Las Jones.

23. ¿Disculpas?

—¿Están dispuesta a irse caminando solo por orgullo? —pregunta con sus dos manos en la cadera papá

Sofía

—¿Están dispuesta a irse caminando solo por orgullo? —pregunta con sus dos manos en la cadera papá.

—Es eso o irme con una mentirosa.

—No más, Sofía. Te pasaste —nos señala a ambas—. Se pasaron. Todo el fin de semana con esa actitud de berrinche. Ella no quiere decir y tienen que respetar, saben como es Layla odia que las cosas no le salgan de la manera en que ella no las planea. Sé que tiene algún motivo para no decir, pero ahora de verdad supérenlo y otra cosa vuelvo a escuchar esta actitud antipática que tienen con Aina y tenemos problemas. Porque me parece muy bien que se vaya a ser algo que quiere para su cumpleaños —advierte serio—. Respeten eso. Y saben, vallasen si no quieren llegar tarde.

Sin despedirnos de nadie, salimos junto a Aitana de la casa.

Odio esta maldita situación, odio pelear con ellas, en especial con ella porque con Aina lo hacemos constantemente. Pero también odio que me mienta y que no me diga las cosas. Se supone que debemos confiar de todas, entonces significa no ocultar nada, la pregunta es ¿qué pistas?, ¿en qué está metida?, ¿y por qué Mateo está involucrado en esto?

Son preguntas que al final ninguno de los dos me va a responder.

Flashback

— ¿¡Por qué lo pones en peligro!? —le pregunté alterada.

—Le prohibí meterse a ese lugar al igual a Will y Chloe —me respondió serena.

—¡Dime la verdad! —arroje las cosas de su escritorio. Con eso basto para que se levantara de golpe de la cama donde estaba sentada.

—¡No te voy a decir nada! —gritó molesta por ver sus cosas en el suelo. Me señaló la salida—. ¡Ahora hazme el favor y salirte!

—¡Maldita cobarde, mentirosa y falsa! —bramé, por su maldita actitud— ¡Mentirosa!

—Cállate y vete —siseo.

—¿¡Qué te cuesta decirle la verdad!? —interrumpió y llegó a pararse a mi lado Aitana—. Habla

—Ya la escucharon, salgan —comentó Aina y ambas la miramos mal — ¿Son sordas?

—Tu eres estúpida —contraataca Aitana—. Claro que lo eres, mira las decisiones que tomas; un imbécil de ex novio, un regalo de cumpleaños dañino y defendiendo a la mentirosa esta.

—¡Basta! ¡Se me largan en este preciso momento porque este es mi cuarto y nos las quiero ver más! Que asco de personas se han vuelto. Se sienten muy bien siendo "perfectas" —enarco sus cejas—, entonces adiós, y si yo soy una mentirosa, ustedes un asco de hermanas con ella — su cara se puso roja de la ira. No me sorprendería que Santiago o cualquier vecino la haya escuchado — Aina, quédate.

—¡No te quiero en mi fiesta de cumpleaños! —Layla cerró los ojos y apretaba sus manos en puños. No le respondió nada.

—Cada quien a su habitación —se escuchó la voz de papá serena, desde el pasillo, pero con su tono demandante — ¡Ya! —Nos dimos la vuelta a ver a mi padre en la puerta de su cuarto.

—Ojala ese día ellos no hubieran muerto y lo hubieras hecho...

Fin de Flashback

No termine como tal la frase, pero me dolieron mucho decirlas. Me plantee disculparme, pero estoy tan enojada, que tal vez cuando pase, lo haga. Estoy segura que si ella me hubiera dicho esas palabras, estuviera jodida, destrozada. Pero está claro que Layla no es como yo, ella maneja sus emociones de forma diferente.

En todo el camino estuvimos hablando de la escuela, de cosas que no involucraran la casa. Y eso lo agradezco, el estar pensando siempre en el tema que me tiene de mal humor no es lo mejor.

Al llegar noto de Grace está con Javier, por lo que paso de ella. Conociéndola como la conozco, se que va a recriminarme la discusión con mi hermana mayor y no me interesa. Aitana si va hasta donde sus amigos, dejándome sola.

Buen inicio de semana.

—¡Sofía! —me giro, encontrandome con otro enojado y por primera vez, él buscándome a mí. Se para al frente y levanto mi mirada, que de seguro debe ser una triste —. ¿Por qué hiciste ese escándalo?

—¿Sabes? Es gracioso, que cuando yo hago preguntas nadie me da explicaciones y ahora vienes, me preguntas y encima en tono grosero —me cruzo de brazos—. No me parece un intercambio justo, Mateo.

—¿Te parece que fui grosero? Cuando tu vas por las peleas diciendo lo primero que se te pasa, sin medir el peso de tus palabras. Muchos me dicen que deje ese prejuicio por las rubias, Layla me lo pidió por ti. Pero mira, saliste igual o peor que ellas.

—No termine la frase, pude decir cualquier cosa —trato de defenderme. Siento como la vergüenza me invade un poco y mis ojos arden.

—Si claro —rueda los ojos—. Tengo una promesa que cumplir y para que dejes de preguntar, esa promesa es cuidarla, no como novios o ese tipo de cursilerías. Cuidarla para que no le pase nada malo, para que siguiera con su vida, y lo está haciendo. La aliento en cada cosa que hace, porque yo sé lo que ella hace e igual lo que yo hago ella lo sabe. No deberías juzgarla cuando no sabes nada.

>> Te juro que cuando entiendas la promesa, me vas hacer un altar.

>> Viste mi cicatriz, demuestran que seguí adelante por ella, porque es una persona a quien le agradezco muchas cosas. No me gusta Layla, como así mismo no me gustas tú.



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En el texto hay: vecinos, ex novio y mentiras, playboys

Editado: 23.01.2022

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