Las Jones.

43. El primer y último momento.

Santiago. 

***

—Hoy deberíamos decirle de frente, que deje de explotarnos —se queja Kyle —Son las seis de la mañana y es muy temprano para empezar a organizar todo. 

—¿Te imaginas que sea una mujer hermosa? o ¿Qué sea la mujer de tu vida? —empiezo a suponer — Y tu, ahí insultándola.

—La mujer de mi vida no llegara sino hasta el día que muera. 

—Ya para qué va a llegar en ese momento —entrecejos las cejas —, no tiene lógica.

—Es por eso mismo, no existe la mujer para mi. Solo de pasada —explica —, es lo que las mujeres que llegaron a la vida me han enseñado, además yo de perita en dulce, no tengo nada —eso hace que suelte una carcajada. 

—Idiota —me tallo los ojos, porque es muy temprano y tengo sueño.

Nos toca como "arquitectos" decorar los dos salones, ya todo está organizado, pero David nos pidió el favor de las mesas y ese tipo de cosas. 

El lanzamiento de los vinos es muy importante para la familia Hill, porque la jefe se encargó de que esto fuera una conmemoración para la señora Iveth Hill. Layla estaba muy emocionada por esto, tanto que llegó temprano, para que todo salga bien. 

Ella sí trabaja, no como la señora que me explota y me tiene acá desde tan temprano. 

—¿Te gusta? —me sobresalto por la voz de Kyle, que está muy cerca —Perdón, pero te perdí por un momento. 

—¿Quién me gusta de que o que? —me hago el desentendido y él me mira con cara ¿"De verdad me harás decirlo"?. Suspiro pesadamente — No se, siento la cuestión algo complicada. Me atrae, pero siento la necesidad de conocerla más, antes de arriesgar algo, es como ese algo que me dice que no cometa los mismo errores de antes. 

—Es normal teniendo una ex como la tuya, pero Layla no va a ser como la loca esa —nos quedando viendo como discute sobre algo con David —. Ella es una gran persona, soy su amigo desde hace demasiado tiempo y nunca he visto algo que yo diga "Que asco de persona" tiene su temperamento, uno que no cualquiera lo aguanta. Pero de resto, sería la novia ideal.

—¿Nunca te llego a gustar?

—Que sí que —se ríe —, cuando la conocí me gusto demasiado, pero cuando le pedí una oportunidad ella todavía seguía con lo de su ex, por lo que solo quedamos de amigos. Y hoy en día la veo como eso.

—Ese Jeremy, al parecer dejo demasiadas cosas cuando se fue —murmuro. 

Mi mente viaja a hace unas semanas con lo del embarazo. De solo imaginar que Iveth fue capaz de abortar o darlo en adopción, una decepción se apodera de mí. No porque no lo comprenda, solo que ver la Iveth de ahora y compararla con esa posible Iveth de 18 años, no me cuadra. Estoy completamente seguro que esta no lo haría, por todas sus actitudes o por sus manías de tener siempre todos sus reportes médicos perfectos, para que los pacientes estén bien. 

Todavía no es médica y ya es muy perfeccionista. 

Con respecto a mis curiosidad sobre esa pregunta, no he podido preguntar. Porque me siento incomodo de solo pensarlo. En las noches hablamos sobre nuestro día y ella escucha atentamente cuando es mi turno, pero yo como siempre no aprovecho y le pregunto. Se atasca en mi garganta.

—Demasiado, yo hubiera tenido la oportunidad —le pego por instinto en su nuca —¡Oye! respétame.

—Respétame a mí —tomo aire —, yi hibieri tinidi li ipirtinidid —lo arremedo. 

Él hace el ademán para pelear, pero en eso llega Tadeo y Andre.

—¡Levántense, ayudar! No se vale que nosotros dos estemos haciendo lo demás y ustedes acá de bonitos —se queja Tadeo. 

La pereza nos acompaña el día de hoy, por lo que nos quedamos en el mismo lugar, pero claro, Andre tenia que ser novio de Will. Me lanza un patada en la espalda —no tan duro— y hace que me quite de la silla. Empiezo a sobar mi espalda y lo miro mal, Kyle se queda en el piso y hace que se va a dormir.

—¡La jefe viene! —nos hace dar un grito Iveth y todos nos asustamos por lo de la jefa. Yo empiezo a ver para todos los lados y veo a los mismo, hasta que su risa me da aviso que era una broma —Hubieran visto su cara, pobres. No quiero ni imaginarme cuando la vean, van a estar temblando —suelta otra risa.

Música para mis oídos.  

****

Las mesas están pegadas, todas juntas en una fila ocupando gran parte del salón. Sobre las mesas están los dos vinos de muestras y los que se van a lanzar, todos con sus copas y sus posiciones muy métricas, los manteles son blancos y las sillas de madera. 

Se dejo el suficiente espacio para poder pasar. Y este es el primer salón, donde la exposición empieza, luego están dos salones, en lo cuales no se que haya, porque lo del curso superior les toco encargarse de cada detalle de esos. Según entendí, eran los lugares más importantes.

En conclusión la sala donde están los vinos, es donde se degusta y luego es el porque de cada vino y su conmemoración. 

—¡¿Qué se sintió cumplir 24 años?! —inquiere Will, mientras llega ya pulido con Chloe. 

—Como cuando cumplí 23 —respondo y ellos se ríen —, por cierto gracias por sus regalos.

Hace tres día cumplí años y no estuve acá en San Diego. Porque decidí sacar a Austin de su cueva y lo más sano es que fuera lejos, por lo que decidí ir a conocer lo que tanto quería, los Ángeles. Los cuatro y mamá, estuvimos en el paseo de la fama, comiendo y disfrutando las playas. 

Disfrutamos en familia y eso hizo acordarme que hace año no lo hacíamos. Yo siempre pasaba mis cumpleaños con Renata y a mí familia la dejaba en segundo plano. 

—Esto quedo increíble —comenta Chloe mientras mira los candelabros colgados, dos por fila de mesas —, buen trabajo.

Se separa de Will y camina hasta Tadeo para abrazarlo. Empezamos hablar entre nosotros, mientras esperamos que la familia llegue e igual a los invitados para dar la apertura. 



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En el texto hay: vecinos, ex novio y mentiras, playboys

Editado: 23.01.2022

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