Las Locuras De Ana

•Capítulo 5•

Mike

Cerveza, vodka... - miro la lista que llevo en mi mano, mayormente llena con nombres de bebidas - ¿Qué otra mierda me falta?

Ouch - escuché el quejido y sentí el golpe que dio una voz femenina en mi espalda.

Lo - al voltear a ver de quien se trataba, la sangre me hirvio - menuda mierda - murmuré molesto.

Mi rabia no cabía en mi ser, ¿Porqué mierda tenía que encontrarme con esta mujer en todo lado?

Lo siento - se escucho su pequeño susurro.

Ahora lo siente, pudo haberse disculpado hace unos días y nada de esta mierda habría pasado, mi rostro esta hecho mierda y cada día recivo veinte llamadas de mi padre; esta mocosa cree que con una simple disculpa todo quedara solucionado.

¿Porqué, por ser una ladrona? - su rostro palidecio cuando dije esas palabras.

¡Yo no soy una ladrona! - se quejó dando un golpe a mi pecho.

Claro que si, te quedaste con mi dinero - di un paso hacia atras para poder mirar mejor; hoy ella se ve diferente, muy diferente.

No me quede con nada, tu dijiste cosas horribles, tu no tienes conciencia - sus ojos se estaban poniendo rojos, carajo porque siempre tiene que llorar.

A quién le mierda le importa lo que le pase a una ladrona - refunfuñe para mi al sentir un poco de culpa - Además mi cara es una mierda por tu culpa.

¡Tú cara siempre ha sido una mierda! - chilló dando la vuelta para salir corriendo.

¿Porqué siempre termina llorando?

Mierda, no es posible que seas tan estupida - dije al ver su trasero apuntando a mi. 

A quien se le ocurre salir a la calle con falda y sin llevar un sorth sobre las bragas. Es increiblemente tonta.

¿Que carajo?, ¡eres un maldito pervertido! - chilló aún sin tapar su trasero.

Mierda parecería que me estas pidiendo que lo mire - susurré algo nervioso - por favor, si el culo de una rata es mas atractivo que el tuyo - mi rostro se esaba pontiendo rojo, no es más tonta porque no puede, seguia con el culo al aire y sin ningun afán de taparlo, apesar de ya estar de pie.

¡Eres un bastardo! - siguió ahi parada con la falda por encima del tracero y dandome la espalda.

Yo ya me voy - mierda solo queria salir de ese lugar, lo unico bueno era que no habia mas gente en esa calle, así que entre mas rapido me fuera, menos tiempo iba a ver esa vergonsoza escena - espero no vayas a la fiesta - pase a su lado y disimuladamente baje la falda de su trasero.

Unos minutos despues paso corriendo a mi lado, mil veces mas rapido que flash, si se hubiera enterado de que estaba mostrando su culo a todo el mundo, creo que enterraria su cabeza en un hueco y nunca la sacaria de ahi. O eso eslo que yo haría. 

 

 

 

Listo, termine - me senté junto a robin.

Unos minutos mas tarde empezaron a llegar algunos invitados, poco a poco el lugar se estava llenando.

¿Encerio vas a utilizar eso para la fiesta? - miré mi ropa y era horrible, tenia todo sucio incluso los zapatos.

Voy a cambiarme - dije subiendo las escaleras al segundo piso.

Robin ya estaba intentando ligarse a todas las chicas de la fiesta, era un hijo de puta muy hábil con las mujeres.

Decidí ponerme una camisa marrón oscuro, unos pantalones más claros y unos tenis del mismo tono.

Eres todo un galán - le sonreí al espejo.

Busqué por todo el lugar y no había rastro ni de James ni de Ana. ¿Acaso esta noche puede ir mejor? No lo creo.

Llegué al mismo lugar que Robin.

Mira quien esta aquí  - llevaba a una chica sujeta por la cintura - es el anfitrión de la fiesta, saluda cariño.

La chica me regalo una sonrisa coqueta mientras sujetaba mi mano.

Me senté un rato en uno de los sofás a que naturalmente algunas chicas se me acercan, sin embargo a los pocos minutos se formó un alboroto en medio del salón.

Apresure mis pasos y me abrí camino en medio de la gente para encontrar lo peor.

 

 

 

ANA

Caminamos junto a otras personas hacia el lugar, a pesar de no estar muy lleno tenia un ambiente muy bonito.

Mira, ahí esta Robin - miré hacia donde apuntaba Sofía y en efecto ese era Robin, iba a ir a saludarlo hasta que vi a la chica rubia que tenía a su lado.

Ugh incómodo - susurré sin apartar la mirada.

¿Porqué no vamos con Peter?, lo vi hace rato por ahí con unos chicos.

Aun más incomodo - me quejé.

Mierda, entonces que quieres hacer - regañó Sofía poniendo sus manos en mis mejillas - ¿Te quedaras toda la noche aquí parada sin hacer nada?

Negué con la cabeza y ella solo dio un suspiro, volteé el rostro cuando ella me soltó para encontrarme con la imagen más desagradable que jamás había visto. 

Incluso coquetea con la novia de su amigo, que imbéciles - crucé mis brazos alver la escena.

Ahí estaban Mike y la chica rubia sonriéndome el uno al otro enfrente de Robin.

Vamos a beber algo de la barra - caminé junto a Sofía aún sabiendo que a lo largo de mi vida no había probado ni la cerveza - prueba este, dicen que es el más fuerte.

¿No debería esperar por algo más tranquilo?, como una coca-cola o una Sprite - miré como negaba con la cabeza - ¿Que tal el agua mineral?, debe ser rica.

Ana, no vinimos aquí a demostrar que no haz probado una gota de alcohol en tu vida.

¿No? - de nuevo negó con la cabeza, me sujeto por la parte trasera del cuello y acerco su rostro al mío.

Vinimos a vernos sexis y lujuriosas, no como prostituta, claro - dijo lo último al notar la mueca en mi cara - te traje aquí para que conozcas este maravilloso mundo, un lugar lleno de alcohol, drogas y sexo.

Sabes que cada cosa que dices hace que me den ganas de irme - respondí saltándo mi cuello de su agarre.

Si, pero no tienes suficiente dinero para pagarme - susurró en mi oído - así que, o te tomas este trago o me das el dinero.

Jaja, que sean dos tragos - pedí al barista con una sonrisa incomoda.

Esa es la actitud - celebró Sofía liberando mi cuello - ¡Que sean cuatro!




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