Las dos caras de Amelia

Capitulo 38

Mientras​ Jhon conducía su camioneta blanca embriagado con el perfume y la compañía de su acompañante, los agentes los seguían atrás no contando con que Jhon noto el extraño vehículo que iba tras ellos. 

- ¡Hermosa! Sostente fuerte, Amelia lo miro confusa 

- ¿Que pasa?, No termino de preguntar cuando un pequeño grito escapó de su garganta, ¿pero que pasa contigo? ¿quieres matarme o qué?.

 Jhon conducía como un completo loco esquivando los autos para tratar de perderlos.

 - ¡ya nos descubrió!, Dijo Verónica, ¡no los pierdas de vista!, Su compañero trataba de llevar el mismo ritmo llendo tras él.

Jhon tomo su celular y marco...

El hombre que había seguido a Amelia hasta el restaurante contestó.

- Voy tras suyo señor.

- ¿ya te fijaste del auto que me sigue? ¡sacalo de mi camino! 

 - ¡en eso estoy! No se preocupe.

 

Los agentes no se esperaban a un tercero, el empleado de Jhon tomo delantera y les cerro el paso no dejando que ellos avanzaran y lo siguieran.

El conductor frustrado golpeó el volante del auto varias veces por el hecho de que Jhon se salió con la suya y se les escapó, se aparco a un lado de la vía.

 - ¡idiota! Lo dejaste escapar, dijo exaltada Verónica bajando del auto estrelló la puerta sintiendo​ molestia, su compañero quedó adentro, pasó sus manos por su cabeza

- ¡maldicion!... 

 

 - ¡Nos estaban siguiendo! Dijo con extrañes Amelia.

 - No te preocupes a mi lado no corres ningún peligro, contestó mirándola, sonrió de lado, Amelia quedó pensativa.

 - ¿seras tú Joel? Pensó entre sí, no lo creo... 


 

 - ¿estas seguro que no sabes dónde está Luciana? Pregunto David

 - si si  se seguro, no no la e, visto, respondió Dieguito 

 -¿tampoco sabes dónde puede estar? Insistió.

 - no no te tengo la menor idea, respondió el joven sintiendo extrañes por la insistencia de él, David dió la espalda y se fue a su apartamento, Diego suspiro había mentido, la había visto desde la ventana cuando el mismo hombre la cargo y la llevo casi a la fuerza en su auto, pero ella le había advertido que viera lo que viera no dijera nada esa era la única manera de mantenerlos a salvos por eso había decidido mudarse a otro lado no muy lejos de su hermano...


 

 - estoy enamorado de ti aurora, Joel la tenía cerca a su pecho, la chica estaba encantada de escuchar tal declaración.

 - yo también, respondió tímida, Joel sonrió 

 - tienes una inocencia, y una forma de mostrar tu cariño que me haces recordar a mí... Guardo silencio.

Aurora mordió su labio inferior sintiendo curiosidad

 - ¿a quien te hago recordar Joel? Pregunto acariciando sus labios, Joel quito su dedo y lo beso 

 - a mi madre, respondió dudoso, pero la sonrisa de ella lo envolvió 

- me encanta saber que tengo algo de ella en mí, aunque nunca la hubiera conocido, en las fotos que he visto se nota que era muy cariñosa. Sus palabras fueron sinceras, aurora estaba igual de enamorada ¿pero que tan malo será está relación? ¿podria Jhon aceptar ese romance?.

 - Mi madre era muy especial, dijo con sentimientos encontrados, un largo silencio los abrigo por unos minutos...

 - ¿no tienes a más nadien Joel? ¿no tienes hermanos? Pregunto acariciando su pecho, Joel sintió incomodidad

 - no quiero hablar de eso, dijo evasivo en tono fuerte  algo molesto por la pregunta, aurora lo miro confusa, abrió sus ojos sorprendida por su forma de reaccionar. 

 - No quería hacerte sentir mal, de verdad lo lamento joel, yo no...

- shhh, discúlpame no quería hacerte sentir incómodo, la acerco nuevamente a su pecho pasando sus dedos por su mejilla. 

 Aurora aunque lo oculto se sintió triste e incómoda por su reacción a la vez sintió curiosidad pero este no sería el momento de preguntar,  supo de inmediato que algo ocultaba pero no era bueno invadir su privacidad. 


 

 - ¿Dónde estamos? Pregunto Amelia mirando todo el lugar. 

- es hermoso ¡no!,  Alquile este lugar para los dos, ¡hace frío! ¡tu verás si no entras!, Dijo burlón dando pasos a la hermosa cabaña, Amelia reparaba todo el lugar era hermoso y romántico, se abrazo así misma por el frío que hacía, al entrar vio a Jhon de pie.

 

 - Pedí algo romántico, ¡pero creo que se excedieron, espero que no te espantes!. 

Amelia frunció el ceño y al dar otros pasos más se sorprendió al ver el lugar.

Lo decoraron de una manera muy romántica como para una pareja de recién casados, había velas y pétalos de rosas por todos lados y un corazón decorado con los mismos pétalos en la cama, globos en el techo y una cena servida para dos con una botella de champagne.

Ella estaba sorprendida no esperaba tanto romanticismo, Jhon miraba detalladamente la expresión en su rostro, se acercó viéndola de espalda y la tomo por la cintura, hablo cerca a su oído.

- te mentí, y también se que te gustó, ella saltó al sentirlo tras suyo él beso su cuello haciéndola erizar, cerro sus ojos y trago en seco, había algo en el que la hacía sentirse perdida, su corazón empezó a latir cada vez más rápido, Jhon pudo notar su inestabilidad sonrió pasando su mano por su abdomen para atraerlo más a él, sonrió al ver su trasero rozar su miembro mientras sentía la tensión de ella. Senti celos al verte con ese hombre, dijo dando un beso en su espalda, no sé que me pasa contigo Luciana, dijo cerca su oído, su aliento aunque fuese de whisky era algo detonador para ella, no sabía como manejarse se alejó dando pasos al frente. 

 - No puedo estar aquí contigo, dijo algo desesperada, trataba de controlar su respiración, no daba cara no era capaz de mirarlo, al sentir los pasos de él giro y ya lo tenía frente a ella, Jhon enredo sus dedos en su larga cabellera haciendo presión en su cabeza y la acercó a su rostro quedando frente a frente mirandose  fijamente perdiendose ambos en sus miradas.




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