Entre luces y bambalinas ~
Navidad toca la puerta y junto con ésta la melancolía, paseándose con la brisa fría de diciembre. Las gaitas se dejan escuchar en las casas y una caja vieja guardada de año en año es despolvoreada, vistiendo de navidad el árbol que adorna un rincón apartado para los regalos. Luces de colores brillan parpadeando como estrellas toda la noche; serpentinas y bambalinas lentejueleadas cuelgan de las ramas del árbol como vestidos de ceda escurridiza. Al pie del árbol dos personas sentadas, absortas la una de la otra, contemplándose, con sus deseos brillándole en los ojos que les rimbomba el corazón. Un año repleto de sonrisas carcajeadas guarda aquel viejo árbol, cargado de deseos y sueños de corazones llenos y efusivos; un año bañado en lágrimas de angustia y gratitud de cada día que se consumó. Un amor conocido o una amistad perdida se lleva en su maleta de despedida, despidiendo sus últimos días con deseo de haber sido suficiente para mucho o la decepción para otros, deseando haber sido lo que tuvo que haber sido. Cediendo el paso está al próximo que ha de llegar, pero no sin antes dejar en las memorias de cada persona antes de las 12:00am de su último día, la película de sus vidas. Ningún año será menos que el anterior, habrá nuevos rumbos y nuevas miradas, nuevas sonrisas y nuevas lágrimas, nuevos latidos y mejores decisiones. Pero aquel viejo árbol estará allí, cada año en su rincón, recordándote que al pie de su tronco me miraste con la navidad en tus ojos y la sonrisa en el corazón, y recuerdos como esos quedarán allí guardados con él por cada año, en ese viejo árbol de navidad.
Las memorias de un Noviembre
16.11.18