Tic, tac...
Tic, tac...
Tic, tac...
Tic...
Ese sonido otra vez,
de nuevo el reloj que da las tres.
Es de madrugada y sigo desvelada.
Doy vueltas en la cama, me llevo las manos a la cara, está cubierta de lágrimas.
Mi rimel corrido,
mi corazón en vilo y mi cuerpo siente el frío.
¿Dónde estás? ¿Dónde has ido? ¿Por qué no vuelves? ¿Por qué me dejaste?
Me prometiste jamás marcharte.
¿Qué hay de todas esas miradas juguetonas? ¿Qué pasa con nuestros sueños ahora?
¿Tan poco te importaban que te fuiste sin más? ¡Dime! ¿Fui yo que hizo algo mal?
Me dijeron que no creara castillos en el aire, me dijeron que no me hiciera ilusiones, me dijeron que no me dejara llevar por mis emociones.
Sabía que sufriría, sabía que tu partida me lastimaría... Pero eso nunca me importó, nunca quise creer que te irías.
Pensé que nuestra historia de amor sería eterna, que serías mi príncipe y yo tu princesa.
Quería navegar contigo por los siete mares, quería llegar a Marte y allí abarazarte.
Aún quiero hacerlo, quiero ir a esa playa desierta en Nunca Jamás, allí donde el tiempo no nos podría alcanzar...
Quiero volver al pasado, días atrás, donde el comerte mi comida era el mayor problema en nuestra relación, ahora solo quiero que vuelvas, quiero escucharte tocar nuestra canción.
No me conformo con ver tu fotografía, quiero ver de nuevo tu sonrisa. ¡Ya estoy harta de oír tus notas de voz! Quiero la real, la que es cálida como el sol, no quiero una mera grabación... Siempre las mismas palabras... Dime algo más mi amor...
¿Qué haré ahora con tu ropa y tus poemas? ¿Qué haré en Navidad? Iríamos con mi familia a cenar... ¿Lo recuerdas?
¿Quién puede llenar el espacio vacío en mi colchón? ¿Cualquiera? Tal vez... ¿Pero quien va a llenar el de mi corazón?
¿Por qué me haces esto mi amor? ¡Dijiste que no te irías! Que siempre aquí estarías...
Te fuiste... Ni adiós me dijiste... No dejaste que me despidiera... Dejaste que nuestro amor desapareciera...
Por favor, regresa. Te necesito, eres más importante que el aire que respiro. No solo eras mi pareja, eras mi mejor amigo, y quien quería que fuera el padre de mis hijos.
¿Qué se supone que haga sin ti? Sin tus consejos y tus palabras de aliento. ¿Se supone que tengo que dejar todo atrás? ¿Se supone que te debo... Dejar ir?
¡Me niego! Me niego a perderte, luchamos demasiado juntos, luchamos... Y no ganamos, perdimos juntos la batalla, somos un equipo y juntos perdimos.
Quiero abrazarte, quiero besarte, quiero despertarte de ese sueño como en los cuentos. Déjame ser yo esta vez quien te salve.
Quiero correr, quiero gritar, no quiero parar, no me quiero detener hasta alcanzarte más allá.
Quiero ir a nuestra tierra soñada, quiero navegar contigo en aguas rosadas.
Quiero conocer el mundo y volar hasta las estrellas, quiero dejar un camino de besos en tu cuello, como si mi corazón dejase sus huellas.
Quiero ver tu sonrisa otra vez, quiero quedarme despierta a tu lado hasta ver el amanecer.
Quiero sentir el calor de cuerpo en las noches de invierno.
Quiero mandarte al sofá una vez más.
Déjame cantarte otra vez. Déjame dedicarte la última canción al oído, déjame verte otra vez. Te necesito.
Sabes cuanto te amé y sabes cuanto te amo, sabes que no te quiero perder, que nunca te dejaré.
Créeme mi amor, sabía que esto pasaría, los médicos siempre me lo decían, pero nunca les quise creer, siempre fuiste fuerte y pensé que lo serías otra vez.
Creí en ti y en tus palabras, creí en tu seguridad, haciendo caso omiso de tu mirada cansada.
Daría lo que fuera por estar en tu lugar, hubiese dado mi vida si eso te hubiese podido salvar.
Mi amor, mi corazón, mi vida... Las pastillas que el doctor me dio no logran calmar este dolor.