Las dos caras de Amelia

Capítulo 36

Se bajaron del auto, Amelia caminaba delante ya que iba retrasada hoy sería un día difícil sería su último día eso era lo que tenía planeado, pero lo más complicado era hablar con Rafael y que el guardará su secreto confiaria en un hombre dolido, ¿pero qué más haría? Sentía la necesidad de hacerlo para darle un poco de tranquilidad a él y liberarse ella... 

Estaba atenta a las reacciones de Rafael y de Ángel al explicarle todo...

 - Luciana te necesito acá, dijo la Sra sol llamando su atención. 

 - Sí enseguida voy, camino encontrándose con la mirada de Ángel..

 

 - Sra sol tengo que decirle algo, dijo mientras ayudaba a picar las verduras, la Sra la miró.

 - Cuéntame mi niña ¿te paso algo? Pregunto tiernamente.

 - no precisamente, es que, debo retirarme. No sabía como decirlo, la Sra quedo sorprendida en tan poco tiempo se encariño con ella, la miró un poco triste.

 - ¿pero porqué? ¿te estoy pagando mal? O...

 - No no no nada de eso Sra sol, es sólo que tengo que viajar, no sabía como dar detalles no sabía que decir.

La Sra entristecio ahora serían dos las que no estarían con ella, Sandra duro tiempo trabajando en la cocina  y era muy buena.

 - bueno mi niña siempre tendrás las puertas abiertas, pero antes espera que consiga a alguien para que no nos quedé el trabajo a Rafita y a mi ¿estas de acuerdo?. Dijo en tono apagado.

  - pierda cuidado, los día que necesite. Dijo pensando en Rafael.

 

 

 - ya me duele el trasero zack, es largo el trayecto, decía algo cansada, zack por favor. Quería que el parará un momento para estirar sus piernas.

 - ¡está bien! Dijo deteniendo la moto, pararon y se bajaron de la moto, zack la miró sonriendo, Alejandra caminaba de un lado a otro  estirando su cuerpo.

 - ¡está serenando! Vamos zack. Dijo apurada.

 El subió y prendió la moto y más atrás ella, aceleró rápidamente conducía, Alejandra rodeó sus brazos en su cintura apoyando su cabeza en su hombro, esa sensación era gratificante para él, sentir como si se refugiara en él le gustaba, a cierta distancia vio una cabaña, fruncio el ceño bajando la velocidad

 - ¡mira Ale, una cabaña! Dijo extrañado.

Alejandra abrió sus ojos mirando la cabaña...

Al llegar bajaron de la moto.

 - hasta aquí llegan la huellas, caminaban alrededor dándole la vuelta sorprendidos se miraban uno al otro. ¿estas viendo lo mismo que yo? Pregunto sorprendida.

 - ¡es increíble! Es como si los que vivían aquí entrenarán.

 - ¡buenas! ¿Hay alguien en casa? Grito Alejandra, Hola ¿Hay alguien? Gritaba, parece que no hay nadien. Zack no decía nada sólo observaba acercándose...

Miró de cerca un columpio, dio otros pasos acercándose a el saco de boxeo algo viejo y con una hendidura "el que practicaba aquí golpeaba fuerte con ira" pensó entre sí zack mirando el saco

 - zack, grito Alejandra, zack.

El giró  - ¿Qué pasa? Grito 

 - ven acercate, ¿No podrás creer esto? Grito arrodilla, el corrió hacía ella.

  - ¿Que es esto? Pregunto con el ceño fruncido

 - ¡no lo vez! Una tumba zack, contestó sorprendida....

 - ¿estas tomando fotos? Pregunto dándole la mano para que se levante.

Ella lo miró extrañada - no traje cámara 

 - entonces tomalas con mi celular, dijo metiendo su mano en el bolsillo de su pantalón y se lo entregó, entraré y revisare adentro...

Alejandra caminaba sacando sus propias conclusiones sobre todo lo que veia estaba claro que era muchas coincidencias...

Zack miraba detalladamente el espacio,  encontrando muchas cosas, algo llamo su atención debajo de una mesa estaba una muñeca de trapo vieja y sucia, la tomó y la sacudió quitando el polvo, su mirada se perdió... Recordó una foto de una niña con esa misma muñeca

  - Demasiada coindencia, dijo en voz alta, o son ellos o fueron personas ajenas que hurtaron y vivieron, pero no veo que concuerde, suspiro es mejor que jhon vea todo y saque sus propias conclusiones...

 

 - te espero hay, hablaremos sin problema. Dijo Joel colgando la llamada. Salió a prisa topandose con uno de sus compañeros antiguo para ser más claro, uno de los otros empleados de confianza de jhon.

 - ¿A donde vas tan deprisa? Mirándolo con una mirada de esa juzgadora. 

 - olvide cambiar de aceite el carro ¿me acompañas o qué? Dijo para despistar.

 - Humm... No tengo algo más que hacer, contestó tocando su hombro. 

Sintió algo de alivió pero sabía que tenía que tener cuidado, cuando iba de salida vio venir a Aurora que al verlo corrió y el fue tras ella tomandola del brazo y la detuvo, miró sus ojos tímidos o apenados 

 - ¿porque huyes de mi Aurora? Pregunto acariciando sus mejillas sintiendo deseo de besarla. La chica sintió su corazón salir por su boca y tartamudeo un poco antes de contestar.

 - No, no iba a huir de ti, es que yo, no...

 - ya no digas nada, dijo interrumpiendola en un tono de voz bajo, no pude dormir anoche Aurora, la acercó a su cuerpo tomandola de la cintura, sentir y saber que soy el primero que besaste me tiene, callo sin terminar de expresar lo que sentía, era débil ante ella, ambos sentían lo mismo, Joel se acercó a su boca para darle un beso pero Aurora giró su rostro.

 - Alguien nos puede ver Joel, no quiero que te regañen, dijo sonrojada, el asintió camino dejándola de pie con su rostro cabizbajo, el se detuvo y giró al verla de pie dando la espalda, No se contuvo apretó  sus labios camino de zancadas tomandola por sorpresa robandolole un beso dejándola sorprendida.

 - no quería irme sin antes despedirme. Dijo cerca a us boca, ella sonrió ese acto impulsivo le gustó, el se alejó mirando que nadien halla visto nada...

 

 - ¡No puedo creerlo! ¿cuando te dijeron eso? Cesar estaba exaltado sentado en su oficina hablando por celular, ¡ese hijo de puta!, es un clavo que no podré lidiar, escuchame bien aún no disuelvas nada Jhon Montenegro no quedará limpio en esto. Colgó la llamada pasando sus manos por su cabeza. ¿como resolvere esto? ¡pendejo! Tendré que buscar tu debilidad antes de que te salgas con la tuya. Hablaba en voz alta...




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