I

Era una tarde de verano muy calurosa y dos niños corrían por el parque disfrutando de sus
vacaciones inmersos en su mundo mientras los adultos preparaban la comida disfrutando
de una plática muy amena, el pequeño Tyler está a punto de alcanzar a la pequeña Diana,
cuando de repente la pequeña niña tropezó cayendo al suelo golpeándose las rodillas, el
niño al darse cuenta de eso corrió hacia ella con una gran preocupación en el rostro al llegar
con ella rápidamente se arrodilló viendo su rodilla lastimada.
—¿Estás bien Di? —preguntó Tyler preocupado al ver a la pequeña niña con un poco de sangre
en las rodillas, la niña al ver a su amigo preocupado por ella sonrió ignorando el dolor.
—Tranquilo Ty no me duele. —respondió intentando no llorar para no preocupar más al pequeño
niño frente a ella.
— Pero tiene sangre, eso es grave, debemos llamar a una ambulancia o vamos con nuestros
papis para que te revisen porque son médicos, ellos te pueden salvar. — decía el pequeño Ty
muy asustado pensando que perdería a su mejor amiga.
— No me va a pasar nada es solo un raspon en la pierna tranquilo. — dijo la niña levantándose
del suelo. — Ves estoy bien, no me duele. — sonrió para luego extenderle la mano. — ven
levántate que debemos de seguir jugando, porque aun no me atrapas. — a lo cual el tomo su
mano y al levantarse la abrazo fuertemente
— me alegra que estes bien, no quiero perderte. — dijo derramando algunas lágrimas.
— tranquilo no te libraras de mi nunca. — respondió conmovida por la reacción de su amigo
— ¿Lo prometes? — preguntó el pequeño niño al separarse de ella limpiándose las lágrimas
con sus pequeñas manos.
— Lo prometo, por el meñique. — respondió la niña alzando su meñique frente al niño,
alegrando al pequeño al instante.
— Y yo prometo que te protegeré siempre, no dejaré que nada te lastime. — respondió el niño,
con una determinación tal que hizo sonreír a la niña, lo dijo uniendo su meñique al de la niña,
mientras ambos sonreían para luego empezar a jugar nuevamente.
Poco sabían aquellos pequeños niños que una promesa tan inocente marcaría sus vidas y los
llevaría a tomar decisiones aun en contra de su corazón, en contra de sus sentimientos, aun en
contra de su felicidad…