narra Ángel
Subo las escaleras para ir al departamento, introduzco la llave y cuando entro me encuentro a mi madre y a un hombre arriba de ella. Me quede atónito y cerré la puerta rápidamente dejándome afuera y me senté en el suelo a llorar, ya estoy acostumbrado a que mi madre haga esto, pero es horrible de ver.
- ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿qué cosas he hecho yo para merecer esta vida? - me pregunto a mí mismo y a Dios si es que en verdad existe.
- Yo no he matado, no he fumado drogas, no maltratado a las mujeres, ni siquiera hago chivos en los exámenes ¿por qué a mí? - digo entre sollozos.
Y de repente siento que alguien se sienta a mi lado, es mi vecina Caridad, tiene algunos 57 años.
- Cariño, tu madre tiene un problema, no es tu culpa, perdón por escuchar lo que estabas diciendo, pero quiero decirte que ahora la vida te está tratando así, pero luego Dios te recompensara por todo este mal que estas pasando y que si quieres puedes venir a vivir conmigo a si estarás mejor, no puedes estar en ese ambiente-
Le di un abrazo en forma de agradecimiento.
- Me encantaría, pero no la quiero dejar sola, a si solo será peor -
Ella me iba a responder, pero fue interrumpida por la puerta de mi departamento, dejando salir a un hombre con aspecto de asesino.
- Ya puedes entrar - dijo y todos los bellos de mi cuerpo se erizaron, cuando se fue me pare y le dije a caridad que estaría bien y luego entre al departamento.
- Hola, llegaste temprano hoy -
- No, de hecho, llegue más tarde hoy -
- Ho, bueno, ve a tu cuarto y quédate ahí, vendrán más amigos míos -
- Me adentré a mi habitación, y me puse a pensar en Melani y me quedaba dormido mientras recordaba su hermosa sonrisa.