Caminando por el bosque en los límites permitidos el silencio era interrumpido por cada golpe del hacha sobre el tronco de un árbol para derribar y cortar su leña, Amelia cortaba hierbas que usaban su abuela, y Greta hacia los bultos atándolos con una cuerda de yute, mientras Jack seguía cortando y acomodando los trozos de madera.
Jack, cansado por el trabajo decidió descansar, Amelia entrego el almuerzo a su amiga y su hermano y los tres chicos sentados sobre unos troncos caídos comienzan a comer.
- por cierto, ¿alguien vio la extraña luz del cielo?- Greta rompió el silencio
- ¿También la viste?- Amelia
- Basta chicas, se supone que no deberíamos ni de haberla visto- Jack
- Era imposible no verla, su luz era muy brillante iluminaba todo el pueblo- Amelia
- Y era muy hermosa, se sentía una calidez, una paz, nunca antes la había sentido- Greta
- Si nunca lo habías sentido ¿como sabes lo que era?- Jack tomando su hacha
- se sentía como cuando mama te daba un abrazo en las noches- el comentario de Amelia provoco una lagrima al recordar a sus padres - aunque parece que tu ya los olvidaste- viendo a Jack
- Amelia no- Jack
- No, no hables, no lo entenderías- Amelia
- ¿A dónde vas?- Jack, al ver correr a su hermana
- Amelia- Greta gira a ver a Jack un instante - Amelia espera- Greta corre tras de ella.
- Demonios, yo y mi gran boca, eres un idiota Jack- lanza el hacha y corre tras su hermana y Greta
Correr entre los árboles, los pinos, y esa pastura no fue buena idea, trate de olvidar la actitud tan fría de mi hermano Jack cuando mencione a mama, que no me di cuenta que, en mi huida me había desviado del camino permitido y me adentre en lo profundo del bosque, note que estaba perdida cuando sentí la mirada de la oscuridad sobre mí, los ruidos a mi alrededor no eran los mismos que yo recordaba, creo que jamás había escuchado esos sonidos, según los libros de mi mama que por cierto estaban prohibidos, gustaba de leerlos a escondidas en el ático de mi casa, decían que, cuando los marineros se perdían siempre miraban al cielo en busca de las estrellas, estas eran quienes les mostraban el camino de regreso a casa, pero en mi situación y con este cruel invierno, todo lo que se mostraba en el firmamento era una espesa y aterradora oscuridad,
- Es por aquí-
-No, por acá-
- Creo que estamos perdidos-
- ¿Donde quedo la estrella?-
Agudice mis oídos al escuchar el primer murmullo, había alguien, estoy segura, no todo estaba perdido, me acercaría a esas personas y pediría ayuda para regresar al camino, corrí siguiendo el sonido de esas voces a cada paso que avanzaba podía escuchar más fuerte la voz detrás de los arboles pensé, al fin.
- Oigan ¿Podrían?- llegue al sendero pero no había nadie gire a ambas partes tratando de ver a alguien, tal vez se alejaron andando y no los alcance pero si lograba verlos correría a ellos
- Creo que vi la estrella por acá- escuche una voz, de nuevo gire y logre ver entre los arbustos el caminar pausado de algunas personas
- ¡Hey!, esperen, ayúdenme- corrí a esas sombras - Oigan necesito- y de nuevo estaba sola. ¿Que rayos estaba pasando aquí? escuchaba voces y después nada ¿Fantasmas? pensé, si eso debe ser, las leyendas que contaban los ancianos sobre los errantes en lo profundo del bosque eran ciertas - ¡Ayúdenme! alguien, ¡Auxilio!- grite con todas mis fuerzas, - ¡Jack! ¡Greta! ¡Auxilio!- me recargue de espaldas contra un enorme tronco de un árbol estaba perdida. El crujir de ramas y hojas secas alerto mis sentidos, ¿un animal? ¿Los errantes de nuevo? ¿Estaba en peligro? ¿Debo correr? yo no, no sabía defenderme yo.
- ¿Amelia?-
- ¿Tía?, ¿Tía Constance? ¿Eres tú?, gracias, gracias- Era mi tía, la hermana de mi mama corrí abrazarla aliviada.
- ¿Que haces en esta parte del bosque?-
- Tuve una discusión con mi hermano y me aleje tanto que me perdí, después escuche voces de unas personas creí que podía pedir ayuda pero me tope con los errantes-
- ¿Los errantes?- Constance
- Si, esos fantasmas que cuentan los ancianos del pueblo, hablaban de una luz en el cielo, como que también estaban perdidos, nunca creí que un errante pudiera perderse, pero como sea qué bueno que te encontré- Amelia con una sonrisa
- La luz en el cielo,- suspiro constance
- Si, también yo la he visto, y mi amiga Greta y Jack aunque no quiera aceptarlo- dice por lo bajo
- ¿Han visto la estrella?, ha vuelto a aparecer la estrella de Belén, los pastores han regresado al camino- Constance
- ¿Que pastores? ¿De qué hablas? ¿Belén? ¿Que es eso?- Amelia
- Debes irte, sigue ese sendero te llevara directo al pueblo, no hables con nadie ni siquiera con tu hermano lo que me has dicho, nadie debe saber que han regresado o volverá a maldecirlos, tampoco digas que me has visto- Constance tomando los hombros de Amelia
- Pero ¿porque? ¿es malo?- Amelia
- no, es algo bueno, pero aun es muy pronto para que sepan de ellos, por favor Amelia prométeme que no le dirás a nadie no una sola palabra de esto, por el bien de todos, por el bien del pueblo, guarda el secreto, solo no dejes de mirar al cielo, si ves una segunda luna corre al abeto más antiguo al que está en claro ata un pañuelo blanco yo sabré que fuiste tú, y sabré que hacer, esta vez estaré lista, ya es hora de acabar con la oscuridad- Constance
- ¿Tía?- una lagrima corre por la mejilla de Constance - ¿Porque no vienes a casa conmigo?- Amelia
- Aun no, ahora vete, todo estará bien mi pequeña, te lo prometo- Constance
- Esta bien- Amelia abraza a su única tía y comienza a correr por el camino indicado
- Todo estará bien, esta vez no ganaras de nuevo Cerverus, esta vez ellos llegaran a Belén- Constance adentrándose en el bosque.
Llegué corriendo al pueblo mientras lo hacia parecía que una luz me estaba guiando hasta estar a salvo me detuve a recuperar el aliento, - AMELIA- escuche a Greta
- ¿Está bien? - Jack, me abrazo - apenas iba a dar a viso los ancianos para ir a buscarte, - Jack
- Estoy bien, estoy bien, solo, solo me quede dormida después de llorar y bueno se me fue el tiempo- Amelia entrando a su casa
- Nos vemos mañana- Greta
- segura ¿que estas bien?- Jack
- si, solo, quiero descansar- Amelia
- Amelia, lo siento, no quise- Jack
- No importa, hasta mañana- y cierra la puerta de su habitación suspira y camina hasta su cama un pequeño bulto, una bolsa de yute llama su atención. - Wow, - una canasta con dulces y galletas estaba dentro- ¿Y esto?- Amelia se asomó a la ventana y a lo lejos fuera de los límites del pueblo estaba su tía acompañada de un hermoso lobo color blanco - Muchas gracias tía- y cerro la ventana para comer esas deliciosas galletas que desde la muerte de su madre no las había comido regresando a ella los momentos más alegres de su infancia