Las olas del mar siempre vuelven

Las estrellas que aparecen de día

Capitulo 3

Abro los ojos y puedo ver la pared que esta frente a mi cama la cual tiene rayos de sol con forma de estrella, gracias a que la persiana de la ventana tiene hoyos en forma de estrellas, me encanta. Para muchos es algo infantil pero a mi me parece lindo.

Me siento y continuo mirando las estrellas que aparecen de día, lo hago todos los días, es una bonita forma de comenzar el día. Al dirigir la mirada a el reloj que esta en la pared de alado mis ojos se salen de órbita al percatarme de que son las 9:30 de la mañana, la hora de entrada al colegio es a las 10:00 y yo estoy aquí, sentada en mi cama con pijama de nubes mirando la pared,patético,lo se.

Salto fuera de la cama y comienzo a arreglarme lo mas rápido posible.

Claro, era imposible no quedarme dormida, mi mama salio temprano hoy, no tengo teléfono para poner una alarma y en esta casa carecemos de un despertador.

En este punto estoy en mi habitación corriendo de un lado al otro con un cepillo de dientes en la boca mientras me pongo los calcetines.

Maldición!

Acabo de enterrarme un arete en el pies, doloroso, muy doloroso.

Miro mi pies y me percato de que esta sangrando.

— Genial!, mis calcetines son blancos— exclamo aun sabiendo que estoy sola y nadie puede escucharme.

Me agacho y recojo el arma homicida, osea el arete.

Oh rayos! Era uno de mis aretes favoritos y ahora esta arruinado, el palito se doblo.

Se que debería limpiarme la herida, pero no tengo tiempo así  que rápidamente me pongo los tenis y me amarro una cola de caballo alta. No tengo tiempo para maquillarme bien así que solo me aplico un poco de corrector, rubor y brillo labial. Me miro al espejo para ver que tan mal estoy pero la verdad no esta tan mal. Mi outfit consiste en una playera lisa color blanco, una falda de jeans y unos tenis Nike blancos.

Conforme con como me veo tomo mi bolso y rápidamente salgo de mi habitación, bajo las escaleras pero me detengo al pie de las escaleras al recordar que no traigo mi teléfono así que subo nuevamente a buscarlo. Al llegar a la puerta de mi habitación maldigo en voz alta al recordar que no tengo teléfono ya que una ola me lo robo.

—Agh! Vamos Kennedy, ya vas tarde — me digo a mi misma y salgo de la casa apresurada.

Voy por la esquina de la calle, miro mi reloj y me doy cuenta de que ya casi son las diez, no llegare a tiempo.

Intento correr pero me arrepiento en cuanto siento dolor en mi pie lastimado.

Rayos! Que es lo que esta pasando? Últimamente todos mis días son horribles.

¡Vamos universo, que quieres de mi?!

Aun me faltan varias calles para llegar a la escuela. Voy caminando por la vereda del parque y veo que un auto negro (muy lindo por cierto) comienza a disminuir la velocidad y a acercarse a mi.

Enserio? Secuestro? Se que me odias universo pero hacer que me secuestren? Es demasiado.

Intento acelerar el paso pero mi pies apuñalado me impide ir muy rápido.

Por mas que intento perder a el sospechoso auto no lo consigo.

El auto acelera y me pasa por alado pero se detiene unos pasos mas adelante. Mi corazón se acelera y comienzo a entrar en pánico, me quedo congelada del susto sin saber que hacer.

La puerta del conductor de aquel auto comienza a abrirse. Se que esto esta ocurriendo a una velocidad normal pero yo siento como si estuviera ocurriendo en cámara lenta, esto amigos míos, es consecuencia de pasar toda tu adolescencia encerrada en tu casa viendo películas.

La puerta del auto se abre totalmente y mi corazón vuelve a latir en cuanto veo que quien baja del auto es nada mas y nada menos que Donovan, si, Donovan Walker.

—Hey—saluda acercándose a mi—¿Como est....—comienza a decir pero se detiene al notar que mi respiración esta muy agitada, estoy sudando, mis ojos están fuera de órbita, estoy pálida,mis piernas están temblando y que lagrimas se asoman en mis ojos—Kennedy, ¿Estas bien?¿Que pasa?

— Tu....casi...me matas de un susto— le digo, mejor dicho, le grito— Creí que eras un secuestrador y que me ibas a secuestrar.

Esperaba que se partiera de la risa pero no fue así.

—Oh, discúlpame, enserio, no era mi intención—comenzó a disculparse, pero no era solo una disculpa, enserio se noto desesperado, como si este tema fuera algo difícil para el—yo solo quería....no quería.....perdón—empezó a desesperarse y tuve que intervenir porque al parecer estaba teniendo un ataque de ansiedad.

—Oye, ya, tranquilo—me acerque para tomarlo de las manos—ya, no es para tanto, solo fue un pequeño susto—intente calmarlo— vamos, respira— lo rodee con mis brazos— todo esta bien, ya.

Logre hacer que se calmara y suavemente me despegue de su pecho.
Wow, no creí que llegaría a ver un lado tan débil de este chico y aun mas....¿Porque? ¿Porque se puso así? No le preguntare en este momento, podría ponerse mal de nuevo, tal vez le pregunte en otro momento.

Una vez separados se paso la mano por su abundante y hermoso cabello para peinarlo, el cabello de este chico es incluso mas bonito que el mio ¿Que acondicionador usara?

Estuvimos unos segundos sin decir nada y se estaba formando un silencio incomodo, si, como en las películas, así que decidí cortar el silencio.

—Emmm....¿Sera que me puedes llevar a el colegio? Esta mañana me apuñale el pies y no quiero seguir caminando—le pregunto.

El se ríe y responde: —Claro, sube— señala el auto auto con su cabeza y me muestra su tierna y matadora sonrisa Colgate.

Ambos subimos a el auto, el arranca y nos pone en marcha.

Después de unos minutos sin decir nada decido hablar:

—Donovan—giro mi cuerpo ligeramente para poder mirarlo.

—Si, Kenny?—me mira por un micro segundo pero devuelve la vista a la carretera

—¿Porque estabas acá? ¿No vives en el otro vecindario?




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