Las Familias. Belucci y Carson. Herencia Belucci #2.

7. La Muerte de Doña Emilia

Después de todo lo sucedido en el aeropuerto de Turin. 

Don Piero tono el avion privado y se dirijio directamente a Sicilia. 

Al llegar fue directamente al Hospital.

Pero lamentablemente llegó muy tarde. 

Emilia Carson había muerto de Cáncer en los Senos. 

--Don Piero llegó al hospital y ve a su esposa llorando.

--Hola Antonella, amor que paso.

--Mi amor, Emilia acaba de morir. 

--Sufrió un paro cardiaco y no lo resistió.

--La noticia del robo por parte de sus hermanas.

--Ademas las muy descaradas llamaron anoche burlandose de lo que habian hecho y poniendo al tanto de toda la situacion a Emilia. 

--Contaba doña Antonella a su marido mientras se abrazaba a él. 

--Estoy dándole espacio a Gabriel a despedirse de su esposa. 

--Mientras Gabriel abrazaba el cuerpo sin vida de su esposa y lloraba junto a él sin consuelo. 

Don Gabriel sale de la sala donde estaba el cuerpo de su esposa una media hora después. 

--Hola Piero. Como salio todo por aya. Lo hisiste.

--Si amigo las encontré y se hizo como tu dijiste.

--Gabriel eso esta arreglado. No te preocupes. 

--Una cosa mas, amigo al irse las brujas dijeron que si volverán a su tiempo. 

--Y volverian por Alessia. Contaba don Piero con cara de preocupación.

--No hagas caso amigo, esas brujas son asi pura amenaza. Decia don Gabriel.

--Nosotros nos encargamos de todo ve con tus hijos, descansa un rato. Se ofrecían don Piero y Doña Antonella.

--Te buscamos cuando todo esté preparado.

--Te parece si lo organizamos en una capilla, tu casa no está presentable y las personas harán preguntas. 

--Si, tienes razón. En una capilla será mejor.

--Ve Gabriel descansa un rato tus hijos te necesitan.

Don Gabriel fue y recogió sus pequeños agradeció a al matrimonio Tomasso por el cuidado de los niños.

--Con todo gusto. Señor Gabriel. Si nesecita de otra cosa, recuerde estamos a su servicio. 

--Si hay algo más contacten a don Piero el y su esposa se encargarán de la necesario y tal vez ocupen ayuda.

--Si Señor de inmediato.

--Si lo se. Muchas gracias. 

Se fueron al hotel que los Belucci le indicaron.

Don Gabriel sabía que bajo la temperatura del aire acondicionado y el sonido del motor, pues eso dormiría a la pequeña Alessia de inmediato.

Alessia era una bebe de tres añitos por lo que no habia que explicarle nada.

Pero Pedro era un niño de casi ocho años. 

--A él se le explico y dijo todo lo sucedido a su madre.

El niño acepto la palabra muerte y la explicación de su papá. 

Pero no entendía todo aquello y lo que sucedía tanta gente en aquel lugar y la idea de que mamá no volvería más. 

--Hacia que el pequeño Pedro se retirara a una esquina y no deseara hablar con nadie.

Los Belucci se encargaron de todo los servicios, los permisos, el funeral, el sepelio, el velorio, de todo, la misa, absolutamente todo.

Todo estuvo muy hermoso la misa, muchas flores y muchas personas que venían a despedirse y a dar el pesame a la familia. 

Los Señores Belucci ayudarían en todo lo posible y se quedarían con la familia el tiempo que fuese necesario. 

Ellos se quedaron alrededor de un mes con la familia.

Doña Antonella se encargaba de Alessia y Pedro junto a la señora Luisa.

Distrayendo a los niños. Aun tanto esfuerzo Alessia llamaba a su mamá todos los dias y lloraba desconsoladamente.

Pedro cuidaba de su hermana tratando de calmarla y abrazandose constantemente.

Para que segun el no sintiera la ausencia de su mamá.

Mientras Don Piero atendía la sucursal Velocy. 

Así su amigo Gabriel gozaba de unos días de luto.

--Cuando los dejaron Don Piero dio dinero a Gabriel.

--Este no lo quería recibir.

 --Es un préstamo, tómalo, tienes mucho que comprar.

--Si amigo, Gracias.

--Lo abrazo y se despidieron.

--Antonella gracias por tu ayuda y tu paciencia con los niños.

--Gracias amigos. Don Gabriel se encontraba mejor, ya no lloraba tanto y poco a poco se fue involucrando a su vida normal nuevamente.

--Amigo si ocupas algo no dudes en llamar.

--Así será gracias. Por todo lo que hicieron por nosotros. 

--Adiós Gabriel. Se despedía doña Antonella.

--Los Belucci se dirijieron directamente al aropuerpo de ahí a Turin a enfrentar sus propios problemas. 

 

 

 

 

 




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