... 

Amelia se tenso de inmediato al sentir algo de dolor.

– Tendré cuidado, sólo Relájate, susurró en su boca.

 Amelia se quejó un poco y abrió su boca llenando sus pulmones de aire, cerró sus ojos con fuerza y enterró sus uñas en su ancha y fuerte espalda, sentía que su interior se desgarraba, se expandia, Jhon poco a poco se adentraba más a ella, lamia sus senos para excitarla, entonces fue cuando empezó a sentir dolor y placer 


– Eres perfecta Luciana, haré que nunca olvides está noche. Dijo mientras sostenía su labio inferior, la beso con fervor. 

Un Gemido se escapó de su boca al escucharla gemir despertó más deseo carnal en él 

 – Gime, Gime para mí Luciana. Dijo mientras iniciaba el Vaivén dentro de ella 

Amelia ya no sentía tanto dolor, Montenegro la tenía completamente mojada, excitada, ella abrió más sus piernas para darle más cavidad.

 La sutileza se apropió de él, entra y sale con más fuerza y avidez moviendo sus caderas, los jadeos de Amelia lo enloquecieron desbordando pasión en él, ella lo tomo del cuello acercandolo más a ella besandolo pasión Jhon metió su lengua en su boca acariciando la de ella, su rostro lleno de placer la excitaba...

Amelia gimio fuerte de tanto placer, su vagina se contrajo, sensación que lo hizo liberar un orgasmo en él... 
 Quedaron acostados sin decir una palabra, al sentir tanto silencio, Jhon la tomo del cuello y la atrajo a su pecho, acariciaba su cabello y sus mejillas

 – Me has enloquecido, eres tan perfecta, tienes un hermoso cuerpo, ahora eres mía Luciana Ferrer. 


Amelia guardo silencio una lágrima rodó por sus mejillas, la conciencia la martirizaba, sentía culpa, sintió que había hecho lo peor, se levantó sin hacer ruidos dirigiéndose al baño, sentía ardor en su vagina se sentó como si no pudiera en el retrete, mordió su labio al sentir un fuerte ardor en sus partes..

Mientras se bañaba lloraba del dolor que sentía por haberse acostado con el hombre que mató a sus padres, se juntó jabón con fuerza sobre su piel como queriendo borrar sus toques, no dejaba de llorar, tomo una toalla y salió del baño en busca de su ropa con cautela viéndolo dormir, volvió al baño para vestirse rápido, pasó la mano por el espejo viéndolo empañado, miró su rostro desencajado de tanto llorar sus mejillas estaban algo rojas, se fijó en un rojo en su pecho, suspiro mientras más lloraba, sus pensamientos la atormentaba....

Tomo su bolso y sin dejarlo de mirar, pasó su dedo por sus labios recordando los besos que el le daba, suspiro antes de salir y dejarlo sólo, cerró la puerta con cuidado... 

 

Al llegar a la salida su mirada se encontró con  la recepcionista quien le regalo una sonrisa fingida

 – Que vuelva pronto. Le dijo no muy gustosa 

Amelia frunció el ceño, supo que la chica tenía interés en su jefe, cortésmente le sonrió y elevó su mano despidiéndose "Espero y no sea así" pensó entre sí.

 Salió del hotel, tomo una taxi que pasaba y antes de entrar miró como si fuera la última vez que pasaría ese lugar.

– Adiós Montenegro, espero nunca más volverte a ver, las lágrimas adornaron su hermoso y triste rostro...

 

 

Joel no podía dormir la mirada fría de Jhon lo tenía pensativo 

 – Si mató a ese hombre por molestar a su protegida, ¿Como reaccionaria si descubre nuestro secreto?, Hablaba entre sí 

Se levantó  de la cama sentía fastidio al no poder conciliar el sueño, salió de la habitacion  caminando en la oscuridad...

Al llegar a la cocina se sorprendió al ver Aurora sentada en una de las butacas apoyada en el mostrador. Ella no se había fijado de su presencia, tomaba un vaso de leche...




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