Las palabras del ayer

CAPITULO 1: Arrepentimientos

Cuando era pequeña soñaba con ser alguien importante, quería ser parte de la humanidad; que me vieran o al menos que supieran que yo existía. ¿Nunca imagine que se cumpliría, pero a cambio de qué?

¡Perdí tanto! En serio en esto me quería convertir, ¿por esto arriesgue todo?  Si lo hubiera sabido cambiaria cada cosa que hice, volvería a sentarme en aquella vieja silla en la que solía quedarme hasta tarde viendo lo maravilloso del mundo, cuando ellos me sonreían, cuando no me temían. Le diría que sí, ¿Volveré a verte? No lo creo, ¿me perdonarás? ¡Que idiota serías! En el lugar donde te encuentras ¿ves lo que soy? ¿Me aceptarías? ese es mi mayor miedo jamás me perdonaré.

¡Ja! Mi vida no vale nada, de que sirve lamentarse si no puedes hacer nada por lo que hiciste.

¡Que lamentable! ¿En serio así quieres seguir viviendo? Pensé que verlo con mis propios ojos haría que mi odio fuera más grande o al menos tenerte un poco de compasión o amabilidad, pero cambie de opinión solo eres basura.

Mis pensamientos se detuvieron cuando aquella voz sonó en mi mente, abrí los ojos y había una persona con una vestimenta extraña; es como una capa, en cada extremidad tiene un símbolo diferente; cuando se mueve cada símbolo cambia de forma, no puedo ver su rostro la tiene oculta tras una máscara que se mueve en tu rostro según el ánimo de la persona; se lo que es ya que por mucho tiempo llevo una de esas, Puedo notar que es más poderoso que yo, más de lo que un día fui.

¿No me invitaras a sentar?

Quien invitaría a sentar a un extraño que entro por el techo de su casa, no fue lo que paso, pero viendo como desintegra cada cosa que esta alrededor de esa persona seria lo mismo.

No creo que queden sillas para el invitado. – ojalá haya notado la hospitalidad en mi tono de voz. la expresión que me muestra no es muy agradable, creo que no lo noto.

veo que puedes soportarlo. -lo dice como si fuera fácil, estoy tratando de que no me desintegre como lo hizo con esas pobre sillas esta a unos pasos de mí.

Me siento débil mis poderes están sobrepasándome; no poder mantener el campo de protección me hace sentir débil. pronto seré miles de partículas.

Lo siento, pero el día de hoy ya terminé todas las reuniones que tenia con mis subidos así que no puedo atenderlo. – se está riendo, cree que lo que dije es una broma o su sonrisa es por verme en el suelo a punto de tragar piedras por soportar tanto poder.

¿Por qué no cambiaste las cosas cuando pudiste? ¿Por qué hasta ahorita lo estabas pensando? – estas preguntas no se deberían hacer en este momento seria mejor mientras tomamos una buena jarra de cerveza, pero creo que la invitación la dejare para otro momento primero me concentrare en evitar el portal que esta abriendo, siempre es difícil saber hacia dónde va además nunca había visto uno de ese color.

¿Qué quieres hacer con eso? -creo que fue una estúpida pregunta ya que se está muriendo de la risa o por lo menos es lo que veo.

Hace tiempo que no me reirá tanto – como si yo fuera un payaso- sabes esta es la última vez que lo puedo hacer, no habrá un “ojalá pudiera hacerlo otra vez” – la forma en que lo dice hace que me sienta triste.

Podrás arreglar todo, como una vez quisiste hacerlo, pero debes renunciar a tus poderes - ¡imposible! - puede que vuelvan o puede que no, eso dependerá de ti.




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