Las olas claman justicia

Capítulo 11

Un mundo de sensaciones... y no lo dijo Sandro, el cantante favorito de su tía Lía, sino Ashley, completamente cautivada y desconcertada por ese fascinante beso del desconocido chico bajo la luna, que la abstrajo de la playa, del baile, del presente, llevándola al borde del caliente precipicio, y dejándola a punto de caer por mera tentación en lo profundo de la pasión.

Era la primera vez en su vida que un beso le había removido tanto por dentro, la había hecho sentir que flotaba en deliciosas aguas... (e irónicamente de parte de un desconocido) pero paff. La rompiente de la ola siempre alcanza a uno de improvisto, sacándolo de tal sensación.

Al momento de quitarse las vendas... el chico, como por arte de magia, se esfumó.

¿Qué? ¿Quién besa a una chica y luego huye? ¿por qué haría eso tan ridículo? El baile de la luna es para conocer personas.

Ashley quedó atónita. -¡yo me largo!, pensó en voz alta, alterada. Tendió poco delicadamente el pañuelo en el hombro de alguien más y se fue con el ceño fruncido, pero, al dar un paso adelante, una sensación de metal frío bajo su pie la hizo detenerse. Miró hacia la arena y se agachó para ver con claridad... una medalla circular de metal plateado, del tamaño de la base de un vaso. ¿Sería del chico que la besó? Probablemente se le había caído mientras bailaban o en su misteriosa fuga.

Ashley se acercó a la luz del parador de la playa para observar con claridad lo que representaba la medalla.

Una cruz celta. Por lo que sabía, mucha gente suele confundirse y asociar el símbolo con la cruz cristiana, pero ésta para los celtas tenía otro significado. Representaba los cuatro puntos cardinales y a sus respectivos dioses, las cuatro estaciones del año celta, los cuatro elementos, y a su vez, simboliza el cruce de dos caminos : el de los vivos y el de los muertos.

Definitivamente el dueño de la medalla o tenía descendientes celtas, o adoraba su cultura o mitología, pero algo con ellos tenía que ver. Y de pronto Ashley se dio cuenta de que estaba frente a una prueba que podría llevarla a descubrir quién era el chico. Y también pensó que ésta podría ser una buena oportunidad para demostrarle a Chad sus avances como detective, para convencerlo de que ya estaba lista para entrar a la investigación como Brenda Everlin... que podía resolver algunas cosas por sí sola. Así que se lo tomó como un reto, y se prometió encontrarlo cueste lo que cueste con tal de sorprender a Chad... aunque no estaba segura de poder hacerlo, y en realidad, en el fondo quería seguir yendo a su casa a entrenar.

Ya estaba amaneciendo y el festival había terminado. Todo había salido de maravilla, la gente se divirtió, la competencia salió bien, esta vez no tuvieron ningún tipo de problema con el audio o los equipos de música, se recaudó el dinero necesario para mantener las competencias de surf y financiar las actividades en la playa, nada se había salido de control. Hasta el baile de la luna había unido a varias personas. Andrew estaba contento y satisfecho con el resultado. 
Pero para Ashley, éste festival había sido demasiado extraño, y lo más aterrador es que no parecía haberlo sido por mera casualidad... sino que había algo más. Si la perceptiva Ashley estaba en lo cierto, algo oscuro los esperaba a la vuelta de la esquina. Tal vez una pista, o un secreto que dejaría de serlo.
Había conocido a su surfista favorita, había descubierto que sorprendentemente conocía a su madre, y más sorprendentemente aún fue que no tenía idea de que había muerto hace diecisiete años y, como si eso fuera poco, al enterarse había actuado de una manera realmente extraña, sospechosa, que daba al menos algo que pensar...
Para terminar, un desconocido la había besado y luego había huido, dejando una medalla con un símbolo celta labrado, tal vez por accidente (lo que ayudaría a Ashley a descubrirlo) o tal vez intencionalmente, como un anzuelo para atrapar a la hija de la difunta pecesita... Quién sabe. 
Lo profundo del mar está lleno de misterios.

Al otro día todos se levantaron como siempre, todos volvían a la rutina. Andrew a trabajar a la playa, Lía a cocinar y mirar la televisión, y Félix iba al centro de rehabilitación. Pero Ashley no... Ashley tenía un plan por seguir.

En frente al centro de rehabilitación estaba la biblioteca local, así que aprovechó a acompañar a Félix a su sesión y mientras lo esperaba se iba de tour por la biblioteca.
Amaba con locura leer, era una apasionada nata, pero ésta vez su visita no era para deleitarse con la infinidad de historias que se podía encontrar allí, sino para ir en busca de alguna pista, era la primer parada de su investigación.

-¡Buenos días!
-¡Ashley! ¿En qué puedo ayudarte?
-¿Conoces éste símbolo? - le mostró la medalla, con un tono de voz que generaba intriga.

La bibliotecaria recorría los pasillos de su biblioteca mental con una rapidez asombrosa, recordaba todos los sectores y estantes con lujo de detalle y sin mirar.

-Pasillo C, sector 5, estante 10 : -"Cultura celta y sus orígenes". 
Pasillo H, sector 5, estante 1: "Mitología celta vol. 1 ". 
Pasillo A, sector 5, estante 13: "Mitología celta vol. 2" .
Y pasillo D, sector 5, estante 5 : "Simbología celta". -recitó robótica, como una computadora humana.



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En el texto hay: homicidios, amor, justicia por cuenta propia

Editado: 21.02.2019

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