Las Jones.

12. Halloween Versión 1.

 

Bueno otra vez es Halloween

Aitana.

Bueno otra vez es Halloween. Tanto para los chicos como para mí es nuestra época favorita del año. Esta vez decidimos que cada quien se organizaba en su casa y que ninguno sabe de qué va a ir disfrazado el otro. Yo decidí disfrazarme de la chica de Pokemon, la mala. Compre una peluca roja y el disfraz de dos piezas un chaleco blanco que me queda en la mitad de el ombligo, una falda blanca que me queda algo corta y unos botines negros, que me llegan hasta las rodillas.

— ¿No se supone que debes tener el chico azul?, de esa manera ya no puedes ser el Team Rocket — dice entrando a mi habitación Layla.

La casa se siente mucho más agradable desde anoche que llegó. Es una de las cualidades que tiene, la calidez que su forma de ser transmite o de esa manera lo percibo yo.

—Es que le iba a decir a Hongi, pero dejaríamos a un lado a los otros chicos. — veo pasar a la rubia gritando en el pasillo por el baño a lo que mi hermana mayor bufa.

—Están más insoportables que nunca —se queja—. ¿Ha pasado algo muy importante para que estén así?

—Aina se alejó este tiempo que no estuviste, incluso más de lo que ya es. Todo su tiempo iba para Gustavo —ruedo los ojos.

—Aún así deberían tener paciencia. A cualquiera le caería mal Gustavo, pero es la persona que Aina quiere —No le discuto eso, Aina adora a su novio.

— ¿Qué dijeron Chloe y Will? —indago, trato de acomodarme la peluca al frente de mi espejo, ella camina hasta quedar a mis espaldas y me ayuda.

—Casi me matan, se pusieron alzarme y a reclamarme porque no les había dicho —Me rio, si hay amistades sinceras son las de ese trío—. Era sorpresa, pero al parecer no todos se lo tomaron así.

—Sabías que iba a pasar. Esas sorpresas no son del todo buenas, mira nosotras ayer haciendo aseo. Si nos hubieras dicho lo hubiéramos tenido decente —Ella termina, el disfraz me queda bien y sonrió satisfecha.

—Ese decente nunca será suficiente para mí y de igual forma los hubiera puesto a limpiar, aunque es que lo de ayer daba asco —hace una mueca—. Te ves hermosa —me abraza por la espalda.

—¿De qué es tu disfraz? —Niega con la cabeza disgustada.

—El idiota de Will nos obligó a ir de los personajes Winnie the Pooh —Me empiezo a reír a carcajadas, solo Will tendría el poder que ambas se pusieran algo tan infantil—Por poco y me toca el de Piglet, hay toda rosadita yo —Si hay algo que odia es el color rosado—. Aunque como tal no son disfraces, solo algo que nos pueda identificar como tal, en esos conciertos hace mucho calor como para utilizar enterizos todos calurosos. Él va de Tigger, Chloe de Piglet y yo...

—Y tu...

—De Winnie.

—Es el más tierno, me lo respetas —advierto, divertida—. Aparte no es como que vayan a ir en pijamas de ellos, mira esa parte.

—Por Will sí, pero al final lo convencimos que compráramos crop tops de los colores representativos y el maquillaje. También por lo mismo del lugar, todas sudorosas con ese disfraz, en una de esas nos terminamos desnudando —niega.

—No es como que fuera la primera vez que lo haces.

—¡Aitana, no me recuerdes eso! —chilla, avergonzada.

Al bajar a la sala, nos encontramos con Sofia y Aina ya listas. La que me sorprende de lo bonita que se ve es Aina, está representando a Mike Wazowski de Monster Inc. Con una falda, una blusa corta verde, unos tenis blancos y un gorro que viene con dos tiras gruesas a sus lados, se adhiere muy bien a su cuerpo y le sonrió al verla. Sofía también se ve muy guapa, pero a quien no se le queda callada es Layla.

—No se podía sencillamente un disfraz de ángel, pero blanco. ¿Por qué rosado? —Le pregunta con una mueca, pese a que mi hermana odia ese color, a la rubia le fascina, si fuera por ella siempre lo utilizaría.

—Porque si —agrega, molesta. Layla une sus labios con un falso cierre.

—Aina te ves hermosa y rubia tu también, no mi estilo, pero estas guapa —dice Layla mientras va y abraza a Aina.

—Ya casi viene Gustavo —Tan rápido como dice eso se separa de ella y se va a la dirección de la cocina—. No sé porque lo odian...

—Y yo no sé por qué todavía lo preguntas —Le contestó con desprecio y me siento en el sofá a revisar mi teléfono, todavía falta media hora para que vayamos al instituto.

Lo de la apuesta va de mal en peor. No sé cómo enamorar a un chico, es la primera vez que lo intento. Los chicos no son algo indispensable, es decir no soy una chica que desee tener un novio o tal vez es que nunca me lo he planteado. Se me esta tornando tedioso esta apuesta, aunque por otro lado estoy tranquila porque ninguno de nosotros ha tenido progreso y eso que ya vamos considerables semanas.

Luego de un rato los Collins llegan y casi me da un infarto al verlos en la entrada de la casa. Los cuatro se disfrazaron de la misma caricatura, la diferencia son los personajes y son los de KND: Los chicos del barrio. Siendo Santiago el líder, disfrazado del rojo con las gafas. Mateo me impresiona con el de naranja y muestra mucho más de la escultura que puede tener su cuerpo. Pablo con el de la chica de azul —versión masculina —, y por ultimo Austin que hace que un extraño cosquilleo se instale en mí, el disfraz del chico gordo el más malo.

—No nos mires así que nos desgastas —dice el atrevido de Austin. Los dejo pasar y caminan a la sala para tomar asiento.



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En el texto hay: vecinos, ex novio y mentiras, playboys

Editado: 23.01.2022

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