Las Locuras De Ana

•Capítulo 6•

Ana

Estaba junto a la barra tomando una deliciosa cuba libre virgen, una elegante manera de llamarle a la coca-cola.

No puedo creer que masticaras el limón - Sofia estaba regañandome mientras bebía una margarita - quien diablos te dijo que lo hicieras.

Ugh deja de molestarme con eso, nunca había probado alcohol en mi vida - dí un sorbo a mi coca-cola - hice lo mejor que pude.

Pff lo más gracioso fue cuando escupió todo en las manos de Mike - Peter se burló dando un sorbo a su bebida.

Era una situación incomoda, estaban Peter y un chico que no quitaba la mano de su cintura burlándose de mi.

Dios, necesito un respiro - dije abriéndome paso entre la gente - odio estos tacones, siento que mis pies se van a caer.

Llegue frente a una ventana, había una vista maravillosa. Un riachuelo cruzaba justo frente a esta y habían algunos animales jugando ahí.

Ana~ - escuche una voz ronca cerca de mi oído - yo, encerio me gustas~.

Mierda, mierda, mierda, era James.

¿Que, que quieres? - me di la vuelta y agarro mis muñecas.

Ya sabes que el es gay, ¿Porque mierda no me escoges a mi?

Sus ojos estaban rojos, el estaba a punto de llorar. Sin embargo, yo no podía decir una palabra.

Por favor, dime algo - cuando levantó la mirada sentí el fuerte olor a alcohol - dime que me amas.

No. No te amo James - su rostro se torno oscuro y apretó más fuerte mis muñecas - eres un idiota engreído, ¡Incluso si fueras el último hombre en la tierra!, yo nunca podría llegar a amarte.

Miré como una chispa se encendía en sus ojos.

¿Quien mierda te crees?, ¡¿Cómo alguien como tu se atreve a rechazarme?! - algunas lágrimas rodaron por sus mejillas, soltó mis muñecas para tomarme de los hombros - porque no puedes decirlo, di que me amas, dilo aunque sea una mentira.

No, no, no ¡Ya sueltame! - trate de empujarlo, pero era clara la diferencia de fuerza - déjame en paz, solo quiero un poco de paz, ¡¿acaso no lo merezco?!

También comencé a llorar y note como poco a poco las personas comenzaron a rodearnos.

¡Mierda!, ¡¿Porqué siempre haces todo tan difícil?! - mire como su puño se levantaba. 

No, no quiero que me golpee, no otra vez.

Cerré mis ojos y finalmente sentí el golpe, un líquido caliente recorrió mi mejilla izquierda y una voz familiar fue lo último que escuché antes de perder el conocimiento. 

 

 

El sol golpeaba mis ojos.

Sofia cierra la cortina - susurre pero nadie respondió - mierda, porque no la cerraste anoche - me quejé más fuerte y di algunos manotazos a la cama.

Abrí los ojos de mala gana para darme cuenta de que este no era el cuarto de Sofía.

¿Qué clase de mierda es esta?

La habitación era mucho más grande que la de Sofía, había una gran ventana con persianas eléctricas y tres puertas; una era la del baño, la otra era un closet y la última debería ser la salida.

Me levanté de la cama y estaba en ropa interior.

¡Mierda!

Busqué por toda la habitación pero mi ropa seguía sin aparecer. Comencé a entrar en pánico,  asi que me envolví en una sabana y salí del lugar sujetándola fuerte sobre mi pecho.

Señorita, ya despertó - una mujer de aproximadamente cuarenta años me dio una dulce sonrisa la cual no pude corresponder - permitame presentarme, mi nombre es Bianca - hizo un reverencia - el joven me dio órdenes de atenderla, si me permite la ayudare con su cabello, maquillaje y vestimenta.

Termine volviendo al cuarto junto a la mujer, quien me ayudo con todo, incluso a bañarme, lo cual fue incómodo.

Como es posible que sepan la talla de mi ropa interior.

El joven nos pidió que compraramos todo de antemano, no se preocupe nadie más violo su intimidad - respondió amablemente a lo que yo creía había sido un pensamiento.

Disculpe mi impertinencia, pero me gustaría saber, ¿Quien es el joven? - su rostro se torno en una mueca de confusión.

¿Usted no es la novia del joven?

¿¡Que!?

 

 

 

¿No recuerdas nada? 

No.

¿Porque todo es tan incómodo cuando ustedes dos están juntos? - preguntó Robin mientras metía un bocado de cereal a su boca.

Tú eres el único incómodo aquí - Mike estaba sentado en una esquina de la gran mesa, que para mí sorpresa era un comedor - ignorando a ese idiota que por alguna razón no trae camisa.

Mike seguia hablando y mi cabeza no paraba de pensar en que hace unos minutos acababa de ver desnudos a estos dos hombres uno encima del otro.

Si - respondi a una pregunta de Mike que ni siquiera había escuchado.

¿Porqué respondes si?, ¿me estas escuchando? 

Si, si, solo mi cabeza sigue mal por el golpe jaja.

Ana, ¡como lo siento! - exclamó Robin dandome un abrazo.

Que clase de mierda es esta, porque estoy en esta casa, porque estoy con este par de idiotas y porque Mike me mira mal desde tan temprano en la mañana. 

 

¡¿Cómo termine es esta situación?!

 

Mike

Mierda, ¡¿Porqué me molestan tan temprano es la mañana?! - grite al sentir como alguien entraba a la habitación.

¡Lo siento mucho señor!, no quería molestarlo la señorita quería saber donde se encontraba - levanté la mirada y ahí estaba Ana, la chica problemas - yo, ¡yo ya me voy! 

Pensé que Ana saldría detrás de la sirvienta, pero se quedó ahí petrificada como una roca.

¿Que demonios te pasa?, ¿Porqué no te vas? - pregunte recostandome de nuevo.

Su rostro ahora estaba rojo, como un tomate maduro.

Yo, yo no tenia idea - balbuceo tapando su rostro - ¡Porqué todos los chicos lindos a mi alrededor tienen que ser gay! - gritó para salir corriendo.

¿De que demonios habla? - pregunte levantándome - esta loca, pero eso ya lo sabía.

Si, completamente loca - escuche una voz ronca debajo mío.

Mi rostro se puso pálido al ver a Robin totalmente desnudo justo debajo de mi.

Esto es una puta broma - baje a tropezones y me di cuenta de que yo también estaba desnudo - que clase de mierda hiciste anoche hijo de puta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.