Narra Amaris
- Feliz cumpleaños mi pequeña! ya te haces mayor - me dice mi mami feliz, mientras me da un trozo bieeen grande de pastel de chocolate, me gusta mucho el dulce.
- Si mami, ya soy mayor, ya tengo 7 años - le digo mientras como de mi pastel de chocolate.
- Mi nieta ya empieza a ser toda una jovencita - dice mi abuelita y me da mi regalo
Lo abro emocionada, dentro hay un collar en forma de media luna con una piedrecita en el medio de color azul que brilla muchisimo, es precioso.
- Amaris, llevalo siempre contigo, no te lo quites nunca, ya que es un amuleto - dice mi abuelita mientras me lo ata al cuello yo asiento muy feliz
Mientras como de mi pastel, mi vestido rosa queda manchado de chocolate. Mi mami me trae una servilleta para limpiarme.
- Gracias mami! - le digo feliz - ¿puedo salir a jugar a fuera?
- Si, pero recuerda que no debes salir del jardin delantero, quiero verte en todo momento - me advierte mi mami
- Pero ya soy mayor, dejame ir a ver a Cleo - le digo suplicando
Cleo no vive muy lejos, ella es mi mejor amiga, vive al final de la calle.
- Yo vendre contigo - dice mi abuelita - regresaremos antes de las 8
- Esta bien - le digo resignada.
Salimos de la casa y voy unos pasos por delante de mi abuelita, a la distancia veo un gato negro, asi que corro a ver al gatito para acariciarlo
- No toques ese gato negro, vuelve aqui Amaris - me grita mi abuelita.
Pero no le hago caso, así que me acerco al gatito negro.
- Amaris vuelve! - me grita mi abuelita.
Toco al gatito que me da afecto, pues ronronea y mantiene la cola levantada en señal de ser amigable. De golpe una mano me agarra con fuerza del brazo y me levanta para dejar de acariciar al gatito, volteo y veo a mi abuelita muy enojada conmigo que me arrastra hasta la casa, y me dejan dentro de la casa.
- Sabes que una de las normas es no cruzarte con gatos negros, mucho menos tocar uno - me dice mi abuelita enojada
- Debemos prepararnos para lo que venga - dice mi mami enojada - ve a tu habitación
Empiezo a llorar y subo a mi habitación, cierro la puerta y me quedo en mi cama, oigo a mi mami y a mi abuelita discutir de algo, pero no entiendo que dicen.
...
Passan los años....
...
- Hola Amaris! - me saluda Cleo
- Hola Cleo, como estas? - le pregunto
- Bien, pero yo se que tu debes estar de los nervios - me dice Cleo mirandome
- No estoy de los nervios, es solo un amigo - le digo a Cleo y me ruborizo
- Clarooo, por eso estas mas roja que un tomate - me dice riendo - alli viene tu enamorado
- Hola Cleo, hola Amaris - dice Oriel - Puedo hablar contigo un momento Amaris?
- Claro - le digo nerviosa y miro a Cleo, lo que ella hace un gesto y se despide
Oriel me lleva a pasear por un parque que hay cerca de la escuela. Él siempre me ha tratado muy bien, y desde hace un par de años estoy enamorada de él, y creo que él esta enamorado de mi. Esta mañana me dijo que queria quedar conmigo a solas para hablar de algo, y ahora parece ser el momento, aunque él parece muy nervioso.
- Amaris... yo... - hace una pausa - mira, tu... esque...
- Estas bien Oriel? - le pregunto - sabes que puedes confiar en mi
Oriel se detiene y me atrapa en un abrazo, nuestros rostros estan muy cerca el uno del otro, me mira con esos hermosos ojos.
- Amaris... - me dice en casi un susurro - me gustaria que fueramos novios
Mis ojos se agrandan, es algo que me gustaria, me encantaria que fueramos novios, llevo soñando esto desde hace mucho, y por fin, él se me ha declarado.
- Me encantaria ser tu novia - le digo, siento que mi cara esta ardiendo
Me atrapa en un beso, es suave y dulce. Mierda, no puedo tener novio, es una de las normas que me pusieron. Así que lo empujo un poco para separarlo
- Oriel, me gustas mucho, pero sabes que mi madre y mi abuela no quieren que salga con nadie - le digo algo deprimida
- Lo sé, pero ya tienes 15 años, ¿acaso nunca te van a dejar estar con nadie? debes empezar a vivir un poco sin esas normas, si quieres, podemos manetenerlo en secreto, así ellas no sabran que estas rompiendo una de las normas - me dice mientras me abraza
Lo que me dice es una opción, desde los siete años que no he vuelto a romper ninguna de las normas, pero si ellas no se enteran no va a pasar nada. Supongo que puedo hacerlo, así que lo abrazo. Nos quedamos así un rato y luego paseamos por el parque cogidos de la mano. Oriel me lleva a casa antes de las ocho, conoce la mayoria de las normas.
- Hola Oriel - saluda mi abuela que esta arreglando unas flores en el jardin delantero - gracias por traer a mi nieta antes de las ocho
Mi abuela le dedica una agradable sonrisa y sigue con sus plantas.
- Hola señora, Amaris nos vemos mañana en el colegio - me dice y se va hacia su casa
Entro y mi madre ya tenia preparada la cena, faltaban 15 minutos para las 8 de la noche, cuando mi abuela entra y cierra la puerta con los 7 candados, se deben poner en un orden en concreto, una vez la puerta esta cerrada, nadie de la casa la puede abrir hasta que son las 6 de la mañana, nunca antes, y se debe seguir otro orden diferente a la que se pone.
Mientras cenamos mi madre me pregunta como me fue el dia, lo que le cuento todo, menos el echo de que ahora tengo novio. Despues de ordenar la mesa y limpiar la cocina, es la hora de ir a dormir. Para eso también hay normas que seguir. A parte de ir al baño, cepillarme los dientes, cepillar mi pelo, entre otras cosas que puedes hacer en el baño, me pongo el pijama y bajo a la sala de estar, luego voy al comedor, despues a la cocina, subo las escaleras y miro todo el pasillo, entro en mi habitación, cierro la ventana con las persianas bajadas. El quilo de sal que traigo siempre, lo pongo encima de la mesita de noche, ya que no puedo separarme de la sal. Después voy a la puerta y cierro la puerta con llave y con pestillo. En cuanto lo tengo todo listo desde mi habitación debo gritar "Todo normal", para que mi madre y mi abuela que también han tenido que hacer todo eso, para acabar cada una en su habitación cerradas con llave y pestillo, también griten "todo normal", para que así nos podamos acostar sabiendo que todo esta bien y nos podemos acostar sin peligro. A veces mientras hacemos el recorrido nos cruzamos, pero no nos podemos hablar, ya que debemos estar centradas en ver que todo esta en orden para ir a dormir, si viera algo inusual deberia comunicarlo a mi madre o a mi abuela.