Las estrellas son capaces de iluminar incluso el lugar más oscuro. Les contaré una historia... podría decir que es corta, pero les mentiría. Esta es una historia larga. Una tragicomedia, sí, pero no una cualquiera.
Aquí, nuestro protagonista es uno de los cuatro héroes legendarios de la esperanza.
En realidad, se trata de un chico y tres chicas… Pero ya verán, todo tendrá sentido muy pronto.
Cada uno representa algo distinto:
Nuestra historia comienza mucho antes de que ellos nacieran, cuando una profecía descendió sobre el reino donde nacen todas las estrellas: Nebulos (sí, de "nebulosa", porque ahí nacen las estrellas, literal).
Una criatura apareció en el magnífico castillo de las estrellas, donde la luz resuena con la verdad, y donde la oscuridad no puede tocar ni una sola piedra.
En la sala del trono, destellos dorados y rosados comenzaron a formar una figura angelical y hermosa. Tenía el cabello rojo, largo, flotante, con reflejos rosados. Su presencia llenó el aire de algo sagrado.
Los reyes de aquella época la observaban con temor y asombro. Entonces, aquella criatura celestial habló con una voz suave y perfecta:
— Las estrellas estarán en peligro en un futuro cercano —.
El rey un hombre guapo y orgulloso se levantó de su trono, exaltado:
—¿Quién nos atacará?
La criatura cerró los ojos, como si escuchara los secretos del universo, y habló con mística gravedad:
— El reino de la oscuridad, Abissya, quiere apagar la luz de las nuevas estrellas —
El rey de Nebulos tembló al escuchar ese nombre. Pero antes de que el miedo se apodera de todos, la criatura habló de nuevo:
— No teman. Cuatro estrellas serán elegidas para proteger su reino —
Y tras esas palabras, desapareció sin dejar rastro.
Nunca más volvieron a verla.
Y así comenzamos esta historia, una historia de brillo y sombra… de risas, lágrimas, y destino.