Hace mucho pero muchos años, en una aldea (pueblucho) en una parte de una selva, donde almenos era habitada por algunos 100 o menos integrantes, había una familia de 3 personas, Dessa y Ezion eran padres de un bebé, el nombre del pequeño era Karim, los tres eran una familia feliz, con el paso de unos pocos años Karim se convirtió en un niño de 10 años, su padre Ezion consiguió unirse al ejército para poder vencer a los bárbaros que atormentaban la paz del paz desde hace un par de años, lo que provocó que el se fuera de la pequeña aldea y fuera a la ciudad donde se ubicaba el ejército, lo cual hacía que no se pudiera comunicar con su familia, Karim vivía siempre con la ilusión de que la situación terminaría en un día cercano, y así volverían a ser una familia feliz y unida, lo único con lo que se comunicaba con Dessa y el pequeño Karim era por medio de cartas que tardaban mucho en llegar, pero era la manera en la que sabían que su padre y esposo aún seguía con vida. Una carta llegó antes del cumpleaños número 11 de Karim, la carta era sobre su padre pero no estaba escrita por Ezion, Dessa al entenderlo que pasaba se imagino lo peor y justo como pensó, eran malas noticias:...
Para la familia del capitan Ezion....
Nos encantaría traer buenas noticias para ustedes pero no lo son, como sabrán del caos que hay en el país entre las tropas enemigas que buscan el poder y esclavitud del país y nuestras tropas que buscan un país en paz y tranquilidad de los problemas, en el enfrentamiento que ocurrió hace unos días, perdimos al capitán al mando, que sacrifico su vida para salvar a los pocos que pudieron sobrevivir a tal ataque, lamentamos la pérdida y agradecemos con honores el sacrificio de la vida de su esposo que lucho por este país hasta morir.
Dessa al leer la carta se le llenaron los ojos de lágrimas, silenciosas pero llenas de dolor, su vida cambió en un momento, quedó viuda, sola, y sin él hombre que ella elijio amar, el pequeño Karim corrió a su madre y le preguntó por el motivo por el cual lloraba, ella sólo negó y le mintió para que no supiera sobre la muerte de su padre, solo le dijo que habían perdido la batalla pero que su padre estaba bien, solo con unos rasguños, Karim andaba feliz por que tenía meses que no había visto a su papá, solo las cartas que el mandaba.
Dessa sabía que la muerte de su esposo sería dolorosa para ella, si su hijo se enteraba, a Karim se le vendría el mundo abajo como a ella. Si bien Dassa tenía en cuenta que tendría que cuidar a su hijo y ocultarle la muerte de su padre.
Pasaron algunos días y meses, Katim cada vez crecía más, en unos años se convertiría en un juven fuerte, que siempre le decía a su madre que cuidaría de ella para que este bien cuando regresara su padre.
Una noche de luna llena, en tradición a su aldea se organizaba una pequeña celebración por la llegada de un nuevo período y festejar el esfuerzo por el fruto de sus cosechas y trabajo dedicado, no era algo en grande pero se reunían todos para pasar una buena noche en conjunto de todos.
Esa noche todos reían, bailaban, incluso otros cantaba o comian, el festejo duró casi toda la noche, en la madrugada todos aún seguían despiertos y con energía para seguir pero sabían que debían empezar a trabajar desde temprano.