8. Los Carson Continúan ...

Luego de la muerte de doña Emilia, el funeral y el sepelio.

La estadia de los Belucci en casa fue de mucha ayuda.

Alessia cada día llamaba a su mamá y lloraba al no encontrarla. 

Pedro trataba de consolarla la abrazaba, le ayudaba a dormir.

Pero el desconsuelo y el dolor de la pequeña bebe no pasaba y la preocupación de Pedro por su hermanita complicaba la situación. 

Ya que ninguno de los dos niños comia ni dormia bien.

Pedro trataba de que Alessia no llorará de distraerla.

De que no pensara en su madre tanto y pocas veses lo lograba.

Esto hacia que el pobre niño Pedro luciera cansado, ojeroso y había bajado de peso.

Durante la estadía de Doña Antonella en la casa los complacía en todo para así ayudarlos a superar el dolor de haber perdido a su madre.

Doña Antonella recomendó una amiga psicóloga para don Gabriel y los niños. 

Los niños iban mejorando mientras doña Antonella jugaba con ellos.

Siempre los llevaba a la playa a correr o a chapotear en los charquitos que se acumulaban de las olas de mar.

Poco a poco han seguido adelante ha sido difícil. 

Pero con esfuerzo y la ayuda de la psicóloga en la casa cada día es mejor.

Don Gabriel continúo con las terapias tanto para él como para los niños.

Continuar en su trabajo le ayudaba mucho a concentrarse y seguir adelante por sus hijos.

Los años van pasando el hecho de la muerte de su esposa y madre es más aceptable día a día.

Alessia dejo de llorar y Pedro ganó peso otra vez ya no se ve cansado y los niños están comiendo y durmiendo mejor.

Pero sobre todo Pedro no se alejaba de su hermana. 

La familia Belucci siembre estaban pendientes de los tres los visitaban constantemente.

También los llamaban por teléfono para saber como les estaba llendo.

Alessia entraba a el preescolar con casi cinco años.

Esta era recomendación de la psicólogapues ya Alessia había dejado de llorar todos los días.

Le va a hacer bien que socializase un poco que haga nuevos amiguitos y cambie de ambiente.

A Pedro no le parecio la idea ya que Alessia estría en preescolar.

Y el estaría terminando la escuela y así no la podía vigilar y asistir en momentos de angustia.

El preescolar y la escuela estaban en el mismo edificio pero bastante separados ya que  el preescolar eran prácticamente bebes y la escuela eran niños.

Pedro encontró la solución a la situación. 

--Papá puedo llevar a Alessia a conocer el preescolar y a los maestros.

--Si, esta bien. Pedro ten mucho cuidado o le avisaré  Luisa para que los acompañe.

-Gracias papá. 

Al dia siguiente el niño de diez años tomó a su hermana, apenas y la cargaba y la llevó al preescolar.

Pedro gozaba de buena reputación ya que era un niño muy aplicado, de buenos principios, modales y además diciplimado.

Enseñaba a Alessia todo el lugar y la presentaba a los profesores.

-Ella es mi hermanita profesora y va a estudiar aquí.

-Es un placer Alessia bienbenida.

-Le iban diciendo cada profesor.

Pero cuando la fue presentado al alumnado, compañeros, amigos les iba diciendo muy enérgico.

-Tengan cuidado con ella no quiero ni una queja ni que la molestan por les va a ir muy mal.

Era la amenaza a los demás chicos grandes y pequeños y les daba una mirada de miedo.

El tiempo fue pasando y Alessia resulto ser una alumna brillante y muy dedicada, disciplinada y muy organizada.

Pedro la vigilaba y la cuidada todo el tiempo dándole su espacio pero sin perderla de vista.

Todos Gabriel, Pedro y Alessia se iban recuperando poco a poco al hecho de haber perdido a una esposa y una madre.

Los años van pasando los niños creciendo y Don Gabriel recuperando su serenidad.

Alessia cumple doce años esta por terminar la primaria y Pedro esta por terminar el secundario ahora tiene diecisiete años.

Pedro se ha convertido en un joven muy guapo, moreno, alto, corpulento y bellos ojos azules iguales a los de Alessia.

Alessia se va convirtiendo en una Señorita muy linda y parecida a su hermano, ojos idénticos, alta y bien formada ya que los chicos se ejercitan juntos.

Corren en la playa, nadan en el mar y entrenan en la pisina y van al gimnasio juntos.

Comparten con don Gabriel el amor por el ejercicio y por estar al aire libre.